Por Morpheus Misfit.
Ya antes siquiera de lanzar su debut hace dos años, Chickenfoot fueron llamados otro nuevo “supergrupo”, y es que tener a la mitad de Van Halen sale rentable. Fue difícil no quedarse impresionado con el talento, el entusiasmo y el espíritu infundado de aquel disco rockero y melódico, pero lo fundamental de todo el asunto es que, aun a sabiendas de ser unos rockeros con el estrellato asegurado, se las sudaba todo y solo lo hacian por el mero hecho de divertirse…ahora sale “III”,
Con el cuarteto llegando a conocerse mejor al pasar estos dos años puedes tener por asegurado que el sonido ha llegado a ser mas conciso, inclusive algo experimental en su propia manera: añadido al factor rock encontramos algo de blues e inclusive algo de pop en canciones con un tempo mas lento…basicamente se trata de los mismos Chickenfoot con un extra.
Sorprendentemente la renovada fé en la experimentación guitarril de Satriani se queda atrás en este disco, aunque las armonias de Hagar y Anthony siguen brillando con esa familiaridad tan peculiar: “Last Temptation”, “Lighten Up”, “Alright, Alright”, y “Big Foot” suenan a esos Chickenfoot que nacieron hace dos años, mientras que “Come Closer” afloja un poco las cosas mientras se adentra en terrero R&B (“Dubai Blues” hace lo suyo en el blues rock con un riff mas que memorable).
Lo experimental continua con “Something Gone Wrong” con su banjo y su guitarra acústica, aunque quizás de mayor innovación se puede considerar “Three and a Half Letters”, una canción propuesta por el manager del grupo y en la cual Sammy Hagar literalmente lee una carta escrita a él por fans suyos en aprietos económicos…toma originalidad!.
Quienes vayan buscando en este álbum lo directo y fácil de “Sexy Little Thing” o “Down the Drain” quizás se encuentren con una sorpresa, eso si, agradable, porque este disco es el debut con un toque menos influenciado por los trabajos de sus previos grupos. Lo que prima es la variedad, y uno ya empieza a entender porque han denominado a este disco “III”.