Texto: Morpheus Misfit
Fotos: Pixita D´Or
¿Te suenan Catupecu Machu? Si no eres latinoamericano lo mas probable es que te suene a chino, pero en países como su natal Argentina, Colombia, Paraguay o Uruguay llenan estadios ¿Cómo es que una banda que lleva mas de 20 años en activo y con tal público nunca ha venido a España? Misterios de la vida, y mucha magia como lo vivido en su primera visita a Málaga.
Fernando Ruiz Díaz, su vocalista y guitarra, sale a escena con todo el peso y talante de quien lleva recorriendo todo tipo de escenarios desde su adolescencia, y es que aunque la banda formada en 1994 se presente en su primera visita malagueña ante solo 150 personas él sabe que esas 150 almas se dejarán la voz cantando las canciones que ya forman parte de una generación.
Con su inconfundible peinado y chaqueta se arranca en guitarrazos con “El Grito Después” para ir soltando de a poco los temas mas recientes de la carrera, acompañado por una excelente banda en la que brilla por su ausencia su hermano Gabriel Ruiz Díaz (bajo) quien desde 2006 y tras un accidente automovilístico tiene el cuerpo paralizado lo cual le impide formar parte de las actuaciones de la banda ¿Por qué recordar esto? Porque hubo varios momentos donde Fernando recordó y dedicó canciones a su hermano, siempre presente en canciones tan míticas como “Dale” o la final “Y lo que quiero es que pises sin el suelo”.
Era un show especial para el frontman, lo hizo notar con varias referencias a las “malagueñas salerosas” y al “vino de España”, enfundado en su propia botella hacia el final del show. Un sonido casi perfecto que hacía que si uno cerrase los ojos pensase que se encontraba escuchando en compact disc su fidelidad, aunque la realidad era otra en las primeras filas: su público le arropaba en pogos, palmas, silbidos y el típico calor que caracteriza al público sudamericano.
Hubo momentos para las versiones, como las de Lisandro Aristimuño, Ramones (con Martín Macabre la voz) o incluso la clásica “Across The Universe”. Pero los aplausos mas intensos se los llevaron temas tan pintorescos como “Magia Veneno”, “En los sueños” o “A veces vuelvo”. Ya sea con intensidad o con la calma de una acústica, la banda demuestra desde el principio que lo suyo es manejar al público y deleitar no solo con sonidos sino también con carisma y sonrisas. Una noche para el recuerdo, una noche en la pequeña y grande Argentina.