Texto: Íñigo Domínguez Díaz
Existe cierta controversia de un tiempo a esta parte sobre el tema de las bandas tributo o bandas que imitan el sonido de los grandes el rock y el metal como AC/DC, Iron Maiden, Black Sabbath, Queen, Metallica o Motörhead. La crítica gira alrededor de la existencia de las mismas, de si conviene o no, de si están aportando algo real o es simplemente oportunismo.
Como en todo, las opiniones las hay a favor y en contra y como últimamente estamos comprobando en la vida social y política, originadas más desde el corazón que desde el cerebro. La música, en la que como fan interviene más la cavidad torácica que el volumen de masa encefálica se decanta por la crítica salvaje y a veces injustificada hacia las bandas tributo o las llamadas “copia”, en la que la conclusión final es que si no existieran sería mejor para todos. Pues yo voy a poner un poco de frialdad y toda la materia gris que poseo esta última no muy abundante.
Simplemente alguien tiene que continuar el legado musical de un artista, imaginaos que se prohibiera tocar a una orquesta Las Cuatro Estaciones de Vivaldi o el Requiem de Mozart, después de trescientos años no seguirían presentes y no formarían parte de nuestra cultura ni hubieran podido ser influencia posterior de innumerables músicos y compositores a lo largo de todo este tiempo. Poniendo el caso de alguien que ya no está entre nosotros, Lemmy, ¿no sería justo, hasta desde un punto de vista diría hasta ético, que alguien continuara su legado?
Personalmente creo que sí, generaciones futuras tienen derecho a disfrutar de lo que Motörhead y el resto de artistas mencionados (en mayor o menor grado todos cerca del fin de sus carreras) han supuesto para la música ya sea a nivel profesional o lúdico. La música si no se toca en directo se pierde en el olvido.
¿Y por qué esta pequeña disertación? Porque me parece injusto que a una banda como la que ahora me ocupa Airbourne, tenga el cliché de copia de AC/DC desde el punto de vista negativo. Es evidente que la influencia es patente, buscada y algo que hace honor a la banda, no escondida, pero ¿acaso lo hacen mal? NO, ¿están destrozando el legado de los Young? NO, diría que hasta lo están mejorando, ¿entonces a qué viene tanta polémica y crítica vacía? Difícil de establecer así que mejor centrarse en el concierto que dieron en Barcelona, que como en otras ocasiones fue muy alto nivel, por sonido, ambiente y sobre todo muy divertido.
La tarde comenzaba con una larga espera entre la apertura de puertas y el concierto de los teloneros, una hora que aproveché para tomar la mejor posición posible ya que había acudido pronto a la cita. El grupo que acompaña en esta gira a Airbourne son los autodenominados mejor banda de rock n’ roll, los estadounidenses Supersuckers, que con su rock/ punk de influencia ramoniana aparecieron en una época en la que el grunge y el hardcore melódica dominaban la escena, allá a comienzos de los noventa lo que no les permitió sobresalir todo lo que tal vez podrían haberlo hecho, todo y que tienen un gran mérito en seguir en la picota todos estos años. Saltaron al escenario pues con una propuesta más ligera y gamberra que el cabeza de cartel y se notaba que poca gente había que estuviera allí por ellos.
Personalmente me hubiera gustado ver una banda más cercana en lo musical a Airbourne, no puedo negar que su directo no fuera competente y que el grupo liderado por Eddie Spaghetti lo dio todo en el escenario pero fueron pocos los temas que llegaron a calar en mí, entre ellos The Evil Powers of Rock and Roll. Bastante culpa de ello la tuvo que Eddie no estuvo al 100% en las voces, sonando muy ronca y en un tono nada acorde al de estudio y acabé más escuchándolos de fondo que realmente metido en el concierto.
Finalmente, después de cuarenta minutos terminaron y dieron paso a un nuevo interludio de media hora en el que se descubrió el montaje de Airboune, que sigue dando protagonismo a los equipos Marshall, sinónimo de calidad y sobre todo de potencia sonora. Hasta dieciséis pude contar, lo que presagiaba una auténtica tormenta sonora nivel Manowar. Y así fue desde la propia intro en la que los martillazos de la banda sonora de Terminator sonaron como si en la fragua de Hefesto nos encontráramos. Al poco la banda liderada por los O’Keeffe (Que para el que le suponga un prejuicio escucharles, le voy a proporcionar otras dos coincidencias con AC/DC; banda australiana y liderada por dos hermanos) atacó su primer tema y clásico de la noche, el eléctrico Raise Your Flag. Esta es probablemente una de las canciones que mejor puede definirles, además de su hit Runnin’ Wild canción con la que saltaron a la fama.
Son en parte AC/DC pero también tienen esencia Motörhead y su rock n’ roll parte más del hard rock y el heavy metal que del blues, como ocurre con la banda de los Young. Siguiente tema, otro pepinazo como es Too Much, Too Young, Too Fast siendo Burnout The Nitro el primero de las canciones de su nuevo disco Boneshaker que presentaron. Pocas hubieron en el setlist, la mencionada y otra más, posiblemente motivado porque la mayoría de la gira ha transcurrido con el álbum por editar, siendo precisamente el día anterior al concierto cuando vio la luz. Por cierto si hay alguno de sus trabajos que más esencia AC/DC es precisamente este último, más motivos para sus detractores, que abro paréntesis, que tampoco son tan numerosos, ya que en un día con eventos como La Polla Records y God Save The Queen, ambos en Sant Jordi, la opción menos nostálgica era la de Airbourne y la Razz principal colgó el cartel de sold-out.
Back In the Game es contundente y así la tocaron, la potencia de los Marshall se volvió a hacer notar, en Girls In Black Joel bajó del escenario y se dio una vuelta entre el público alargando el momento central de la canción. Bottom Of The Well fue preludio de uno de sus mejores temas de su repertorio el Breakin’ Outta Hell que fue recibida como se merece, con locura y después de esta, a reponer fuerzas con unos cubatas de Jack Daniel’s que preparó Joel convertido en barman por unos minutos y que uso como parte del tema de It’s All for Rock ‘n’ Roll en homenaje a Lemmy. Con Boneshaker cerraron la presentación de su nuevo disco y está claro que esta canción estará muy presente en el futuro en sus actuaciones a tenor de como fue recibida por la audiencia. Live It Up que irremediablemente recuerda al Lick It Up de Kiss completó los homenajes de la noche y se despidieron con un nueva oda al rock n’ roll y su estilo de vida Stand Up for Rock ‘n’ Roll.
Como si no hubiera quedado claro esto último volvieron con Ready To Rock y finalizaron de forma épica, apoteósica y por todo lo alto con la imprescindible Runnin’ Wild, que en tiempos fue usada como sintonía de apertura en el programa de radio La Vida Moderna.
Un uno fijo en la quiniela es lo que son Airbourne, es la seguridad de que vas a ver un espectáculo entretenido, con buenas dosis de clichés del rock n`roll y el heavy metal, un show eléctrico por el que merece la pena pagar la entrada.
Setlist Airbourne
Raise the Flag
Too Much, Too Young, Too Fast
Burnout the Nitro
Back in the Game
Girls in Black
Bottom of the Well
Breakin’ Outta Hell
It’s All for Rock ‘n’ Roll
Boneshaker
Live It Up
Stand Up for Rock ‘n’ Roll
Bis:
Ready to Rock
Runnin’ Wild