Beardfish – Mammoth

Por Mariano Bacigaluppi 

1. The Plataform (8:06)

2. And The Stone Said “If I Could Speak” (15:07)

3. Tightrope (4:33)

4. Green Waves (8:53)

5. Outside/Inside (1:43)

6. Akakabotu (5:41)

7. Without Saying Anything (8:10)

Miembros

Rikard Sjöblom – Voces, Guitarras, Teclados & Percusión

David Zackrisson – Guitarras, Coros, Sintetizadores

Robert Hansen – Bajo, Coros

Magnus Östgren – Batería

Sello

InsideOut Music

Century Media

Website

www.beardfish.argh.se/

Yo soy de aquellos que piensa que en los setenta se hicieron las más grandes composiciones en lo que a música moderna se refiere. Década en donde la experimentación era bastante más común que la obligación de hacer un hit, donde no tener límites a la hora de componer era la moneda corriente en contrapunto a que la carrera de una banda dependiera de las ventas… Todo esto y mucho más eran los mágicos setenta y si a esto lo convertimos en música, como si de una fórmula alquímica se tratase, estaríamos hablando del Rock Progresivo.

En aquella época, todo parecía provenir del Reino Unido (Pink Floyd, Yes, King Crimson, Genesis, Camel y así un largo etcétera) y ahora este movimiento parece haberse trasladado a los países nórdicos con grandes demostraciones de formaciones como Magic Pie (Noruega), Spektrum (Suecia), Nurkostam (Finlandia) y la banda culpable de que me siente a escribir esta review, Beardfish provenientes de Suecia. Eran desconocidos para mí, pero al llegar este “Mammoth” a mis manos tuve la innata necesidad de investigar y escuchar sus anteriores trabajos y debo admitir que me cuesta decir cual me ha sorprendido más. En todos se puede palpar a la perfección todo ese espíritu setentero, con inmensas demostraciones instrumentales, pasajes llenos de misticismo y epicidad y sensacionales atmósferas completas de laberíntica diversidad musical.

De todas esas grandes bandas que he nombrado de la década dorada del género hay de todo un poco, aunque sin lugar a dudas BEARDSFISH nos recordará de sobremanera a la profundidad de King Crimson, a los entresijos del Genesis de Peter Gabriel y a esa ventura congénita de Camel. Todo esto metido en un mismo saco, pero con un sonido actual. Parece ser que Beardfish nace de la mente creativa de su cantante-guitarrista-teclista Rikard Sjöblom hace una década exactamente y este “Mammoth” es su sexto álbum.

La primera canción que invadirá nuestros pabellones auditivos es The Plataform, donde encontraremos muchísimo Hard Rock en sus ocho minutos de vida. Encontraremos mucho de este género principalmente en los riffs de guitarra aunque se irán fusionando poco a poco con continuos cambios de estructuras y con los teclados, que son hammonds en su mayoría. Gran trabajo del batería Magnus Östgren y lo mismo para Robert Hansen desde las cuerdas de su bajo haciendo un trabajo sencillamente impresionante.

A posteriori, vendrá la canción más larga de todo el disco. And The Stone Said “If I Could Speak” son quince minutos de innegable y sensacional habilidad donde los cuatro músicos brillarán como auténticas estrellas del alba dentro del cielo polifónico. Recién, a los cinco minutos de comenzar la canción, escucharemos la voz del vocalista, mientras tanto los teclados se multiplicarán hasta el infinito siempre arropados por la batería y los geniales riffs de la guitarra de David Zackrisson. Por vez primera, y sobre el ecuador del tema, aparecerá el sonido del sensual y cálido saxofón recordándonos a los mejores momentos de Pink Floyd. Grandes matices épicos y cambios atmosféricos por doquier. Disfrute ilimitado para nuestros sentidos.

Tightrope a priori parece de las menos complejas y hasta con cierto aire popero con unas exquisitas guitarras acústicas flotando por ahí. Apenas la escuchemos vendrá corriendo a nuestra memoria Peter Gabriel y sus infatigables Genesis. Deliciosa y a la vez que delicada melodía en el principio. El deguste sónico no se detiene…

Green Waves es sencillamente ROCK, sí, Rock con mayúsculas, porque gracias a las guitarras suena muy visceral, muy crudo y por momentos emerge un estallido clamoroso parecido al de principios de los noventa o lo que todos conocemos como Grunge. Es simplemente genial como estrofas furiosas se amalgaman con otras de una sutileza grandiosa y las guitarras se propagan por mis cascos (quizás altavoces en vuestro caso) conteniendo mucho de esa furia setentera, pero esta vez no heredada del progresivo, sino de los primitivos Black Sabbath. Muchas cosas que destacar sin dudas, porque estamos hablando de ocho minutos de canción, pero me ha encantado nuevamente el trabajo del batería Magnus Östgren con unas geniales síncopas y contra-ritmos continuos.

Outside/Inside no es más que poco menos de dos minutos donde el piano ejecutado por el alma máter de la banda sirve de introducción para la compleja Akakabotu. Complicada tanto compositivamente hablando como lo es su nombre. En este tema instrumental reina el Jazz y por lo tanto el saxofón nuevamente se convierte en el actor principal de la representación. Es cierto que los teclados pisan con fuerza queriendo captar la atención de los escuchas pero sin dudas el saxo es el que lleva la voz cantante y el que nos hará delirar a la vez que disfrutar.

Curioso título para despedirse. Without Saying Anything es la antítesis de lo que la banda realmente hace. Todo lo contrario a lo que pregona el título, tienen muchísimo que decir y lo magnifican en un exquisito formato sonoro. El piano se adueña de la canción y aunque la voz, magistral por cierto, y la guitarra quieran restarle protagonismo, el clásico instrumento sale triunfante de esa batalla musical. Pasarán muchas horas en que la melodía de los teclados rondará nuestra cabeza y la recordaremos con la mejor de nuestras sonrisas.

Y así llegamos al final del disco. Está clarísimo que es para los seguidores del género y para disfrutar con una pasmosa tranquilidad y cómodamente sentados en nuestro hogar. Nueva apuesta del sello InsideOut y nuevo acierto lleno de calidad, clase y sobretodo, buen gusto. Atención que hay Edición Especial donde el CD viene acompañado de un DVD con canciones en directo y el famoso “Cómo se hizo”.