Texto: Kukulcán
Fotos: Xibalba
Y llegaba el gran día, eso que para muchos suponía solo un sueño: ver a Muse en Málaga. Mucho ha llovido desde que la banda de Matt Bellamy viniese a Granada a presentar ‘Absolution’ en 2004, así que ver como ese grupo de rock alternativo se ha convertido en el monstruo de un rock musculoso que llena estadios ha sido muy gratificante. Se quedará siempre grabada en nuestra retina el momento en el que el líder de Muse se cuelga al cuello las banderas de Andalucía, España, y Ucrania que les habían arrojado desde el público. Potencia, shock y espectáculo en una última jornada que nos brindó muchísimo más.
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Arrancábamos la jornada en el escenario 3 con Niña Coyote Eta Chico Tornado. La banda de stoner rock de Donosti, formada por Úrsula Strong a la batería y Koldo Soret a la guitarra y voz, ofrecieron un espectáculo lleno de pirotecnia sonora en el que no pararon de reír y hacer sonreír al público. Lo suyo es hacer saltar y mover las cabezas, con un sólido y potentísimo sonido que era rival digno para el sol que nos estaba cayendo en ese momento.
11 canciones que se pasaron volando, entre propias como “Neu ta Zeu” o “Ariñau”, también con espacio para versiones como “I Wanna Be Your Dog” de The Stooges que mezclaron con “Me Gusta Ser Una Zorra” de Las Vulpess, pero sin duda el final de la actuación se lleva la palma con una versión del “Killing In The Name” de Rage Against The Machine que la gente lo vivió como si los verdaderos RATM se hubiesen vestido de rojo, se hubiesen convertido en dos, y estuviesen en el Andalucía Big.
Con una mezcla de pop tristón, shoegaze y R&B llegaba el cantautor, productor musical y modelo Gus Dapperton al escenario 3, para presentar su LP ‘Orca’ lanzado en 2020. El músico se había hecho famoso tras incluir en la serie de Netflix 13 Reasons Why su tema “Lacking Spectacle” y venía a Andalucía por primera vez con una banda de amigos para brillar tanto en lo musical como en lo visual.
Se permitió el lujo de brindarnos un par de versiones de Drake y Bruce Springsteen, siempre arrastrándolas a su sonido, pero donde más se lució fue en esa angustia juvenil que mezclaba con pop endulzado en el que a veces se armaba de una acústica y otras de un teclado, todo buscando la pose perfecta como si estuviese en una pasarela.
Sin duda alguna hay que darle un aplauso al programador del escenario 3, del que poco nos desprendimos en esta última jornada del festival. Allí llegaban Spiritual Cramp, la banda más divertida que hemos visto en estos 3 días de Andalucía Big. Los de San Francisco hacen punk con actitud hardcore y con el mamarrachismo del garage, en el que a veces nos recuerdan a Turbonegro y otras a Viagra Boys.
Al frente tienen al ex Creative Adult y Self Defense Family Michael Bingham, un liante a las voces que no para de poner muecas y hacer reaccionar al público, pero la cosa no se queda ahí porque lleva consigo una pandilla de otros 5 hijos de puta que crean una música contagiosa perfecta para el mosh. Panderetas, guitarras ruidosas y unas 10 canciones para abrir un círculo de Dante con temazos como “Dog In A Cage” o “Earth To Mike”.
Si de torbellino hablamos, lo que nos esperaba después nos puso a todos a bailar hasta quedar empapados en sudor. Llegaba Nikki Hill al escenario 3. A la vocalista de Carolina Del Norte ya habíamos tenido el placer de ver anteriormente en Málaga, y cerraba de nuevo su gira española aquí tras otras 7 fechas en la Península. De cantar gospel en la iglesia a mover sus curvas por escenarios de rock de todo el mundo, su electrizante música mezcla r&b, soul y gospel a partes iguales.
Rock de bar en un escenario de festival, ya habían dicho de ella que era como ver a Tina Turner al frente de AC/DC y eso fue lo que nos demostró en un set que se nos hizo cortísimo en el Andalucía Big, y en el cual nos lanzó como cuchillos canciones como “I’ve Got A Man” o “Might Get Killed Tonight”, pero sobre todo saliéndose del pellejo con esa versión de “Every Time I See You I Go Wild” de Stevie Wonder.
Menuda la que liaron Years & Years en el escenario 2. Con un atrezzo que parecía sacado de una película de Hollywood, los fans respondieron a la llamada de Olly Alexander y los suyos, y bailaron hasta que no pudieron más. El trío británico de música electrónica nos hizo sacar fuerzas de donde no había, un aperitivo que gustó mucho antes de los cabezas de cartel.
Sobresalieron con sus hits “Shine” y “King”, aunque nuestro corazoncito latió a ritmo infernal con esa versión de “It’s A Sin” de Pet Shop Boys que bien le queda a su estilo. Esta mezcla de rock y música electrónica dentro del Andalucía Big Festival estaba dando sus frutos.
Ya solo quedaba por ver si lo que habían hecho Muse en el Mad Cool Festival de Madrid este verano se repetía en Málaga. Nos habían llegado excelentes críticas, y aunque ya hemos visto a Muse traer impresionantes producciones a lo largo de los años, esto parecía superar todo lo que habíamos visto hasta entonces. Lo suyo es una representación teatral apocalíptica que causa el efecto deseado, han dejado hace mucho tiempo de ser solo una banda de rock y convertirse con magos con instrumentos.
‘Will Of The People’, su noveno álbum desde que empezasen en 1994, les ha visto regresar al sonido más duro y alejado de la electrónica, lo que se traduce también en un escenario más oscuro y hostil, con fuego y un temible rostro tras una máscara futurista, la misma que utilizan los tres integrantes para salir al escenario y arrancarse a lo Marilyn Manson con el tema que da título a su nuevo álbum.
Sin duda fue el día que más público asistió al evento, casi colapsado en el Recinto Ferial, y sin espacio para nadie más en el que la marea de gente vivió algo único que les dejó en estado de shock. Hasta 22 canciones para repasar toda su carrera musical, teniendo detalles curiosos como intros y outros de Jimmy Hendrix o Guns N’ Roses tras hits como “Supermassive Black Hole”.
Sonido perfecto, como si lo estuvieses escuchando en disco en casa, lluvia de serpentinas, Bellamy colgándose banderas que le lanzaban del público mientras desfilaba por la pasarela, Chris Wolstenholme con su armónica imitando a Ennio Morricone antes del final con “Knights Of Cydonia”, Dominic Howard levantándose de su batería y cogiendo el micrófono para agradecer al público por haber venido a verlos ¿Qué más se le puede pedir a un show?
La sensación final tras las polémicas y las incertidumbres del Andalucía Big Festival en su primera edición es la de éxito total. Hay que reconocer que la selección de bandas, obviando las bajas importantísimas de Rage Against The Machine y Run The Jewels, ha sido exquisita y nos ha descubierto grandes gemas. Con cosas todavía por mejorar, nos brindaron un espacio bien acondicionado, un gran sonido, pero sobre todo la experiencia de que estos macro festivales también se pueden hacer bien en el sur. Deseando que esto tenga continuidad y podamos volver a pisar ese césped infinito.
CRÓNICA ANDALUCÍA BIG FESTIVAL – JUEVES DÍA 08 DE SEPTIEMBRE