Blackfield – Live in New York City

Por Morpheus Misfit.

Snapper Music

Blackfield es el proyecto paralelo que tiene montado el cantante, compositor y guitarrista y líder de los exitosos Porcupine Tree con el intérprete israelí Aviv Geffen. Empezaron con un primer disco que pasó bastante inadvertido y en el que había temas de valía junto con otros que no eran nada del otro mundo. Pero ya, hace como dos años, sorprendieron al mundo de la música con su segundo disco, un pedazo de redondo que contenía algunas de las mejores canciones oídas en el terreno del pop progresivo (por llamar de alguna manera a la música de esta gente), temas increíbles como “The end of the world”, “Once” o “My gift of silence” venían a demostrar que, aunque nunca alcancen el estatus de estrellas del rock, siguen existiendo en nuestro días formaciones con interés suficiente como para atraer la atención de los seguidores más exquisitos. Aquel segundo disco de Blackfield, que se titulaba sencillamente “II”, sirvió de excusa para que la banda diera el salto al otro lado del Atlántico e iniciara una gira que adivinamos modesta pero digna, y que les permitió tocar en Nueva York, en un local de pequeño aforo pero con un público entregado, concierto que ha servido, en definitiva, para filmar este DVD, un documento en vivo que nos presenta a Aviv Geffen y a Steven Wilson con una competente banda de acompañamiento, interpretando sus canciones de los dos plásticos, y está claro, tras visionar el DVD, lo que decía antes: son las canciones del segundo disco las que más calan entre el público, entregado por completo a las interpretaciones de estos dos genios: cuando se lo hacen con “The end of the world” da gusto ver las caras de éxtasis de los fans de las primeras filas, y también sorprende el aspecto histriónico de Aviv Geffen, un individuo que en escena resulta, cuanto menos, curioso de ver, con su brillantina en la cara, su camisa de fantasía y esas poses de poeta malherido por el mundo, por la dolorosa realidad de quienes han nacido con la angustiosa lucidez que les condena, cada día, a asistir al patético espectáculo de la tragedia humana.

Consideramos a esta banda una de las formaciones más interesantes aparecidas en los últimos años, y para un servidor más competentes aún que Porcupine Tree, a la espera, claro está, de oír el último redondo de los ingleses. Un aspecto que me gustaría resaltar es que, por fin, uno sabe cuál de los dos cantantes canta qué parte de cada tema, pues en disco, las voces de ellos son tan parecidas, que muchas veces resulta casi imposible determinar cuándo canta Steven Wison o cuándo lo hace Aviv Geffen, algo parecido a lo que sucede con los viejos discos de Pink Floyd, que no sabe uno cuándo interpreta vocalmente Roger Waters o cuándo lo hace David Gilmour.

Por lo demás, buena presentación, sonido perfecto e imagen y realización de lujo.