Texto: José A. García
Fotos: Xibalba
Segundo año del Cala Mijas Fest tras su gran estreno en 2022 (puedes leer nuestras crónicas de la pasada edición en este enlace) y que vuelve a marcar el fin del verano festivalero en la Costa Del Sol. Si el año pasado nos deleitaron con bandas de la talla de Arctic Monkeys, Nick Cave & The Bad Seeds, Liam Gallagher o Kraftwerk, este año subían la apuesta con un cartel de 3 días con grandes artistas internacionales como Arcade Fire, The Strokes, Florence + The Machine, Idles o Amyl & The Sniffers que harían presencia en la soleada Mijas. El año pasado las sensaciones fueron muy buenas ¿Podrían mejorarlo este año?
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Autobuses que parten de diferentes puntos de Málaga como Torremolinos, Marbella o Benalmádena, las lanzaderas que llevan desde la playa, Mijas Pueblo o los parkings oficiales al recinto, espacios de restauración para saborear cócteles y recuperar algo de energía entre actuación y actuación, más césped artificial cerca de los escenarios principales y puestos de comida, ampliación de los campings, más programación de bailoteo en La Caleta, opciones 100% vegetales “plant based” con hamburguesas y salchichas de procedencia únicamente vegetal, conciertos de acceso libre junto a la playa, más puestos de agua potable y lockers, un stand informativo “No Es No” para conseguir un festival libre de agresiones sexistas o un nuevo acceso general más cercano son alguna de las mejoras que ha presentado la organización del Cala Mijas Fest en esta edición 2023.
Ya el año pasado, precios aparte, alabábamos la gran cantidad de barras dentro del recinto que evitaba que se formaran largas colas, así como las zonas de descanso y sombra, la limpieza constante de los baños, y la facilidad para la recarga de pulseras cashless. Esto ha cambiado un poco y uno de los puntos negativos de esta edición fue sobre todo los baños, juntos en una sola ubicación en lugar de estar repartidos y con poco aseo durante la realización del festival, lo que nos hacía pensar que la redistribución del año pasado estaba mejor. Aun así la organización sigue destacando en este aspecto por encima de otros festivales, también contando con el impresionante escaparate de una de las zonas más atractivas de Andalucía que une playa y puntos de interés turísticos que van más allá de la experiencia musical en sí.
Nos centraremos primero en los puntos a mejorar de cara a la edición 2024, y son unos cuantos. Este año la distribución de los escenarios fue diferente a la del año pasado, y para nosotros para peor. Una de las grandes quejas de los asistentes fue el alto sonido del escenario de electrónica La Caleta, a tal punto que interfería con el sonido de las bandas del escenario Sunset y sobre todo del escenario principal Sunrise, algo que no se consiguió aislar en ningún momento de las 3 jornadas y que se hizo molesto en varios momentos de actuaciones importantes como Arcade Fire, Foals, Amaia, Florence & The Machine o The Strokes.
Las dos casetas con las mesas de sonido del escenario principal estaban ubicadas de tal manera que quitaban mucho espacio y sonido para el público, lo que conseguía “estrangular” el paso a quienes querían ver a las atracciones principales, teniendo que ponerse los asistentes más a lo largo que a lo ancho (con la ubicación del escenario principal del año pasado no ocurría eso, con esta configuración solo en la línea central se escuchaba de manera correcta).
El problema es que si lo comparamos con cómo estaba configurado el año pasado y tenemos esa referencia, este año la distribución de la música no ha sido la mejor. Si se han llevado mejoras la zona de restauración y el escenario La Caleta (si tan solo no estuviese tan alto). La iluminación de los escenarios secundarios eclipsaba a la del principal y viceversa (Moderat hasta tuvo un pique durante su actuación y pidió que no viesen la siguiente ya que estaban proyectando un arcoíris sobre su rostro), e imperdonable que durante las 5 primeras canciones de The Strokes directamente no se escuchase casi nada a no ser que estuvieses en las primeras filas. También muchas de las quejas apuntaban a la señalización de los buses para la vuelta tras cada jornada, ya que el personal de asistencia también daba indicaciones equivocadas.
No nos equivoquemos, intentamos dar una crítica constructiva, y es que también hubo muchísimas cosas buenas en esta edición que hacen que miremos con ganas a la del próximo año. Montar y mantener a flote 3 jornadas de un macro festival de estas dimensiones es bastante difícil, hay cosas como el clima que no se pueden controlar, los técnicos que lleva cada artista, o cierto comportamiento del público, pero no se puede negar que en tan poco tiempo el Cala Mijas Fest se ha convertido en un referente del verano del que no se ha querido perder ni el propio presidente Pedro Sánchez (estuvo el viernes en el festival y se le vio bastante conversador con los chicos de Lori Meyers). Los números no engañan el festival ha recibido más de 110.000 personas a lo largo de 3 días, mejorando las cifras de su edición debut.
Si algo ha querido hacer bien el Cala Mijas este año es contar con una alta representación de bandas andaluzas en su cartel, y la jornada del jueves arrancó para nosotros con Vera Fauna. Los sevillanos hacen un pop intimista con ciertas reminiscencias de psicodelia que llega a hipnotizar durante su directo. El cuarteto brilló al igual que el sol justiciero que caía sobre esa hora, con dejes lo-fi garagero. Un rotundo acierto.
Nos picaba la curiosidad por ver a Tamino, cantante belga-egipcio de veinti-pocos años que con una música suave de toques orientales y que demuestra más rock en su directo consiguió emocionar muy temprano a los presentes que seguían llegando. Sin parecerse mucho a los jóvenes de su generación y alejado de modas pasajeras, su profunda música hace que nos perdamos en temas como “The First Disciple” o “Fascination”. Quizás un festival como el Cala Mijas no era el mejor escenario para descubrirle, pero ganas nos ha dejado de poder apreciarle en una sala.
Una de las grandes joyas de este cartel es la británica Siouxie de los míticos Siouxie And The Banshees. La artista de 66 años fue una de las pocas, juntos con La Plazuela, que no permitieron fotógrafos durante su actuación, pero con un setlist centrado en versiones de Siouxie And The Banshees se lo perdonamos. Vestido azul, gafas y un gran desparpajo durante las 12 canciones de su actuación, quizás con demasiada luz a las 20:00, pero que levantó pasiones a pesar de no contar ya con su habitual voz. La reina de hielo sigue reinando.
El escenario Sunset no se ha visto en otra como en la actuación de Amaia. Totalmente repleto de adolescentes y no tan adolescentes, la ganadora de la novena edición de OT se dio un baño de masas y ya daba lo mismo que se sentase al piano, saltase por los aires con el micro o buscase el calor de la impresionante banda que la acompañaba, todo era un triunfo y se celebraba como tal. Gente cantando a capella sus canciones, donde hubo espacio para hacer una versión de “Fiebre” de Bad Gyal o de “Santos Que Yo Te Pinté” de Los Planetas.
Poco nos podía preparar para el intensísimo concierto que los canadienses Arcade Fire darían como cabezas de cartel del primer día. Esa bajada mítica por la escalinata de la zona VIP hasta el propio escenario ya lo presagiaba, y de ahí en adelante todo fue un espectáculo. Win Butler y Régine Chassagne, marido y mujer, volvieron a hacer caso omiso de las denuncias de agresión sexual de hace unos años y se refugiaron en las 17 canciones que entre serpentina negra y derroche de energía marcaron sin duda una de las mejores actuaciones del jueves. Que el sonido no haya sido el mejor y que haya estaba eclipsado según momentos por La Caleta fue solventado por el despliegue sobre las tablas de la banda al completo, sin duda un arranque de gira europea que quedará en los libros. Lástima que en la última “Wake Up” los micrófonos no sonasen correctamente.
No lo vamos a negar, uno de los momentos más esperados por nosotros fue Idles. Los seguimos desde su formación en 2009 y los británicos-irlandeses no han hecho más que subir como la espuma, un éxito bastante merecido ya que en directo solo mejoran su gran performance en los discos. Se esperaba caos y en parte lo hubo, muchos cuestionaban si su actuación merecía mejor otro escaparate que el del Cala Mijas, pero si se buscaba pogos, mosh y stage diving se podía encontrar en las primeras filas. Salen a matar con “Colossus” y para “Mr. Motivator” su bajista Adam Devonshire ya estaba por los aires, cogido por cientos de fans locos que respondían a los gritos de “Fuck The King” de Joe Talbot como si les fuese la vida en ello. Tocaron todas las que tenían que tocar, incluyendo ciertos medios tiempos que quizás enfriaron algo la revuelta, pero con un final apoteósico con “Danny Nedelko” dedicados a los inmigrantes, y “Rottweiler” mordiendo la luna azul y haciéndola trizas ¿La actuación más frenética? No lo dudes, gracias a Satán tocaron en el escenario Victoria.
Foals vieron lo de Arcade Fire y quisieron superarlo, la cosa es que diría que lo hicieron pero de otra manera. Una gran destreza instrumental y un buen rollismo natural hizo que los de Oxford pusieran al festival entero a bailar y a cantar canciones antológicas de su repertorio como “Two Steps, Twice” o “My Number”. Su guitarra y voz Yannis Philippakis estaba entregado, mando un mensaje a sus amigos de Idles, saltó las vallas y se dio un abrazo con los fans que llevaban horas esperándolo, haciendo que la experiencia se multiplicase por dos. Gran despliegue de luces y de proyecciones, no hubo momento de calma ni con “Spanish Sahara” y sus sonidos más psicodélicos.
Otra de las actuaciones destacables del resto del festival fueron la de los australianos Amyl & The Sniffers, claro ejemplo de artista que no parecía pegar mucho con la temática del festival pero que se agradeció como agua de mayo. La banda australiana de punk rock hizo todo lo que se esperaba de ella, Amy Taylor bailó por todo el escenario y ante la falta de respuesta de cierta parte del público ante temazos como “Freaks To The Front”, “Guided By Angels” o “Capital”, ella misma se respondía con un ataque de gritos, muecas, bailes y headbangin’. Una banda animada que se bastaba a sí misma para dedicar cánticos aussies a la ciudad de Málaga, hacer bromas sobre sus adicciones, o poner la nota punk a la jornada del viernes.
Lori Meyers son unos titanes del indie rock patrio, y a pesar de tocar en el escenario Victoria lo suyo supo a cabeza de cartel. Congregaron a muchísima gente y desde la primera “Seres De Luz” se les notó su experiencia sobre las tablas para hacer de aquello algo inolvidable. Incluso los no conversos tenían que rendirse ante el espectáculo que Antonio López y los suyos estaban dando, una lección para comerse a los gigantes siendo en realidad uno enmascarado. No, no faltaron ni “Emborracharme” ni “Mi Realidad” para que aquello explotase.
Llegaba el momento para el artista que probablemente haya vendido más entradas para esta edición del Cala Mijas, y es que al igual que Florence & The Machine, lo de Strokes parece ya un culto. Nadie quería perderse lo de Julián Casablancas y los suyos, y más de uno se llevó un tremendo chasco. Los más fieles defienden a los de Nueva York diciendo que su directo “es así”, que Julián siempre sale al escenario “desganado”, pero lo indefendible es tener un sonido tan malo para un artista tan importante (los pocos afortunados en primeras filas no se dieron cuenta, pero hasta la quinta “Call It Fate, Call It Karma” el sonido era directamente algo inentendible más allá de la parte más cercana al escenario o las líneas centrales).
Se vivieron momentos de tensión, abucheos, gente abandonando la zona principal, y a todo eso se sumó la famosa apatía de Julián Casablancas para hacer de todo algo bochornoso. Bromas internas con su batería Fabrizio Moretti a quien se dirigía en todo momento, referencias a su herencia catalana que pocos entendieron, letras inventadas, balbuceos y la poca interacción con el público empañaron un muy buen setlist cargado de temazos, y que los videos de “Reptilia” no os confundan, hay que estar muy ciego para dar por bueno el directo que trajeron The Strokes a Mijas, algo que M83 y The Underworld arreglaron con creces para cerrar el viernes de manera decente. Menos “Vamos A La Playa” y más actitud rockera.
Y el sábado era toda una incertidumbre. A la posible cancelación de Florence & The Machine semanas antes del festival por problemas de salud, se sumó la previsión de lluvia que presagiaba que aquello sería un barrizal justo para la actuación principal. No pasó nada de aquello y Florence Welch pudo dar su ritual de manera completa sin lluvia, 19 trallazos que deleitaron a sus seguidores y dejaron extasiados a la mayoría, incluida versión de Candi Station con “You Got The Love”. Belle & Sebastian también fueron afortunados y dieron la nota subiendo a varias personas al escenario para un set a la par tierno y marchoso para uno de los directos más recordados de esta jornada con la de José González, La Plazuela (lástima de tocar tan temprano), Metronomy o The Blaze. La tercera y última jornada pareció tener mejor coordinación tanto de sonido como de luces en todos los escenarios y ante lo que podía ser una catástrofe por el clima fue una celebración en toda regla.
El resumen es que el Cala Mijas Fest 2023 ha sido una grata experiencia que se llevan muchos de vuelta a casa. Mantener los precios dentro del recinto ha sido un acierto, el cartel ha sido otro, la buena disposición del staff en todo momento, los vasos a 3 euros que eran retornables (y que hizo que no se viese ningún vaso en el suelo en ningún momento) y el buen ambiente que se respiraba dentro fueron los cabezas de cartel reales. Sí, hay cosas que mejorar y errores de los que aprender, pero contar con esto en la Costa Del Sol nos ha hecho a todos un poco más felices. Nos volvemos a ver el 29, 30 y 31 de agosto de 2024.