Por X.F. Remorse
01. The Edge Of Darkness
02. Hunter And Prey
03. Into The Light
04. The Beggar’s Last Dime
05. Empty Hollow
06. Strings To A Web
07. Fatal Grace
08. Connected
09. Empty Hollow (Reprise)
10. Saviour Of The Dead
11. Hellgirl
12. Purified
13. Through Ages
14. Tomorrow Never Comes
SELLO
Nuclear Blast
Pias Spain
WEB
FORMACIÓN
Peter “Peavy” Wagner – voz y bajo
Victor Smolsky – guitarras, piano y violoncello
André Hilgers – batería
Que Rage no tiene disco malo es un hecho conocido por (casi) todo el mundo del mundillo metálico. Mejores o peores, pero no hay álbum desechable parido por los alemanes, lo cual es mucho decir si se tiene en cuenta que la banda ha sacado ni más ni menos que 18 LP’s en 25 años de carrera. Pero también es cierto que últimamente, compositivamente hablando, está entrando en una tendencia tan fácil como peligrosa: por un lado, el crear temas a base de riffs que muchas veces no guardan relación entre sí, dando la sensación que podrían ser perfectamente intercambiables entre canción y canción, lo cual crea composiciones poco homogéneas. Es como si compusieran riffs y luego los entrelazaran aleatoriamente para crear temas. En sus mejores obras, la mayoría de ellas realizadas con diversas formaciones (Trapped!, Black in Mind, Unity…) los temas son únicos y los riffs son perfectamente coherentes dentro de cada tema.
La segunda tendencia, que también me desagrada, es el aumento de “pastelismo” en los estribillos. Rage ha sido un grupo que siempre ha sabido combinar perfectamente la caña con la melodía, y ya incluso desde los tiempos del mítico estribillo de Don’t fear the winter se percibía este detalle, marca de la casa, por otro lado, del gran (en todos los sentidos) Peter “Peavy” Wagner. Pero en los últimos álbumes, sobre todo en Speak of the dead y Carved in stone, el nivel de “ñoñería” ha aumentado de forma algo decepcionante. Quizás no se note tanto en este “Strings to a web”, pero algo de eso sí que hay en el último trabajo del trío multinacional.
Centrándonos propiamente en el disco vemos, en líneas generales y con algunas excepciones, que Strings to a web se aleja un poco de su anterior, Carved in stone, un disco mucho más cañero y que, a excepción de los ya comentados estribillos “demasiado” melódicos”, los riffs nos recordaban a los álbumes de Rage de mediados de los ’90, los más potentes de su discografía (los citados Trapped! y Black in mind, The Messing link, etc…). Rage ahora se acerca estilísticamente a sus obras de la segunda mitad de esa década. Así, la banda recupera su sonido más netamente metálico, incluso hardrockero, de obras como End of all days, Ghosts, XIII y Welcome to the other side, esta última ya íntegramente grabada por Smolsky, un gran arreglista, enorme compositor y aún mejor guitarrista pero que peca, en mi opinión, de lo anteriormente dicho: muchas veces estrofa y estribillo no casan, siendo los riffs de las estrofas muy cañeros y en cambio los “chorus” muy “pastelosos”, llegando a ellos muy forzadamente. Esto lo vemos en los dos primeros temas del disco, The Edge of Darkness y Hunter and Prey. El tercer corte, Into the Light, no muestra este defecto, pero por el contrario vemos el que quizás sea el estribillo más comercial de todo el disco. Muy conseguido, sí, pero que sería ideal para un anuncio televisivo de algún refresco.
No quiero que se me malintreprete, hasta el momento, incluyendo también el cuarto tema, The beggar’s last dime, con las mismas características que los anteriores, nos encontramos con un buen álbum, 100% Rage (si es que esto existe, porque la banda ha atravesado muchas etapas diferentes, aunque sí que es verdad que siempre manteniendo un sello particular marcado por Wagner) y que se escucha bien.
Y llegamos al quinto corte, Strings to a web, que quizás sea (de) lo mejor de todo el disco, gracias a unas magníficas orquestaciones compuestas por Smolsky y ejecutadas por la Orquesta Filarmónica de Minsk, una estrofa muy interesante y unos coros muy inspirados. Este tema de hecho, y como ya hicieron en Suite Lingua Mortis del Speak of the dead, consta de varias partes (que en el CD están separadas por las diferentes pistas), y que incluyen un tema-título muy progresivo y totalmente instrumental (más corta y menos inspirada que la canción Unity), Connected (seguramente la canción más rara compuesta por Rage en toda su historia) y un “reprise” de Empty Hollow.
La “tercera” parte del disco, si se le puede llamar así, incide aún más en el estilo “rockero” anteriormente comentado, el de los discos del segundo lustro de los ’90, iniciándose con dos temas muy efectivos, especialmente Saviour of the dead, otro de los grandes temas del disco. Purified de nuevo nos muestra un estribillo que, aunque inspirado, no pega para nada con la estrofa, la balada Through ages (que recuerda al principio arpegiado del tema Living without you de su anterior disco) y la prescindible Tomorrow never comes).
Strings to a web es, en definitiva, un buen disco. No el mejor, ni de largo, de Rage, ni tampoco el peor. Se podría decir que es una especie de resumen de toda la época Smolsky: estrofas cañeras y estribillos pegadizos, algunos momentos con orquestaciones y otros de gran virtuosismo, con un sonido general algo más suave que sus obras inmediatamente predecesoras. Se nota, por todo ello, por toda esta variedad, que Stings to a web es un disco sin prejuicios. Así como en Carved in stone se propusieron hacer un trabajo más rudo y directo que las obras hechas con Terrana, y con una supuesta (y fallida) vuelta al sonido del Trapped!, este Strings to a web es un disco más “libre” y sin tantas directices previas. Han tocado todos los palos sin llegar a ninguno en concreto, lo cual no es necesariamente malo.
La primera etapa de Rage se podría considerar “speed metal”. La segunda más cercana al power americano que al europeo, mientras que a finales de los ’90 crearon obras más “tranquilas” y jugaron con las orquestaciones. Un poco de todo ello hay en las obras de la etapa Smolsky, de la que este “Strings to a web”, sin ser su mejor disco, es un muy digno representante. No se puede reclamar nada a un grupo con tantos y tan buenos discos pero por pedir, que es gratis, pediría que sacaran álbumes en esta línea…eso sí, con unos riffs, dentro de cada tema, que casaran mejor entre sí.