Texto: José A. Garcia
Fotos: Xibalba
Tras la presentación con el mini Canela del día miércoles (puedes leer nuestra crónica aquí), arrancaba el pitote del Canela Party con un sol de justicia y con muchas ganas de jarana. Un día intenso y largo, lleno de diversión.
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El pistoletazo de salida lo daban Los Yolos a las 18:30 con un electro pop y punk desde el Raval que con gran desparpajo y naturalidad puso a bailar a las primeras personas que se iban acercando al recinto ferial de Torremolinos. Este año han editado ‘Nos Siguen Por Delante’ y con sus canciones dieron buena cera, así como del ‘Rock Ciudad’ de 2021.
También desde Barcelona se acercaban Pantocrator. Sonido powerpop y garage con humor ácido en sus letras que sentó de escándalo entre la juventud post-millenial reunida, tanto que a tan tempranas horas se arrancamos los primeros pogos entre chorros de sudor y cerveza fresquita. El año pasado editaron ‘Sálvame’ y junto con sus canciones y otros singles como “No Te Puto Pilles” o “El Gobierno De China” bañaron en melodías y serpentina al público.
Pony Bravo necesitan poca presentación. En activo desde 2006, se ha convertido en todo un referente de la música independiente para pasárselo bien sin pensar mucho. Los sevillanos aprovecharon al máximo su tiempo sobre el escenario 2 y entre proyecciones y temazos como “Noche De Setas” liaron una buena rave de la que no se quiso perder ni Dios. “Rey Boabdil” y “Totomami” para cerrar y dejarnos con ganas de más.
Bajamos de revoluciones para una de las grandes sorpresas del cartel de este año del Canela, los míticos Karate. Su indie jazz noventero con melodías pegajosas y mucha técnica sorprendió a los fieles y aquellos nuevos en su parroquia, y es que esta joya escondida ha sido uno de los grandes aciertos en una de las pocas veces que se les podía ver por España. Una docena de temas donde no faltaron “Gasoline” o “Today Or Tomorrow”, con una elegancia impecable.
La israelí Noga Erez, que ha conseguido poner su música en un escaparate de anuncios y series, fue recibida con gran expectación. Ese pop y electrónica de ‘Kids’ de 2021 recibió grandes críticas que la comparaban con Billie Eilish o M.I.A., y con un gran show a la altura aprobó con notable un concierto muy divertido en Torremolinos. “Fire Kites” y “No News On TV” no faltaron en su set, mientras Noga se movía por el escenario sus anchas y se apoderaba del festival.
El post-punk de los ingleses Dry Cleaning brilló con intensidad bajo un manto de oscuridad. Su vocalista Florence Shaw supo cautivar desde la primera “Viking Hair” hasta la final “Anna Calls Form The Arctic”, acompañada de una banda bien engrasada que se lo pasó de escándalo entre risas y miradas de complicidad. Ese rock casi spoken word y los temazos de ‘Stumpwork’ funcionaron a las mil maravillas.
Seguimos con los ingleses, ya que era turno para black midi. Geordie Greep y los suyos nos arrollaron con su free rock. Dicen por ahí que la música de black midi se sabe por donde entra pero no por donde sale, y entre experimentación y experimentación nos metieron de lleno su laberinto con singles como “Speedway”, “John L” o “953”.
Los londinenses Shame traían al Canela su post-punk de alto voltaje, y con dúo de guitarras Eddie Green y Sean Coyle-Smith pusieron patas arriba aquello. En poco más de 9 años se han hecho una de las bandas imprescindibles para entender esta ola inglesa, sobre todo con los temas de ‘Food For Worms’. Antes de su paso por el Leeds Festival nos regalaron trallazos como “Concrete” o “Snow Day”.
Más post-punk y más ingleses. Desde Brighton aterrizaban Squid, con su baterista y vocalista Ollie Judge a la cabeza. El año pasado publicaban ‘O Monolith’ y con directos tan buenos como los de KEXP nos tenían en vilo para saber cuando por fin podríamos verlos. El Canela Party lo ha hecho posible, y a una hora inmejorable para reponernos de energía entre chupito y chupito. Todavía estamos tarareando ese “Swing (In A Dream)”.
Encargado de cerrar la jornada del jueves fue el inglés Joe Unknown, trayéndonos a Torremolinos algo de la cultura de los clubes de Reino Unido. Lo suyo desafía los estereotipos y su directo es tan frenético como lo esperábamos, entre loops, hip hop y dubstep. Unos bailoteos y pasos prohibidos en la zona Gromenauer con los DJ’s (uno de los aciertos de lleno de esta edición) y a volver a casa como podíamos. Hoy espera más Canela!
