Texto: Anthoni Grande
Fotos: Alejandro Bautista
El pasado lunes fuimos invitados a una fecha única. Nada más y nada menos que Asking Alenxandria, August Burns Red e In Hearts Wake en la Sala Cats de Madrid. ¿Quién podría perderse esta oportunidad? A continuación te lo contamos todo al detalle.
Desde casi diez horas antes de comenzar el evento se empezaban a congregar jóvenes en los alrededores de la sala, formando lo que sería la gran cola, que daba la vuelta a la manzana. La sala en cuestión, fue diferente a la original en un principio ya que se pretendía permitir el paso a menores debido a la gran demanda… habrán ganado en público, no lo niego, pero podrían haber escogido otra ya que me parece un gran error la elección: un escenario enano, un foso ridículo, escalones varios y, nuestras grandes amigas, las columnas… menos mal que el sonido al menos fue bueno.
A casi media hora de comenzar la primera banda, la sala ya se antojaba casi llena hasta las puertas, donde el público esperaba impaciente. Puntuales, los australianos In Hearts Wake se subían al escenario dispuestos a romper con todo. Hacía tiempo que no éramos testigos de semejante sonido en la capital, qué potencia. Durante escasos 45 minutos pudimos deleitarnos con temas insignia como “Departure”, “Survival”, “Breakaway” o “Divine” entre otros, caracterizados por un sonido perfecto, con potentísimos breakdowns y sin un solo fallo en volúmenes ni acoples (algo que parece obvio, pero lamentablemente ocurría con frecuencia incluso en las salas más icónicas). Quiero resaltar sobre todo la increíble actuación de Kyle, bajista. Semejante voz nos dejaba a todos con dudas: ¿será igual en directo? ¿será todo fruto del autotune? Permitidme que os diga que para nada; sin problema igualito que en studio. Si ya me gustaban en mi casa, tranquilamente tirado en el sofá, en directo no hacen más que mejorar enormemente. Tras unos largos 25 minutos de cambios llegaban August Burns Red, en mi opinión, uno de los mejores grupos que te puedes encontrar hoy en día. Aunque he de admitir que ya esperaba este bolo cual niño ilusionado con los Reyes Magos, sin duda puedo afirmar que estamos ante uno de los mejores directos jamás, en cuanto a metalcore se refiere. Con una pequeña intro instrumental, haciendo tronar los toms, Matt Greiner comenzaba lo que sería White Washed, haciendo botar a la sala entera. Sumado a este estaba JB con sus características chanclas añadiendo la melodía, coreada por el público, y es curioso ver como con este grupo, al igual que las letras, también se cantan los riffs.
Me gustaría remarcar la gran presencia de Jake, quien en persona es un jodido armario dispuesto a reventarte los huesos.
Este monstruo, irónicamente, parece el más adorable de todos cuando se pone a bailar flamenco encima del escenario, cual rumbero de discoteca; todo un show. Pese a que en mi opinión el set tuvo numerosas carencias de temas insignia como “Back Burner” o “Medler”, pudimos escuchar “Identity”, “Beauty in Tragedy”, “Ghosts” con Dustin suplantando a Jeremy Mckinnon, o la mítica “Composure“. No se me ocurre nada que objetar referente a este directo… únicamente la duración, más espacio para poder vivirlo a gusto y el humo, POR DIOS, en un grupo formado semejantes pedazo músicos, tu intención es verles tocar (que para eso pagas), deleitarte con quienes te inspiran, y no una burda silueta misteriosa. Cerraron su set con la potente “Empire”, enviando a la gente a echar un trago para recuperar fuerzas, sin duda nos dejaron con ganas de más.
Finalmente, tras otra larga espera de cambios, se subían los británicos Asking Alexandria, donde la sala parecía más llena todavía, si cabe. Te pueden gustar o no, tener tus opiniones, tus principios o lo que tú quieras, pero las cosas como son, estos chicos querían dar un espectáculo, hacer de su directo una fiesta para recordar, y así hicieron. La formación presentaba a Denis, su nuevo cantante, quien la verdad está causando una buena impresión, sobretodo, si se me permite, entre los fanáticos/as. Cómo no, no podía faltar su puesta en escena habitual, con sus chalequitos con pinchos, pantalones rasgados, batera sin camiseta y lucecitas principalmente moradas (cosa que considero podrían renovar un poco).
En mi opinión, el setlist ha sido todo un acierto, abriendo con “I Won’t Give In”, tocando tanto novedades como clasicazos, construyendo un cresccendo de hype hasta terminar con los temazos más míticos; Entre otros, “Breathless”, “Not the american average”, “Run Free”, “A Prophecy”... Lo único que criticaría de esta banda, que es más a nivel general y no solo de este directo concreto, son las actitudes e ideales que muestran en escena. Comportamientos un tanto inmaduros (similares a bandas como Attila), incluso “reggetoneros”, incitando a toda la sala a beber y follar, así como la ligera superioridad y sobradez o exceso de confianza que se mostraba en sus caras. Esto, aunque remarco que es opinión personal, pienso que al fin y al cabo es parte del “personaja” que la banda representa, con el típico comentario de “esta es mi ciudad y concierto favorito” etc.
Pero bueno, al César lo que es del César, ha sido un concierto épico como poco que más de uno recordará y eso es lo único importante de verdad; aunque lo que me parece en cierto modo imperdonable es el playback, que sonaran de fondo los backing tracks, concretamente la propia voz de Danny, antiguo cantante, lo que no quedaba del todo bien, y la total despreocupación de la banda ante ello. Con el más que icónico “The Final Episode” ponían el broche final a la noche. Durante ella la sala gritaba a viva voz el reconocido “Oh My God”. Incluso pudimos ver a dos jóvenes subirse al escenario y dejarse la gargánta junto a Denis (uno de ellos, Juan, cantante de la banda local Ilion), qué tremenda manera de acabar.
Y así se acabó todo. Una noche para recordar, de las que no se repetirán en mucho tiempo. Mientras tanto…
¡Nos vemos en el pit!
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