Cavador – …de tumbas

Por Morpheus Misfit.

Hay bandas que se resisten al paso del tiempo, se aferran al pasado y para las cuales eso del revival del thrash moderno no significa nada. Son bandas a las cuales les gusta hacer las cosas de manera antigua, las cuales se identifican con un sonido old school y las cuales recientemente han derramado mas de una lagrimita al escuchar que los Big Four se reunian para hacer una gira. Cavador es una de esas bandas, herederos del sonido mas primigenio del thrash, una banda que sin problemas podría hacer de teloneros de Destruction en cualquier momento y un grupo de amigos que intentan llevar su mensaje de protesta sin fronteras y sin importar los desperfectos del debut.

Y es que este primer lp de la banda argentina, a pesar de estar producido de manera muy soberbia, sufre los típicos fallos de una banda que empieza su andadura en el mundo musical: demasiadas influencias marcadas a través de las canciones (Megadeth en sus primeros discos, Testament en sus principios, y los anteriormente mencionados Destruction) que impiden distinguir de un sonido propio, una voz principal que quizás debería replantearse (vaya reminiscencia a Hermética, si señor) y unos coros muy poco conseguidos, que acompañados por unas letras demasiado previsibles en un estilo demasiado trallado dan un resultado general de aprobado, nada mas. No es que seamos crueles, porque para ser sinceros en el terreno instrumental hay varios aspectos atractivos de la banda, como el juego de riffs fluidos y una gran sección de percusión por parte de Bruno Alamo, pero para una banda que se lanza de lleno a la competencia artística deberíamos poder visualizar un atisbo mas de originalidad o actitud propia.

Como hemos dicho, hay que tener en cuenta que se trata de un disco debut y que una banda con tales influencias nos puede presentar algo grato en el futuro, ya que bandas que tampoco han inventado la rueda en esto del thrash (ejem, Municipal Waste) si han sabido darle ese toque personal a sus trabajos. Mucho camino por delante, pero el futuro es esperanzador.