Texto: Oliver Heras
Fotos: Oliver Heras
¿Tenéis ganas de rock? Día sin mucho sol, algo nublado y con la temperatura perfecta para no morir demasiado rápido. Poca gente para ver los primeros Black Gold, proyecto de enmascarados americano de Eric Ronick y Than Luu al que nos acercamos a ver y al que le cogimos cariño por su parecido riffero a Limp Bizkit.
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Hoy ha sido el día de las caras tapadas, ya que luego nos encontrábamos con Vended, banda del hijo de Corey Taylor de Slipknot que hace solo unas horas había cancelado su actuación en el Resurrection Fest. Si habéis visto a Slipknot en directo os podéis hacer una idea de como suena Vended, y es que Griffin Taylor no solo canta igual que su padre, sino que se mueve de la misma manera y usa las mismas expresiones ¿Una versión de Slipknot de Aliexpress? Bromas aparte, las canciones de ese ‘What It Is/Kill It’ de hace un par de años ganan muchos enteros en directo y gusta al público joven.
Subimos la media de edad con Testament, que no importa cuantas veces los hayamos visto en directo, siempre son como un puto reloj, con un directazo que se cuela directamente en el número 2 de nuestro día de hoy con una actividad frenética en el escenario que contagia a todo dios y los lleva a hacer el mal en el moshpit. Todo lo contrario con la sensación del momento, Sleep Token, quienes al igual que su música, no se mueven mucho sobre las tablas y lo dejan todo a la imaginería que ha terminado por cautivar a la chavalada. Bastante público para ver a esta versión metalizada de Imagine Dragons, de la que no estamos seguros que puedan ofrecer mucho en un posible futuro como cabezas de cartel si siguen subiendo como la espuma.
En nuestro escenario favorito y bucólico del bosque se presentaban las brasileñas Nervosa, thrash metal capitaneado por Prika Amaral ¿O sería ya su proyecto en solitario? Nos apetecía algo de confetti así que nos marchamos a ver el directo de Electric Callboy, donde nos sorprendió la cantidad de metaleros trves bailando ese techno pegajoso como su fuesen adolescentes en edad de ir a una rave. Electric Callboy han dado en el clavo con una necesidad de dejar salir el lado más oscuro de los jebis, y su habitat natural parecen ser este tipo de festivales.
Lzzy Hale arengó al público femenino e hizo que gran parte se subiese a hombros durante la actuación de Halestorm, momento muy emotivo, pero sin duda el ganador de esta jornada han sido los franceses Gojira ¿Se puede ser mas puto amo que los hermanos Duplantier? No se ha visto una dupla mejor desde los hermanos Tachibana de Super Campeones. “Flying Whales” se ha convertido ya en un himno, las ballenas flotaban sobre Copenhell y Mario Duplantier me arrojó una baqueta a la cabeza, que al final no pude quedarme ya que la cogió un metalhead danés (me he quedado con tu cara).
Fever 333 también se ganaron mi corazón, con una nueva formación en la que la bajista April Kae se come el escenario y su fuerza se levanta sobre todo ese discurso político y anti racista que tanto gusta al señor Jason Aalon Butler. ¿Qué como fue Pantera? Si para Parkway Drive no estaba la cosa llena el día de ayer, Pantera lo petó a base de bien, con unos señores mayores que siguen bastante cabreados y que con una ristra de hits noventeros fueron de momento los cabezas de cartel que más gustaron.
Si el público danés me lo permite, tengo que decir que hay tramos de su actuación que fueron bastante lentas, como por ejemplo “Fucking Hostile”, pero para cosas malas las luces de Meshuggah ¿Qué ha pasado ahí? No fueron los únicos que lo pasaron mal, y es que en la zona de prensa robaron un portátil a un compañero de oficio, y la organización ha tenido que mandar un comunicado para que tengamos cuidado, algo que nos hace sentir más cerca de Barcelona, nuestra casa.
Con muchas birras encima y muchas ganas de seguir reportando, se despide Oliver Heras, más duro que el turrón y más bueno que las galletas danesas.