Texto: Morpheus Misfit / Alex Doompimp
Fotos: Página oficial del Download Festival Madrid
Y finalmente ocurrió, tras 14 ediciones en Reino Unido y 2 en Francia, los tentáculos del Download Festival llegaron a Madrid con un balance exitoso recibiendo a más de 100.000 personas en sus tres días de celebración, no sin errores, pero también con muchos aciertos.
Tras la experiencia relativamente reciente de los Sonisphere y de otros macro festivales del estilo, Madrid necesitaba con urgencia un festival como el Download Festival. Por su ubicación y fácil acceso desde casi cualquier parte de la Península, la capital era el lugar idóneo. Lo reconocemos: teníamos nuestras dudas desde primeras horas ya que el recinto elegido (La Caja Mágica, que también alberga el Mad Cool Festival) no cuenta con zona de camping.
¿Un festival de 3 días sin camping? No supuso problema por el fácil acceso a la zona a través de transporte público, aunque el hecho de que coincidiese con el fin de semana del Orgullo Gay en Madrid quizás haya mermado la disponibilidad de camas en la ciudad. Sea como sea, quien venía al Download Festival había preparado y reservado todo con antelación, y sabía a lo que se atenía en pleno junio en Madrid (o no, a juzgar por ciertos comentarios negativos en las redes sociales del festival).
No todo ha salido a la perfección, algo que quizás se entienda más viendo que la franquicia trabajaba por primera vez con el equipo español para esta ocasión, pero tras los graves problemas de acceso del público el primer día del festival (teniendo que esperar en las puertas hasta hora y media y perdiéndose actuaciones como las de Inmune) y la imposibilidad de meter agua al recinto (cosa que la organización rectificó el segundo y tercer día, tras una denuncia de FACUA), por el resto el Download Festival cumplió las expectativas de quienes llevan años asistiendo a festivales por toda la Península, y no de quienes o bien no son asiduos de estos macro eventos, o bien iban predispuestos a pegar el grito en el cielo ante cualquier contratiempo.
¿El recinto? Bien ubicado a través de metro y bus, de fácil acceso desde el centro de Madrid, y con un normal servicio de taxi y lanzaderas (tras previa reserva) después de cada jornada del festival, teniendo en cuenta que en cada día se daban cita más de 30.000 personas. Un sol justiciero hizo que la espera para ingresar, al menos el primer día, fuese más difícil de llevar que de costumbre, y es que aquí viene la nota más negativa de todo el Download Festival: el jueves el público no pudo acceder en su totalidad al recinto hasta pasadas una hora y media tras el arranque de los conciertos, cosa que elevó bastante los nervios al tratarse a las 17:00 en junio en Madrid y sin sombra. Es algo que la organización tiene que tener previsto mejorar de cara a su edición de 2018, y no realizar la apertura de puertas a menos de una hora de que arranque la primera banda del festival.
Si seguimos hablando del recinto podemos comentar que uno de los grandes puntos positivos del mismo es que estaba totalmente cubierto por césped artificial, lo cual nos ahorraba los problemas de polvo habituales de estos eventos ante circle pits o pogos, y que resultaba cómodo para descansar cuando el cuerpo ya no aguantaba. La experiencia mejoraba al ver que existían baños extendidos por todo el recinto, desde los escenarios principales Main 1 y Main 2, hasta los pequeños del 3 y 4, bien señalizados y por sobre todo limpios en todas las franjas horarias en las más de 10 horas de concierto diarias.
Quien ha ido a diferentes festivales del estilo en España y en Europa sabe los problemas habituales de limpieza en este apartado, por eso es de agradecer que hubiese papel higiénico, desinfectante, y grifos que funcionaron sin problemas durante los 3 días del festival. Sí, en los baños había grifos para poder refrescarse ante el aplastante calor, y a contrario lo que se podía leer en varios comentarios de redes sociales el agua sí era potable…lo sabemos de primera mano.
La posición de las barras no dificultaba el paso ni la visión entre escenarios, los precios (que ya publicamos en esta web al principio del festival) se adecuaban al de grandes eventos del estilo (RockFest Bcn, Resurrection Fest, Azkena Rock Festival, etc) y quizás el punto a mejorar en este sentido fuera la zona de restauración: los puestos de comida estaban dentro del recinto de La Caja Mágica pero alejados de los 4 escenarios principales, aunque con una zona de sillas y mesas para descansar.
El ir a pedir algo que comer suponía un problema para cualquier melómano que no quería perderse ningún segundo de las actuaciones, y quizás no sería mala idea plantear el hecho de colocar estos puestos dentro de la zona de actividad musical. En cuanto al resto de puestos de merchandising, de mercadillo o de patrocinadores teníamos lo básico que se podría esperar, sin largas colas y bastante sencillo, aunque el tener que pagar el merch oficial del Download Madrid con los tokens quizás causaba más de un viaje diario al puesto de intercambio de efectivo/tarjeta por más cantidad de esta curiosa moneda de cambio.
¿El sonido? Uno de los aspectos fundamentales de todo festival que se precie, y es que la mejor de las bandas en directo puede pasar a dar un mal concierto si se ve afectada por este tema. Curioso que quienes hayan tenido que sufrir más problemas de sonido durante todo el festival sean las bandas que actuaban en el Main 1 y el Main 2 (A Day To Remember, Opeth, Kvelertak, aunque ya hablaremos de ello según lleguemos a ese punto), pero si hacemos un balance general de lo vivido en estos 3 días hay que reconocer que el sonido en todos los escenarios ha sido destacable para bien. Sonido potente y nítido, que solo se veía perjudicado a momentos por dos factores: el viento, y tu ubicación con respecto al escenario.
Es de perro viejo ir buscando el mejor sitio según se vaya realizando el show (aunque parezca imposible con los cabezas de cartel), y si a ratos tu banda favorita estaba sonando fatal, con un ligero cambio solucionabas este aspecto…al menos en un 80% de los casos. Otro punto positivo de haber realizado los conciertos en este emplazamiento, y una vez aclarados los aspectos más destacables a rasgos generales, pasamos a hablar de las actuaciones día a día.
JUEVES 22 DE JUNIO
Por el incidente comentado anteriormente con la apertura de puertas, la banda afincada en Barcelona INMUNE tuvo que realizar su show ante unas escasas 30 personas entre personal de prensa y los pocos afortunados que lograron entrar al recinto en un visto y no visto de apertura de puertas momentánea. Tal cual Berri Txarrak en Nantes, Morti y los suyos tuvieron la mejor de las actitudes, desarrollaron su show con normalidad, y con el talento que les caracteriza. Disfrutamos en particular de “Sirenas” y de “Circo Del Terror” donde Paulo Morete nos dejó bien claro donde estaban los pilares fundamentales de esta banda. Un gran aplauso para Inmune, quienes ya quedarán grabados en la historia como la primera banda del Download Festival en Madrid en sus 30 minutos de show.
Había muchas ganas de CODE ORANGE tras los comentarios de su actuación el día anterior en Barcelona junto a Touché Amoré, por eso salimos corriendo para el Main 1 y comprobamos que los dos escenarios principales contaban con una zona VIP (llamada RIP en este caso) colocada al lado izquierdo de cada festival y que daba acceso privado a las primeras filas de los conciertos de cada escenario.
La duda estaba si un escenario principal se le quedaría grande a una banda como los de Pittsburgh, pero nada más alejado de la realidad ya que con temas como “Kill The Creator” o “Bleeding In The Blur” demostraron poder comerse al mundo con apenas 3 discos y menos de una década de existencia. Reba Meyers no decepcionó, y el resto de la banda estuvo a la altura de lo esperado, así como el público que no tardó en deshacerse en acrobacias, circle pits y cánticos al unísono. Una fiesta, que gracias a un buen sonido y los primeros manguerazos para sofocar el calor, pudimos presenciar.
Traslado al Main 2 para ver a los ingleses HACKTIVIST. Los recordábamos de una correcta actuación en el Resurrection Fest 2014, y ahora tocaba verlos ya con un disco en la calle y con un escenario más grande sobre el que lucirse. J Hurley y Jot Maxi no se lo pensaron 2 veces y tomaron por asalto Madrid con sus rimas y el derroche de carisma sobre el escenario, dando la impresión que se lo estaban pasando tan bien como el público que disfrutaba de temas como “False Idols” o “Elevante”. Hubo incluso tiempo para su versión de “Niggas In Paris”, y quedó patente una vez más que demuestran de que madera están hechos en los directos. Mención especial para su bajista Josh Gurner, porque la energía de derrocha (y trasmite) en las actuaciones no es normal.
Este tipo de festivales es perfecto para himnos como los de A DAY TO REMEMBER, pero el buen recuerdo que guardábamos de ellos de un reciente Hellfest Open Air se esfumó en la primera “All I Want” con un decorado impresionante en el escenario, pero con un pésimo sonido que hizo que su actuación bajase muchos enteros. Ya no es que su vocalista Jeremy McKinnon parezca ahogarse en cada tema y no llegue a los tempos correctos según las versiones en el disco (que también) sino que a pesar del esfuerzo que ponían en que todo fuese una fiesta (serpentina incluida), aquello no hubiese manera de que sonase correctamente. Primera pequeña decepción, y tras “Paranoia” decidimos abandonar los Main para comprobar como estaban los escenarios pequeños.
Grata sorpresa nos llevamos con THE CHARM THE FURY. Los holandeses hicieron lo que quisieron en el escenario 3, con un sonido perfecto que hizo que su vocalista Caroline Westendorp pudiese lucirse en los momentos dulces y agresivos como si de un juego de niños se tratase. Esa euforia se trasmitió a los asistentes a su concierto, y varios fueron los circle pits que se fueron sucediendo durante canciones como “Echoes” o “Down On The Ropes”. 2 discos y 7 años de actividad, que parecen toda una vida encima de las tablas.
La misma sorpresa nos llevamos con los madrileños JARDÍN DE LA CROIX en el escenario 4, y es que su post rock instrumental volvió a brillar en directo, y conquistó hasta a los más incrédulos. Muchas fueron las personas que cedieron ante el encanto de las guitarras de Ander Carballo y Pablo Rodríguez, quienes con temazos como “Intermareals” o “Colorado Springs” nos dejaron sin habla. Un público muy receptivo y participativo hizo el resto, que fue magia.
Teníamos muchísimas ganas de ver como se defendían TOUCHÉ AMORÉ en el escenario 3, que finalmente fue perfecto para una descarga de adrenalina increíble con canciones como “Flowers And You” o “Home Away From Here”. La imagen frágil del vocalista Jeremy Bolm hace mucho en su directo, así como una cuidada voz y puesta en escena que termina por convencer. Los temas de “Stage Four” sonaron a gloria, y los de Los Angeles firmaron uno de los conciertos más desgarradores de toda la jornada en cuanto a sonido y puesta en escena.
Estaba claro que nadie iba a perderse a GOJIRA, mas con su actual status de reyes del metal. El escenario 2 estaba listo para recibirlos (aunque con micro-cortes casi impercitibles que no afectaron al resultado general de su show) y la emoción se podía palpar en el ambiente. No decepcionaron, y desde la primeriza “Only Pain” hasta la última “Vacuity” sonaron compactos y como una apisonadora lista para aplastar mentes. Los hermanos Mario y Joe Duplantier estuvieron sublimes y participativos, haciendo crecer la leyenda de que no hay directo suyo malo. Si no estás metido en lo suyo puede sonar repetitivo, pero cuando le coges el punto flipas como lo hicimos todos en “Flying Whales”.
La gran incógnita de la noche, LINKIN PARK, aterrizaban sobre el Main 1 al igual que sus fans y detractores a partes iguales. Sea como sea nadie quería perderse el espectáculo, y la vista de participantes a su misa era impresionate. Como esperado, arrancaron con una tira de temas más enfocados en su faceta electrónica / pop, y no fue hasta la quinta canción que no cayó alguna de la era nu-metal de la que hoy día parecen renegar. Sea como sea fue arrancar “One Step Closer” y Madrid rugió como si no hubiese un mañana.
El público parecía ir preparado para lo que se avecinaba, y hasta el más hater de la banda tiene que reconocer que esa versión en piano de “Crawling” es para ponerse de pie y aplaudir: los vellos de punta con el público sosteniendo a Chester Bennington y cantando a capella la canción.
Al César lo que es del César, y aunque personalmente no comulguemos nada con sus últimos trabajos (ya no hablemos ese single “Heavy”), lo suyo es dar espectáculo y eso fue lo que hicieron. Tardaron mucho en volver a España, en volver a Madrid, pero con o sin polémica, lo hicieron a lo grande.
Abandonamos parte de su show para quedarnos con la boca abierta ante lo que estaba pasando en el escenario 3 con DARK TRANQUILLITY. El público estaba envuelto en llamas, realizaba circles pits e intenso mosh ya fuese con las nuevas de Atoma (incluso con la lenta “Forward Momentum”) o con los viejos clásicos en la línea de “The Treason Wall”. Eso contagió incluso al estático guitarrista Christopher Amott (ex – Arch Enemy) quien nos deleitó con un numerito que ni el mismísimo Angus Young. Arropados por varias proyecciones y lyric videos diferentes en cada canción, a día de hoy están a la altura de una de las bandas más celebradas del death melódico de Gothenburg. No llueve a gusto de todos, pero el que los teclados de Martin Brändström predominasen parte del show sí que nos pareció una jugada inteligente para el escenario al que se enfrentaban.
MONSTER MAGNET tenían bien claro que su posición en el cartel esa noche era poco favorable, y aunque tras la actuación de Linkin Park mucha parte del público ya se marchó del recinto, los que se quedaron para verles asesinar el Main 2 pudieron disfrutar de grandes clásicos de todas las etapas de la carrera musical de los de Red Bank. Dave Wyndorf pletórico, arrancando con “Dopes To Infinity” bajo ese místico telón blanco, para ir desgranando sin piedad temazos como “Powertrip”, “Spine Of God” o “Space Lord” para desatar un caos de pasión y riffs que sonaron de muerte. Así sí.
Y finalmente nos tocaba cerrar la noche con RavenEye, joven formación de hard rock inglesa, que con apenas 3 años de existencia y un LP han conseguido aterrirzar en grandes festivales de toda Europa. En directo demuestran perfectamente el por qué, y es que temas como “No Bodies Soul” o “Hero” son jodidamente contagiantes, más cuando Oli Brown lo vive como si fuese el mejor concierto de su vida. Con la última actuación del escenario 3 decidimos marcharnos a casa para recargar fuerzas, suerte que solo tuvimos que esperar 10 minutos en la cola para conseguir un taxi.
VIERNES 23 DE JUNIO
Tras las constantes quejas y el estirón de orejas, la organización parecía tenerlo todo más atado y controlado, y así los accesos al recinto si fueron normales, con más sonrisas en los rostros cuando la organización anunció que se podría ingresar al recinto botellas de hasta 1.5 litros. Todo ello favoreció a que LATE TO SCREAM gozasen de buen público a pesar de abrir el segundo día del festival.
Los jóvenes de Urduliz (Bizkaia) no tardaron en arengar al público y metérselo en el bolsillo a base de inocencia, frescura, y unos gritos del infierno a cargo de su vocalista Niko. Algunos se atrevieron a llamarlos “los Trivium españoles”, y por sonido no estaban muy lejos, pero, aunque no lleven más de 3 años tocando juntos, ya se saben las artimañas del negocio para poner un directo a su favor. No tardes mucho en escuchar su debut “Between Droughts And Fires”.
Había mucha curiosidad por ver lo que hacían MYRATH en el escenario Main 1, y si querían impresionar desde el primer momento, lo consiguieron con una bailarina de danza del vientre que ya impregnó de misticismo su actuación desde el minuto cero. En los temas “Believer” y “Storm Of Lies” no gozaron de muy buen sonido, pero para la tercera canción completa como tal estos problemas desaparecieron, y todos nos quedamos perplejos al escuchar un “Nobody´s Lives” tan conmovedor. Su “tunisian metal” enamoró, y el resto lo puso su líder Zaher Zorgati con un discurso en español que derivó en un par de “hijos de puta” de su propia boca.
Si hablamos de fiesta en un festival hablamos de SKINDRED. Son una apuesta segura SIEMPRE y pusieron a saltar y bailar a todos en el Main 2 cuando el sol empezaba a afectar de manera más intensa. Benji Webbe es de los mejores frontmans que te puedes encontrar en un festival, y si a eso le sumas un buen sonido y muchas ganas de chocarse cuerpos con desconocidos, tienes como resultado un directo como el de los galeses en el Download Festival Madrid. No son idiotas y no faltaron ni “Kill The Power”, ni “Nobody”, ni mucho menos el mítico “Warning” con el Newport Helicopter a nivel masivo. Un espectáculo que tienes que intentar ver una vez en tu vida.
Pudimos ver un poco de la actuación de la banda más ruidosa de Antwerp, TRIGGERFINGER, quienes pueden ser solo 3 pero que derrochan actitud y rock n roll como si fuesen un ejército. El público los miraba atónitos, y no comprendían como temas como “Halfway Town” o “Without A Sound” sonaban tras frescos en manos de 3 personas que podrían ser sus abuelos.
Traslado al Main 2 para uno de los momentos más decepcionantes de todo el festival: OPETH. No porque la banda no lo intentase, sino por un nefasto sonido que entre cortes y volumen muy bajo hizo que nos tuviéramos que marcharnos de su set. Está claro que este tipo de eventos y cartel no son lo más correcto para una banda de su talante y trayectoria, y al menos nos quedaremos con ese “Ghost Of Perdition” que erizó los vellos de nuestra nuca. Miguelito lo intentó, nada que reprochar a la banda en sí.
EVERY TIME I DIE llegaban sin vocalista al festival ya que Keith Buckley tenía que marcharse de emergencia de la gira por los problemas de salud de su pequeña hija, pero para salvar el día ahí estaba Liam Cormier de Cancer Bats, que ese día haría doblete con Bat Sabbath en un escenario más grande. Uno tras otro fueron cayendo misiles como “Floater” o “Bored Stiff”, y uno de los momentos más cercanos del festival ocurrió cuando Jordan Buckley invitó a un fan del público (Dani, te queremos) a subir a cantar con ellos la canción “We´rewolf”. Momentos y circles pits impagables, en uno de los conciertos más intensos que pasaron por Madrid este fin de semana.
Fue un gustazo y personalmente quitarse una espinita clavada ver a THE CULT hacer las delicias de sus fans en el Main 1, porque los años no parecen pasar por Ian Astbury y los suyos. Un sonido exquisito para grandes melodías como las de “Sweet Soul Sister”, “Fire Woman” o “She Sells Sanctuary” donde los ingleses (quienes habían empezado a tocar juntos antes de que muchos de nosotros naciéramos) se me antojaron más energéticos y participativos que otras grabaciones que habíamos visto anteriormente.
Muchos hablaron de la gran actuación que realizaron MASTODON en el Main 2 (algunos hasta el punto de decir que fue la vez que mejor sonaron de todas las que tocaron en España en toda su carrera), pero como ya los habíamos visto unas semanas atrás en el Download de París, decidimos emprender camino al escenario 3 para ver en acción a ZEKE. No nos arrepentimos de nada: sonaron como un puto volcán en erupción, y con lecciones de vida como “Highway Star”, “Wanna Fuck” o “All The Way” esa descarga de sucio rock n´rock frenético sonó a gloria. Rápido, grasiento y sin protección, uno de los directos más macarras de todo el festival.
Nadie se esperaba lo que nos iba a caer con SYSTEM OF A DOWN, sin duda el mayor aliciente de las más de 30.000 almas que estábamos agolpadas en el Main 1 esperando a Serj Tankian y los suyos. Hubo ciertas quejas por un sonido excesivamente bajo en la voz del cantante, aunque nosotros desde el lado derecho en las primeras filas no notamos ningún desperfecto. Desde allí todo sonaba claro, todo sonaba como una bomba a punto de explotar, al igual que la energía del público que no paró de cantar, bailar y sudar cada puta canción.
Muchas fueron las personas que tuvieron que salir por patas de las primeras filas debido a mareos y sofocos (también gracias a varios inadaptados que se colaban por fuerza bruta, todo hay que decirlo), pero todos disfrutamos al igual de “Prison Song”, “Bounce”, “B.Y.O.B.” o la final “Sugar”. También hubo momentos emotivos como los de “Loney Day”, amplificados con las proyecciones que la banda emitía por las pantallas. Daron Malakian y Shavo Odadjian dieron el espectáculo que se esperaba de ellos, y podemos afirmar con certeza que el mejor directo de todos los presenciados en el escenario principal del festival se lo llevaron los íconos de la descendencia armenia en el metal contemporáneo. 28 canciones que se pasaron volando.
ZEBRAHEAD lo tenían difícil para superar lo anteriormente vivido, pero dejaron el Main 2 con el listón bien alto. Gustaron al público, se gustaron, su vocalista Ali Tabatabaee incluso salto del escenario para mezclarse con sus seguidores, y consiguió que todos se pusieran de su lado para hacer de aquello una fiesta de rock infusionado de punk aunque fuesen ya altas horas de la noche. Y es que casi nadie puede resistirse a temazos como “Save Your Breath”, “Anthem” o “Call Your Friends”. Incluso se atrevieron a subir a gente para acabar de rematar la faena.
BAT SABBATH sería lo último que viésemos esa noche. Los integrantes de Cancer Bats con su alter ego se convierten en Black Sabbath por una noche y dan el pego. Liam Cormier enfundido en una capa llama bastante la atención, así como sus interpretaciones de “Electric Funeral” o “Iron Man”, solo superadas por ese sublime “Children Of The Grave”. Majestuoso y tenebroso cierre de día que tuvimos, deseando que aquello no acabase nunca (al igual que la sesión de DJ´s de Rockzone con Jordi Wild).
SÁBADO 25 DE JUNIO (crónica por Alex Doompimp)
TRONO DE SANGRE acaban de editar “El Perro Bajo La Piel” y había ganas de escuchar esas nuevas canciones en un formato atípico para el grupo como uno de los escenarios del Download Madrid. Para mí sorpresa sonaron escandalosamente bien, y repartieron cera sin pudor como si todo fuese un “Accidente”. Totalmente recomendable, ojalá todos los días de festival arrancase tan bien como con ellos.
Nos dio tiempo de llegar a ver a COBRA, banda que se autodenomina thriller rock y que cuenta en sus filas con el bajista de Berri Txarrak David González. Saben lo que hacen y lo demostraron encima del escenario, que, aunque su sonido no era el más correcto de todo el evento, igual pudieron dejarnos joyas como “Rosebud” de su último “Riffyard”. Ellos saben que la vida es muy corta para manejar despacio, y también llevan así a cabo sus directos.
A muchos les tomó por sorpresa que SÓLSTAFIR estuviesen en el cartel, ya que a priori no son banda de este tipo de formato, pero más grata fue la sopresa al comprobar que a pesar de problemas con el sonido en el escenario principal 2 dieron la talla con melodías preciosas como “Ótta” o “Pale Rider”. Su apartado visual representa un 30% de la experiencia Sólstafir, al igual que sus movimientos tal cual iguanas.
DEAFHEAVEN fueron un poco la decepción del día, con un sonido bastante pobre con el que vimos a su frontman George Clark luchar contra lo imposible. Sin duda se están acostumbrando a tocar en festivales con todo lo que ello conlleva, y la destreza al interpretar canciones como “Baby Blue” o “Dream House” es sin duda apabullante, pero según que sitio. Ese sitio no fue el Download Festival Madrid.
KVELERTAK correrían la misma suerte en el escenario principal 2, en parte por culpa del viento, y en parte por culpa del escenario con el peor sonido en balance general (recordemos que aquí también tocaron Opeth con la misma suerte). Poco les importó para hacer sonar su black n´roll a todo trapo en gemas como “Mjød”, “Evig Vandrar” y “Nattesferd”. El búho volvió a asomar la cabeza por Madrid, y conquistó incluso en una tarde que se le ponía cuesta arriba.
PHIL CAMPBELL & THE BASTARD SONS llevan el legado de Motörhead en la sangre, después de todo su líder ha sido compañero de Lemmy durante varios años, y el olor a rock n´roll se le ha quedado impregnado. Gran concierto al lado de su familia, donde todos celebramos con gritos ese genial “Ace of Spades”. Grata sorpresa nos llevamos también con IN FLAMES, que una vez superado el trauma de sus nuevos lanzamientos más pop / rock hicieron lo mismo que Linkin Park: conquistar a base de buen sonido, clásicos puntuales, y mucho derroche personal en el escenario. Joda a quien joda son muy buenos, ¿O es que ahora nadie se volvió loco con “Take This Life”?
APOCALYPTICA lo tenían fácil en el escenario 3, ya que su Metallica By 4 Cellos estaba de aniversario y así pudimos disfrutar de esos clásicos inmortales que nos dieron a conocer a los fineses por primera vez. Sorprendentemente el sonido del escenario estuvo con ellos y nos hizo trastadas, un gran concierto que recordaremos todos aquellos que pedíamos “otra, otra”.
Y llegó el momento de poner todo patas arriba, porque PROPHETS OF RAGE eran los encargados de obrar la magia en el escenario principal. Al igual que pasó con System Of A Down la noche anterior, la potencia y ganancia de dicho escenario jugó a su favor y cada canción inmortal de Rage Against The Machine sonaba a leyenda. Los vocalistas de Public Enemy y Cypress Hill lo bordaron, y hasta esa fina lluvia que caía durante su actuación se puso de acuerdo con la banda para cortarse de manera repentina al final de la dedicatoria a Chris Cornell con “Like A Stone”. Nuestra interpretación de “Que me chupen la p****” en la final “Killing In The Name” quedará registrada como uno de los momentos más contagiantes de todos los festivales españoles.
NOFX llegaban a Madrid con el cachondeo que les caracteriza, pero los astros se alinearon esa noche y la tontura de Fat Mike cedió ante las ganas de contentar a los fans y entregar un set de felicidad y mucho baile. El escenario principal 2 gozó de igual manera clásicos como “Murder The Government” que con “Six Years On Dope”, y al menos para un servidor ha sido de las mejores veces que he visto a la banda principal de la escudería Fat Wreck Chords.
Pronto me marché de su show porque presentía que los suecos AVATAR iban a dar mucho que hablar, y vaya si lo hicieron. Nadie se esperaba la fiesta que dieron al escenario 3, ni todos los cambios de estado de su vocalista Johannes Michael Gustaf Eckerström, porque con temas tan flipantes como “Hail The Apocalypse” o “Let It Burn” nos ganaron a todos para siempre. Sin miedo a equivocarme puedo afirmar que dieron el mejor espectáculo en cuanto a sonido y puesta en escena de todos los vividos el sábado, a la par incluso de Prophets Of Rage. Una banda que merece mucho más reconocimiento en España.
Y así, con la Party Hard DJ de fondo se despedía la primera edición del Download Festival Madrid. Tras los problemas iniciales y toda la ira de los haters que desde que se anunció la primera tanda de bandas para el festival aprovecharon para cargar contra el festival, la organización supo responder y subsanar problemas, que finalmente no evitaron que fuese una celebración del rock, del metal, del punk, y de la unión de personas con una misma pasión: la música en directo.
Esperemos que hayan tomado nota de todo lo que hay que mejorar, pero por sobre todo que hayan llegado para quedarse, porque con un cartel atractivo que pocas veces vemos por aquí (al menos con tanta diversidad), y con un despliegue de medios tan impresionante lo suyo es que se posicione como uno de los festivales de referencia en nuestro ámbito ¿Apuestas para cabezas de cartel de la edición 2018? Gracias Download y gracias público por hacer esto posible, el buenrollismo y las ganas de marcha que se respiraron a lo largo de 3 días en Madrid sin ningún incidente destacable hace que fantasmas como los del caótico Festimad se disipen. Repetimos: a Madrid le hacía falta esto, y Download ha cumplido.
PRÓXIMAMENTE REPORTAJE COMPLETO DE FOTOS A CARGO DE IRIA LAGE PHOTOGRAPHY