Al principio de la industria discográfica los discos eran vendidos simplemente en unos sobres o portadas de cartón sin diseño… no existian las portadas exclusivas ni los grandes diseños para cada vinilo. Los vinilos se vendian con una “portada” hecha en serie, producidas en papel kraft, simplemente con el logotipo de la discográfica y el título del artista asi como del disco. ¿El formato? Los viejos vinilos de 10 pulgadas (con cerca de 25 centímetros de diámetro) y 78 RPM. El punto inicial para que todo esto cambiase ocurrió en una tarde de 1939, cuando el diseñador Alex Steinweiss (nacido en Brooklyn, en Nueva York, el 24 de marzo de 1917), consiguió pactar una reunión con la dirección de la discográfica más antigua del mundo, la Columbia Records. El momento no podria haber sido mas propicio, ya que Columbia habia sido adquirida por CBS y los nuevos dueños estaban ansiosos por novedades.
Steinweiss consiguió convencer al alto escuadrón de la discográfica de que cada disco debería ser tratado individualmente, y el punto principal para conseguir esto sería acondicionar cada vinilo con una portada exclusiva. Para mostrar a los ejecutivos de que su idea funcionaba, Steinweiss llevó muestras de su trabajo en la que cada portada tenia un dibujo propio, mas aun de acuerdo con la música que dicho vinilo traía. A finales de la mencionada reunión, Alex Steinweiss salió como empleado de Columbia ¿el puesto? primer director de arte de una compañía de discos.
El primer trabajo de Steinweiss fue el álbum “Smash Songs Hits by Rodgers and Hart”, lanzado en 1940. El disco fue un éxito, e inauguró una nueva era en la industria discográfica. Las principales discográficas percibieron que aquella innovación daba un gran resultado, y comenzaron a invertir masivamente en portadas exclusivas. Vale recordar que en aquellos primeros tiempos no había la abundancia de discos disponibles que hay hoy en las tiendas, y el comportamiento normal de los fans era llegar con a la tienda con una lista de los discos deseados, para que el encargado los encargase.
Con el aumento de la cantidad de discos en las tiendas, la portada pasó a tener un papel fundamental a la hora de atraer a los consumidores, y eso se quedó patente evidente con el trabajo innovador de Steinweiss. A finales de los años cuarenta Columbia introdujo el formato “long-playing” (LP) en su catálogo, y los discos pasaron a ser fabricados en un formato mayor – 12 pulgadas, cerca de 31 centímetros de diámetro -, pudiendo almacenar una cantidad mayor de canciones (generalmente 6 de cada lado, mientras que lo de 10 pulgadas solo podian almacenar cuatro canciones en cada uno de los lados).
Este formato mayor abrió la posibilidad de un trabajo gráfico más elaborado, y más una vez Steinweiss fue el pionero en crear portadas de discos que podrian abrirse y desplegarse, creando asi el patrón para todos los artes de vinilo que vendrian después.
El diseñador trabajo para Columbia entre los años de 1939 y 1945, periodo en el cual produjo aproximadamente 2.500 portadas de discos. Después de ser trabajador exclusivo de Columbia, Alex abrió su propia empresa de diseño de portadas, y desarrolló trabajos para varias discográficas como Remington, Decca, RCA, London, además de algunos trabajos independientes para la propia Columbia.
Su trabajo fue tan innovador que él acabó creando su propia fuente tipográfica, que usó en la mayoría de sus capas. Esa fuenta, bautizada como “Steinweiss Font”, acabó ganando gran reputación y es utilizada hasta hoy en los más diversos trabajos. Alex Steinweiss trabajó creando portadas de discos hasta 1973, cuando se alejó de la industria discográfica y comenzó a diseñar posters para la Marina, ilustraciones para revistas y grandes empresas.
Para quien esté interesado por su trabajo, en 2000 fue lanzado un libro llamado “For the Record: The Life and Work of Alex Steinweiss”, escrito por Alex en asociación con Jennifer McKnight-Trontz, donde él relata su proceso creativo, habla como surgieron algunas de sus portadas más famosas y cuenta la historia de su vida, todo acompañado de imagenes de sus trabajos.
Si uno viaja a Sarasota, en Florida, es capaz de encontrarse a Steinweiss por sus calles. El artista vive en esa pequeña ciudad desde 1974, anónimo y en paz, sin que las personas tengan muy en cuenta que su trabajo revolucionó la forma de vender y consumir música actualmente.