Texto: Morpheus Misfit
Foto: Morpheus Misfit
Sería de estúpidos no reconocer la labor de El Drogas y de Barricada por el rock español, sería de tontos decir que no han sido uno de los pilares fundamentales de lo que hoy por hoy llamamos rock estatal, ni que han influenciado a miles de bandas que han tenido el corajo de colgarse un instrumento y escupir denuncias sociales o lios amorosos a través de canciones. El Drogas es tan fundamental para este mundillo, que si tenemos la oportunidad de verlo en solitario en el paso de su actual gira de presentación de “Demasiado tonto en la corteza” no nos lo podemos perder.
Enrique Villareal, “El Drogas” para los fans y amigos, ha tenido unos años duros desde que su alma mater (Barricada) lo viera marcharse. Solo había dos opciones: quedarse en la memoria de los fans como un mito y una estrella caída, o reinventarse en formato solitario y editar discos tan completos como éstos últimos donde rinde tributo hasta a Marc Bolan. Por suerte que ha elegido esto último.
También hay que reconocer que un artista muy cercano a su público, y quizás siendo muchas veces público de otros shows sabe que una entrada de 15 o 20 euros puede doler mucho en estos días, por eso no quiere marcharse del escenario sin entregar al menos 42 canciones en un total de 3 horas de show. Muchas pensarán que puede resultar hasta cansino y aburrido, pero lo cierto es que con un buen setlist donde los altos y bajos se manejan correctamente, esas tres horas no se hacen pesadas. Canciones de su disco en solitario, de Txarrena, alguna de Leño (“La Fina”), y por supuesto de Barricada están listas para amenizar noches como aquella de viernes en Málaga.
Es impresionante ver como un hombre con un largo recorrido musical, y que ha pisado miles de escenarios en su vida, siga guardando la ilusión de poder derrochar hasta la última gota de energía encima del escenario (ya sean 200 personas o 20.000 personas). La banda que lo acompaña no es menos, con un Flako Txarrena muy acertado, Brigi Duke de Koma contundente, y Txus Maraví luciendose a las cuerdas en una noche de pocos arreglos pero sólido rock n roll.
Con una estética algo steampunk (ese sombrero con toque industrial, las gafas, la ropa) salió El Drogas a arrasar la noche y no parar ningún segundo (ni cuando un fan se arrojó un vaso lleno de cerveza en la recta final del show) de derrochar talento y saber estar encima de las tablas. No faltó ninguna canción, nadie salió de la sala sin pensar que esos 15 o 20 euros fueron mal gastados. No, no son Barricada…pero la experiencia vale la pena para quienes queremos este género tanto como para seguir apoyando a sus principales promotores.