[classicos] Crowbar – Odd Fellows Rest (1998)

Por Lorenzo García

Kirk Windstein – voz, guitarra rítmica
Todd Strange – bajo
Jimmy Bower – batería
Sammy Pierre Duet – guitarra, coros
Big Mike The Testices – coros
Ross Karpelman – teclados, piano
Sid Montz – percusión adicional

Intro
Planets Collide
…And Suffer As One
1000 Year Internal War
To Carry The Load
December’s Spawn
It’s All In The Gravity
Behind The Black Horizon
New Man Born
Scattered Pieces Lay
Odd Fellows Rest
On Frozen Ground
Remember Tomorrow

La amistad que Kirk Windstein tenía con Phil Anselmo de Pantera fue lo que puso a la banda en el radar de muchos de nosotros. Habían lanzado cuatro discos pesados como bloques de cemento, y te gustase o no su música tenías que reconocer que sus actuaciones en directo eran de otro planeta. Hasta entonces no habían cambiado ni un ápice de su sonido, lento y duro, pero se avecinaba un cambio de sello ¿La banda cambiaría su rumbo con otra casa discográfica?

Por suerte decidieron mantenerse fieles, y en “Odd Fellows Rest” siguen haciendo un metal agotador, taladrante, canciones que te hacen doler la cabeza de placer, con la voz atormentada y rasgada de Kirk Windstein que no da tregua ni en la versión de “Remember Tomorrow” de Iron Maiden, dejando destellos de algún que otro solo en algún sitio, pero por lo general consolidando eso que les ha hecho tan grandes: que tanto las guitarras, el bajo y la batería formen un muro de sonido impenetrable, que marcha al unísono y no se entiendo uno sin otro.

Las letras y las melodías melancólicas van de la mano de este sonido depresivo, oscuro y desteñido que logran arrancar de sus instrumentos en cada tema, donde parece que Windstein pasa por un infierno personal mientras Jimmy Bower va machacando sílaba a sílaba sus lágrimas. Hay ciertos momentos en este álbum, como en “Decembers Spawn”, donde canta de una manera más limpia de armónica, y es incluso en estos momentos de descanso donde la tensión crece sin cesar en un doom bastante primitivo pero resultón.

Coros que son como lamentos, esos pedales de guitarra que parecían un viaje en ácido, ese punch etéreo en la percusión que parecía quitarnos la gravedad a momentos, todos elementos que nos sumergen en la oscuridad alucinógena. La distorsión casi te hace levitar, con un aura bañado en graves que convierte la parte final de este disco en un laberinto impenetrable.

Mucha gente se pregunta a que suena el sludge, y buscan respuestas en New Orleans y toda la hornada de bandas que salieron de allí en los 90´s, pero es la producción y mezcla de discos como “Odd Fellows Rest” en donde puedes decir sin miedo a equivocarte “esto es sludge”. Aunque hayan hecho en este álbum lo mismo que llevaban haciendo desde 1991, se nota cierta atmósfera de madurez en un sonido mil veces ensayado y perfeccionado del que es bastante responsable el entonces nuevo guitarrista Sammy Duet de Acid Bath. No se puede negar que la química era brutal en este periodo específico de Crowbar, sino que se lo pregunten a los Metallica de 2016.