Texto: Jose A. Garcia
Fotos: Inmaculada Garcia
De un tiempo a esta parte están proliferando estas giras homenaje a tal o cual disco popular de las bandas de rock, sin distinción de rango o pelaje. Desde unos Metallica tocando el Album Negro a unos Hamlet tocando el Insomnio de cabo a rabo siguiendo o no el orden predeterminado en el plástico, no hay nada como celebrar el cumpleaños de un disco, que en su día te dio réditos, saliendo de gira.
En estos quince años que han pasado desde el éxito de “Devil Came To Me”, Dover ha dado muchas vueltas, de ser un grupo que vendió 700 copias de su primer intento, “Sister”, pasó a encumbrarse con el disco que nos ocupa, aprovechando los últimos suspiros de la década del grunge. De ahí a ser grupo típico que escuchabas en la radio, en anuncios publicitarios de la televisión y que suavizaba su sonido con cada disco, hasta convertirse en un grupo de música electrónica. Por esto último quizás, es más atractiva esta gira, es más que nunca una vuelta a los orígenes, a las raíces y mucha gente, como un servidor, se ha acercado y acercará a verlos por el mero echo de disfrutar de algo que creíamos ya perdido.
2013-11-28 23.23.48Eso si, viéndolos en directo parece que no hayan pasado por ellos ni los años ni los estilos musicales, al igual que me ha sucedido a mí, el que no haya visto ningún concierto de su última época, le costará imaginarse a esos 4 músicos haciendo otra cosa que no sea rock alternativo, ya que la intensidad con que llevan a cabo las canciones queda patente durante todo el show.
La forma que tienen de enfrentarse al “Devil Came To Me” es repartiendo esos temas a lo largo de una hora y media aproximada de concierto y mezclándolos con otros clásicos de la banda, especialmente del “Late At Night”, del que se tocan 5 o 6 temas. Entre canción y canción, las hermanas Llanos hacen una pequeña introducción contando alguna anécdota del tema en cuestión, del disco al que pertenece o de la propia banda, desde movidas con la discográfica EMI por querer sacar “DJ” como single de su primer disco para la compañía, ¡Demasiado cañero para ellos! O que acabaron ensayando con tapones en los oídos en el local de ensayo por lo fuerte que le pegaba (y le pega) Jesús. En definitiva, entretenido, a más no poder.
Cristina, antes de tocar temas más “bonitos”, como ella decía, contaba que Amparo era la encargada de sacar esos temas, como “Serenade” o “The Hitter”, mientras que ella llevaba los más burros, como “La Monja Mellada”, etc.
En lo musical, se sucedieron algunos problemas de sonido, especialmente con el micro de Amparo, que parecía sonar bajo la primera parte del concierto, hasta tal punto fue así, que por la insistencia del público en hacerle ver lo que pasaba, la vocalista dijo que hacía lo que podía, que el grupo tocaba muy alto y eso dificultaba su labor, todo en tono de humor, por supuesto, y dio un voto de confianza al técnico de sonido, quién terminó coreado por el público, y es que había muy buen rollo con el público. ¡La gente había ido a divertirse y se notaba!
Lugar hubo para los temas más destacados de su época rockera, desde “King George” a “Cherry Lee”, haciéndonos recordar fiestas de juventud a los que los conocimos en aquella época y mostrando su cara desconocida para la mucha juventud allí congregada.
En definitiva, cuando un grupo se embarca en una gira tributo está expuesta a que la acusen de estar falta de ideas frescas, de querer sacar un poco más de jugo a un disco ya exprimido de por sí, etc. Puede que haya algo de cierto en todo ello, ¿Pero qué tiene de malo el hacer disfrutar a la gente que echa de menos unos temas, un disco o un estilo que quedó atrás?