Texto: Íñigo Domínguez Díaz
Buen combo folkmetaliano el que se presentó la noche del domingo en Barcelona. Por un lado los islandeses Skálmöld que con su viking metal y por el otro y como cabeza de cartel los británicos Alestorm, ambos con la misión principal de hacernos saltra, botar, gritar, empujarnos… en definitiva hacernos pasar un buen rato con su música en directo. Es conocida la amistad entre ambas bandas, que incluso han llegado a editar un Split conjunto en el que una versionaba a la otra un único tema.
Comenzaron puntuales y con la sala ya casi llena por completo los islandeses que fueron ocupando el escenario a medida que sonaba la preceptiva intro. Para el que nos los conozca Skálmöld es verdadero viking metal; la música, los ritmos, las letras, el idioma, pocos grupos creo que saben plasmar la esencia de las odas y poemas nórdicos como ellos. En su país cuentan con legiones de fans (comparable al tamaño de la población del país, claro) y su música se escucha en todas las cadenas musicales de radio, junto con compatriotas suyos como Solefald o Solstafir. Y es que este país ha dado unas cuantas bandas que saben transmitir la esencia e idiosincrasia de la lejana isla y tienen ese trazo común avant-garde que tan distintiva hace su música. Tal vez Skálmöld profundizan más en su faceta folk y vikinga lo que les hace “más fáciles de escuchar” si bien su música está dotada de muchos matices e influencias que incluye momentos musicales realmente complejos.
En todo caso, una de sus fortalezas es que sus composiciones a pesar de contar con arreglos, son muy directas y el grupo prácticamente no echa mano de ninguna pista pregrabada, siendo los coros un buen ejemplo. Son ejecutados por los seis miembros de la banda, incluido el batería. Hicieron un concierto perfectamente ejecutado, con buen sonido y con todos los miembros de la banda muy activos y animando al público, que se les entregó desde el primer tema. Se notaba que había mucha gente que venía expresamente a verlos a ellos y la banda correspondió a sus fans dando lo mejor de sí. Sinceramente se marcaron un concierto sobresaliente (a la vez que largo para ser teloneros, diez temas y una hora de duración) en el que fueron de menos a más de forma totalmente intencionada dejando los mejores temas para el final, siendo los temas más coreados los últimos que caer como Niðavellir o Kvaðning.
Capítulo aparte merecen los británicos Alestorm, que este año celebran 10 años de su primer lanzamiento discográfico Captain Morgan’s Revenge, disco con el que ya rompieron moldes y les lanzó a la fama desde el primer momento. Aprovecharon la moda pirata de ese momento y se lanzaron a conquistar los siete mares con un power metal con mucha influencia folk y letras sencillas, basadas en la épica y las batallas navales de la época dorada de la piratería. Poco a poco han ido evolucionando hacia una música y estética más gamberra, más cercana a lo surfero o playero guiri (en cualquier caso nunca lejos del mar) y ya es famoso su patito de baño gigante que les acompaña en el escenario. Su último trabajo No Grave But The Sea se editó el año pasado y aún no habían pasado por nuestro país para presentarlo en gira, sí en algún festival y se notaba que la gente tenía ganas de verlos y de vivir una gran fiesta con ellos. La 2 de la Razz estaba a rebosar y dispuesta para la juerga pirata/surfera cuando de nuevo, sonó una preceptiva intro y comenzaron con un clásico como Keelhauled único tema que sonó de su segundo trabajo Black Sails At MIdnight y que ya hizo enloquecer al público que se entregó desde el primer segundo a la juerga y el desenfreno que tanto predica la banda.
La banda está perfectamente liderada por su capitán barbanegra y fundador Christopher Bowes que no deja en ningún momento de animar y provocar al público a la vez que toca un órgano portátil y canta, lo que honestamente es difícil lo que lo hace un frontman único en el heavy metal (Para entendernos un David DeFeis pero en animado). Continuaron haciendo un buen mix entre sus canciones más épicas como Magnetic North o las más gamberras como Mexico. Entre tanto bote, salto, empujón y cerveza volando, de repente hubo momento para la pausa y una balada y se vivió un momento inesperado para mí, en el tema Nancy the Tavern Wench en el que sin que lo pidiera Chris el público comenzó a sentarse en el suelo y a remar en trainera a ritmo de la música, lo que estéticamente quedó impresionante con más de media sala haciendo de remeros al mismo tiempo. Después vino el Rumpelkombo buen tema de transición para romper el momento mágico y de nuevo otro momento clave de la noche: para el siguiente tema Chris anuncia el comienzo de una batalla y pide que el público se divida en dos para ejecutar un Wall of death a la cuenta de tres. Así fue a ritmo del que es su mejor tema en mi opinión 1741 (The Battle of Cartagena) de su más aclamado disco Sunset on the Golden Age que sonó brutalmente épico.
En modo orgía total llegó otro de los momentos divertidos de la noche. Chris invitó al escenario al pipa que se enfundó la guitarra acústica y a un colega australiano dos por dos, que se bebió cuatro coronitas (a medias, eso sí, que me fijé) en treinta segundos, después de lo cual tocaron una de sus canciones más animadas Hangover que no invita a otra cosa que no sea beber hasta el coma etílico. Después tocaron dos temas de transición Pegleg Potion y Bar ünd Imbiss para después ejecutar uno de los más esperados de la noche Captain Morgan’s Revenge que da título al disco que como antes he comentado les dio a conocer y cumple diez años en este 2018. Sonó potente y hasta en un punto trágica en un momento en el que la audiencia estaba totalmente entregada pero le quedaban fuerzas para más. Pero aún quedaba el tramo final con canciones con orientación más gamberra, incluso con un puntillo punk como son Shipwrecked y Drink que fueron acompañadas como corresponde a este tipo de temas por el público (más saltos y empujones).
Después de esta última, realmente no llegaron a abandonar del todo el escenario y comenzaron el bis con las notas sonando de Wolves of the Sea (versión de una tema eurovisivo del año del chikilicuatre si no recuerdo mal) en el que anunciaron que alguien subiría al escenario para realizar una tarea importante. El premio fue para una chica a la que proporcionaron un cuchillo para que literalmente matara al patito, ya que era el último show de la gira y no querían volver con él. Así que ya veis a chica ejecutando tan sádica tarea y una vez acabada lanzando el pato al público para que termine la faena al son del citado tema. Media sala acabó ondeando trozos de plástico amarillo durante este tema y el final Fucked With an Anchor otro de sus temas gamberros que fue recibido como le gran colofón que merecía la fiesta vivida hasta ese momento.
Gran fiesta la vivida con Alestorm, banda que han sabido hacerse un hueco en el metal explotando al máximo la fórmula, fiestas, alcohol, folk, melodía pegadizas y letras cachondas unido a unas pocas virtudes musicales. Está claro que no destacan precisamente por esto, pero si buscas un rato divertido, desenfreno puro y locura, Alestorm es tu grupo.
Setlist Skálmöld
Árás
Gleipnir
Sverðið
Múspell
Niflheimur
Narfi
Móri
Niðavellir
Að vetri
KvaðningSetlist Alestorm
Keelhauled
Alestorm
Magnetic North
Mexico
The Sunk’n Norwegian
No Grave but the Sea
Nancy the Tavern Wench
Rumpelkombo
1741 (The Battle of Cartagena)
Hangover
Pegleg Potion
Bar ünd Imbiss
Captain Morgan’s Revenge
Shipwrecked
Drink
Wolves of the Sea
Fucked With an Anchor