Arch Enemy + Abigail Williams + Angelus Apatrida (Sala Razzmatazz 2, 07/12/2009)

Texto: Vic Granell
Fotos: Vic Granell

Un cartel de lo más variado: un grupo de black y otro de thrash para telonear a los populares deathmetaleros melódicos Arch Enemy en su nueva gira. Al llegar a Razzmatazz 2, la banda estatal estaba rasgando ya los acordes de su primer tema. Angelus Apatrida, procedentes de Albacete, son probablemente unos de los mayores originarios de la ola de thrash que está azotando nuestras tierras y haciendo resurgir el subgénero con nuevas bandas, pequeños festivales y conciertos a porrillo. Sonoramente muy sólidos, los manchegos ofrecieron un concierto fantástico, sobrio en interpretación y puesta en escena, aunque algo antiguo a nuestros oídos.

Escucharles fue como poner nuestros CDs de Testament de los años 80, quizá con algún toque de frescura, pero muy cercano en cualquier caso al sonido de la Bay Area que tanto ha influído a bandas posteriores. Riffs protagonistas de guitarra, con una batería estable y sin demasiadas florituras, bajo bastante contínuo, con un sonido algo agudo que se confundía con el bombo en algunos momentos. Solos de guitarra impresionantes llenos de harmónicos, trémolo y tapping (se notó aquí la influencia de Pantera en este aspecto), así como duelos entre David G. Álvarez y el frontman Guillermo Izquierdo. Voces principales más bien agudas con coros graves de bajista y guitarrista solista en combinaciones muy bien resueltas. Presentándose como el nuevo grupo de Century Media en España (con contrato para todo el mundo), demostraron estar a la altura del fichaje, que verá la luz con un nuevo disco que empezará a gravarse en Enero de 2010.

Según nos contaron entre tema y tema, ésta era la vez que más conciertos hacían seguidos, en una pequeña gira por España y Portugal que, según parece, fue un éxito. Corruption, Versus the World o Never Forget fueron algunos de los temas que tocaron, e incluyeron también un wall of death para el inicio de una de las canciones del repertorio. Esperamos que no hubiera heridos graves. Siendo la segunda vez que les veíamos en Barcelona, el cambio de sala y de número de público era notable, aunque también (e inversamente) el orden del cartel: en aquella ocasión fueron últimos en la sala Mephisto. Les enviamos fuerza desde aquí en su tan próspera carrera.

Riffs protagonistas de guitarra, con una batería estable y sin demasiadas florituras, bajo bastante contínuo, con un sonido algo agudo que se confundía con el bombo en algunos momentos. Solos de guitarra impresionantes llenos de harmónicos, trémolo y tapping (se notó aquí la influencia de Pantera en este aspecto), así como duelos entre David G. Álvarez y el frontman Guillermo Izquierdo. Voces principales más bien agudas con coros graves de bajista y guitarrista solista en combinaciones muy bien resueltas. Presentándose como el nuevo grupo de Century Media en España (con contrato para todo el mundo), demostraron estar a la altura del fichaje, que verá la luz con un nuevo disco que empezará a gravarse en Enero de 2010. Según nos contaron entre tema y tema, ésta era la vez que más conciertos hacían seguidos, en una pequeña gira por España y Portugal que, según parece, fue un éxito. Corruption, Versus the World o Never Forget fueron algunos de los temas que tocaron, e incluyeron también un wall of death para el inicio de una de las canciones del repertorio.

Esperamos que no hubiera heridos graves. Siendo la segunda vez que les veíamos en Barcelona, el cambio de sala y de número de público era notable, aunque también (e inversamente) el orden del cartel: en aquella ocasión fueron últimos en la sala Mephisto. Les enviamos fuerza desde aquí en su tan próspera carrera.

Como decíamos al inicio, el cartel de esta corta gira podía perfectamente no contentar a todo el mundo. Y así fue. Parece que los que se llevaron la peor parte fueron Abigail Williams. Una propuesta de black metal desde Estados Unidos, con claras reminiscencias a los clásicos noruegos Immortal y Emperor, incluso con miembros que usan nombres artísticos como su vocalista y guitarrista principal Sorceron. Ante nuestros ojos y oídos, los temas de estos americanos nos parecieron efectivos, sin demasiadas complicaciones pero con texturas sintetizadas notables, aunque algo hundidas en la mezcla. Batería ligeramente inconstante en el tempo, voz gutural chirriante en una tesitura quizá demasiado aguda todo el tiempo, algunos solos de guitarra muy interesantes y otros más bien facilones, así como buena entrega hacia el público. Parece que, para algunas personas, los puntos negativos superaron al resto y a poco más de la mitad del concierto una veintena de personas vociferaba “¡¡¡fuera!!!” entre los últimos temas (el sentimiento y número de voces fueron aumentando).

Incluso cuando la banda recogía sus instrumentos, aún se oía a una pequeña parte del público echándoles a gritos o levantándoles el dedo. Nos pusimos en su lugar, que viajaban desde Estados Unidos luchando por su música, probablemente sin ganar mucho dinero con esta gira, y sentimos horror porque gente en la misma sala donde estábamos tuviera un concepto del respeto tan bajo por un grupo que estuvo dando mucho en escena. Será quizá por su poca autenticidad como grupo de black (algo tan valorado en ese ambiente), por sus orígenes, por la monotonía de la voz de Sorceron o los errores a la batería, pero ninguna de estas son excusa suficiente para echar a un grupo a gritos. Particularmente, no nos defraudaron a pesar de todas ellas.

Cambio de escenario larguísimo, pasando un calor intenso. Después de más de 20 minutos, las luces de la sala se apagaron y pareció que todo cuerpo presente levantó manos y cuernos recibiendo a Arch Enemy con gran expectativa. Parece que se nos olvidó que nos hubieran defraudado considerablemente en la gira del Rise of the Tyrant, abadonando Salamandra 1 después de una hora y cuarto de concierto; y que con este nuevo tour presentaban The Root of All Evil, remake de los mejores temas de los tres primeros álbumes, en los que cantaba Johan Liva (os remitimos a la crítica del disco que tenemos en nuestro portal). Empezando con The Immortal, tema que incluye el “nuevo” álbum (sí, las comillas van con intención), la respuesta del público fue de total entrega a los suecos. Revolution begins, con su particular melodía tan lejana al death metal, el clásico Ravenous con su deje de metal tradicional… el setlist se iba forjando equilibrado entre las diferentes épocas de la banda. Erlandsson no empezó tan fino como de costumbre, tocando algunos golpes ligeramente fuera de tempo, si bien al cabo de unos minutos corrigió y dio toda su perfección habitual tras los timbales.

Blood on your Hands, inicio del reciente Rise of the Tyrant, y probablemente el tema más potente del disco, fue muy bienvenido y coreado (aunque sólo fuera la palabra “remember”). El riff inconfundible de My Apocalypse abrió uno de los temas más pesados de la noche, después del cual un grupo de hombres empezó a corear cosas incomprensibles a la distancia a la que nos encontrábamos de ellos. Angela Gossow contestó cordial sin tener tampoco idea de por dónde iban los tiros, y presentó uno de los temas que probablemente no se habrían recuperado sin The Root of All Evil, Demonic Science, fantástica pieza que se había perdido en la historia reciente del grupo. Uno de sus grandes hits, Dead Eyes See no Future, fue uno de los más celebrados, coreado en el pegadizo estribillo por Michael Amott con un gutural bastante más profundo que el de Angela. Por cierto, sí, quizá nos falló un poco la voz de la esplendorosa frontwoman en directo, algo débil en comparación con su imponente energía.

Maravilloso, ahora un solo de batería… vaya, y nos suena sospechosamente. Sí, Daniel Erlandsson interpretó con maestría el mismo solo que podemos ver y escuchar ya en los dos últimos DVDs de la banda. Sí, está muy bien construido y muy bien tocado, pero no tiene sentido alguno repetirlo gira tras gira robando tiempo a temas. Para acabarlo de arreglar, alguno/s de los micrófonos de los toms estaban saturados y sonó todo un poco a fuegos artificiales. Una melodía de sintetizador secuenciada para introducir el tercer y último tema del Rise of the Tyrant, I Will Live Again, tras la que por fin los gritos se hicieron inteligibles. “Quitate la camisa”, cantaban a una en modo tabernero vulgar, a lo que Angela bromeó sin aún entender de qué iba la historia. Bury me an Angel, uno de los grandes hits antiguos, también indluido en el último álbum, nos emocionó especialmente, así como el justo posterior Taking Back my Soul. Uno de los grandes temas de la noche, con tres solos de guitarra fantásticos aunque con un grito final a lo Dani Filth exageradamente agudo. Oh, qué bien… más solos. Sí, los mismos solos de Christopher y Michael Amott que se incluyen en los dos directos consecutivos de las dos últimas giras, otra vez en directo. Empezamos a sentirnos un poco mareados con tanto virtuosismo fuera de la banda. Dead Bury their Dead y alguien le chivó a Angela el significado de los cánticos, a lo que supo responder con humor diciendo “no tengo nada que esconder”, se levantó la camiseta enseñándonos el ombligo e introdujo el archiconocido We Will Rise.

Emoción en la sala. Nos amenazan con marcharse y el público pide Nemesis a gritos. Seguramente buena parte ya había mirado setlists anteriores por Internet pero sí, tenían que tocarla. Volvieron con las melodías a la guitarra de Snow bound (en nuestra opinión, podían habérsela ahorrado perfectamente en favor de Diva Satanica o Silent Wars) para dar paso a la tan coreable Nemesis. Y así nos dejaron, después de poco menos que una hora y veinte de concierto, otra vez deseosos de más y preguntándonos ya si el problema es que la voz de Angela no aguanta más de lo que nos ofrece. Una interpretación inmaculada por parte de los hermanos Amott a las seis cuerdas, como siempre. Disculpas desde aquí por la escasez de fotos. Las que incluimos son las únicas que se salvaron de manos y cabezas de un público que tapaba la vista entre nuestra mediana altura y la todavía menor de la tarima. Aprovechamos para defender Salamandra 1, cada vez más utilizada, por encima de Razzmatazz 2, mucho menos céntrica que la última pero favorable en todos los demás sentidos: escenario más alto, mejor sonido y mejor ventilación.

FOTOS: http://www.goetiametal.com/cronicas/archenemyenbcn.html