Texto: Iñigo Dominguez Diaz
Fotos: Iñigo Dominguez Diaz
Cada vez que escucho AMORPHIS es un viaje musical a una realidad paralela, en la que descubres cosas nuevas, matices, notas que hacen especial el momento. No importa si es en el ipod en el metro, en el equipo de casa, en el ordenador, de fiesta o de camino al trabajo, cuando te relajas o cuando estás de fiesta, alegre o enfadado. Su música puede llenar cualquier lugar o complementar cualquier momento del día o estado de ánimo.
Si las sensaciones son estas cuando escucho AMORPHIS en estudio, imaginaros la experiencia que es uno de sus conciertos, los espero como agua de mayo, fecha reservada en la que el resto de citas o tareas que hacer del día quedan un segundo plano. Ese día tocan AMORPHIS y eso basta para que sea un día que va acabar bien seguro.
Y es que desde que Tomi Joutsen se unió al grupo el salto de calidad llevado a cabo ha permitido a la banda situarse, no solo como un fenómeno de masas dentro del metal, si no que lo que es mejor, lo han elevado a referente de calidad, exquisitez y pureza musical y lírica. Y es que al giro dado a partir de Elegy, Tomi consiguió imprimirle además de su sello personal, el carácter primigenio de etapas anteriores que le faltaba.
Esto es musicalmente hablando, lo que se les puede discutir es la actitud de alguno de sus miembros en el escenario, pero van tan sobrados de calidad técnica que es algo que se les puede perdonar.
Más adelante volveré con AMORPHIS, pero como suele ocurrir, la noche no empezó con ellos y abriendo el concierto estaban los norteamericanos STARKILL, una banda jovencísima, que por apariencia y por orientación musical, recordaba a los CHILDREN OF BODOM o ENSIFERUM de principios del 2.000, death melódico, con mucha influencia del power metal imperante de aquellos tiempos. Defendieron como pudieron su propuesta, ya que el sonido del que dispusieron fue pésimo, aun y todo, ofrecieron un concierto decente y poseían unos cuantos temas salvables de lo que es hasta ahora su único trabajo Fires Of Life. Me gustaron los temas Fires Of Life y Sword, Spear, Blood, Fire y si bien comenzaron fuertes, su concierto se acabo haciendo un poco monótono, ya que su música poco aporta a lo que ya conocemos, unido al poco público y la frialdad con la que recibió su descarga, desde luego no pasará a la historia su concierto.
Margen de mejora tienen, a pesar de su juventud se les vieron tablas a todos sus componentes y con un añadiendo un componente más personalizado a sus música, tal vez puedan llegar a hacerse un nombre, sobre todo si acompañan a grupos más cercanos a su orientación musical, donde el público pueda darles un poco más de calor.
Y es que Barcelona un martes aun está dormida y es por esta razón no era el mejor día para introducir a unos totales desconocidos. Por suerte esta tendencia se revirtió cuando acabaron STARKILL y comenzó a prepararse el show de AMORPHIS, momento en el cual la Apolo también comenzó a llenarse. Lo que por un principio parecía que iba a ser un concierto íntimo y a la vez desangelado, se convirtió en lo que merece esta banda, en uno con un aforo más que respetable, con calor del público para poder contrarrestar el pequeño pero que tiene este gran grupo que es su frialdad en el escenario.
Y es que técnicamente, uno por uno sus componentes son unos fuera de serie, lo que añadido a su capacidad creativa en estudio los hace una banda completísima, pero en directo les falta ese pequeño empujoncito para convertirse en referente en este ámbito. Y es que AMORPHIS descarga demasiado esta responsabilidad en su frontman, que son su presencia, aspecto, headbanging y por encima de todo su buen hacer como vocalista es capaz de llenar bastantes huecos dejados por el resto de componentes, pero obviamente no puede con todo. Esa Holopainen guitarra solista y uno de los fundadores de la banda, es un gran hacha técnicamente pero permanece excesivamente apático y poco comunicativo con el público. El segundo guitarra y el bajista son un poco más activos, pero tampoco despliegan la mayor de las simpatías precisamente.
Aun y todo, el viaje a la dimensión paralela se produce igualmente, estos tíos clavan sus temas, mejor dicho los mejoran. En el caso particular de los de “Circle” que presentaban durante la gira, les imprimen un grado más de potencia que los acaba haciendo mejores de lo que suenan en estudio, algo que no todas las bandas son capaces de conseguir.
El concierto empezó fuerte con Shades Of Gray, con un Tomi sublime desde el primer momento y creando la atmósfera necesaria para comenzar bien la noche. Sin pausa continuaron con un tema delicioso, como es Narrow Path con ciertos elementos y ritmo folclóricos, que tanto gustan de incluir en sus temas. Lo bueno es que son adornos simples que no ensombrecen a los instrumentos principales y que en directo son fáciles de suplir con el teclado. De nuevo sin pausa tocan lo que empieza a ser un imprescindible en sus setlist, Sampo, con la cual bajaron un poco el ritmo del concierto. Canción muy melódica y con influencia progresiva, aunque en la parte final cambia de ritmo y registro y pasa a ser más agresiva aunque a medio tiempo.
Continuaron recordando Skyforger y de nuevo otro imprescindible, Silver Bride, tema más orientado al gótico, enigmática y poderosa a la vez gracias a los grandes solos de guitarra y a las voces agresivas finales.
El primer recuerdo al pasado más lejano llegó con uno de sus clasicazos, Against Widows, aunque la versión tocada ahora es la regrabación del Magic & Mayhem, como ocurre con todos los temas de sus primeros tiempos. En cualquier caso son la combinación perfecta del presente y pasado de la banda y gracias al buen sonido con el que contaron, sonó a las mil maravillas.
Después, vuelta a Circle, con uno de las canciones con ritmo más comercial, The Wanderer que gracias a esa fuerza que es capaz de imprimir la banda en directo, hizo que no rompiera del todo el ritmo acelerado del anterior tema. Siguiente fue My Kantele, otro imprescindible regrabado, éste sí alteró un poco el ritmo, aunque para bien ya que tiene una melodía muy suave, con partes instrumentales largas que hacen que el resto de miembros de la banda se puedan lucir.
Siguiendo con viejos recuerdos, tocaron una de los temas más impactantes en directo que poseen, con batería a doble bombo y riffs de guitarra oscuros Into Hiding, nos encandiló a todos. Nueva presentación de Circle, Nightbird’s Song, tema que no desmerece en absoluto a su predecesor, por poseer elementos muy similares, con un Tomi en plan maestro haciendo de buen y mal chico a la vez con sus voces, sonó infinitamente mejor que en estudio, de lo mejor de la noche. Primer recuerdo para el primer disco de la formación actual, Eclipse, con la canción The Smoke, con sus sencillas estructuras y simple estribillo lo hacen ideal para el directo.
A continuación vino la única concesión a su anterior trabajo, The Beginnig Of Times, con You I need, que si bien no es malo, no es lo mejor que escribieron en su anterior álbum. Igualmente fue un buen interludio, para lo que venía después Hopeless Days, una canción con unos teclados que le dan un aire black impresionante y que fue elegido como single de Circle. He de reconocer que en estudio no acabó de convencer del todo, pero en directo, tal vez por la preconcepción negativa que poseía de esta canción, me pareció un tema aplastante y que espero toquen siempre a partir de ahora.
Recrearon la atmósfera depresiva también reflejada en el videoclip a la perfección y fue uno de los momentos álgidos de la noche. Y sin bajar el pistón, otro tema de los que pone la piel de gallina, Leaves Scar, profundo y simple a la vez, es otra de las joyas de Eclipse, que sirvió para despedir a la banda por primera vez antes del bis.
Con ganas de más y sabiendo que algo caería, no nos hicieron esperar demasiado y retornaron al escenario con otro de los recordatorios obligados a Skyforger, la rápida Sky Is Mine, único momento de la noche en Tomi falló un poco a las voces, ya que es una canción exigente por los tonos más altos que se ve obligado a realizar. Para rebajar en ese aspecto y volver a un ámbito que se adapta un poco mejor a sus características como cantante, la revisada Black Winter Day, con sus envolventes solos de guitarra nos presagiaba ya el final del concierto que llegó con el tema de temas de Eclipse, House Of Sleep, mejor forma de terminar imposible, tema cercano al sonido Sentenced, pero son el sello personal que le imprime AMORPHIS.
En definitiva, magnífico concierto, mejorable solo en el aspecto comentado de un poco más de participación global de la banda a la hora de meterse al público en el bolsillo. Han mejorado con respecto a la última vez que los vi hace dos años con respecto a la ejecución de los temas, si bien en el aspecto visual no han cambiado nada de nada y tal vez sea un aspecto a mejorar en próximas giras. En cuanto al setlist, el único reproche tanto en esta gira como en la anterior es no incluir nada de Silent Waters, habiendo en este disco temas que funcionan bien en directo como Weaving The Incantation o A Servant. En cualquier caso impresionante concierto, banda recomendable 100% para el que quiera escuchar algo diferente, tienen la virtud de sonar a ellos mismos y mucho más aun cuando lo hacen en directo.
Setlist AMORPHIS
Shades Of Gray
Narrow Path
Sampo
Silver Bride
Against Widows
Wanderer
My Kantele
Into Hiding
The Smoke
You I Need
Hopeless Days
Leaves Scar
Encore:
Sky Is Mine
Black Winter Days
House Of Sleep
Puedes ver todas las fotos aqui: