Texto: Morpheus Misfit
Fotos: Iria Lage
Gasteiz Calling se erige como una alternativa perfecta para cerrar el verano a ritmo de punk rock y hardcore de aquellos nostálgicos que desvían sus miradas de tierras gallegas a Vitoria-Gasteiz, sitio que desde el año pasado acoge el espectacular festival que no solo vive de un cartel interesante.
EN BREVE EL ÁLBUM COMPLETO DE FOTOS DEL GASTEIZ CALLING, A CARGO DE IRIA LAGE PHOTOGRAPHY
Es de agradecer que la organización se haya hecho eco de las quejas de la primera edición (normales al empezar a dar los primeros pasos), así pudimos disfrutar de una nueva entrega mejorada y variopinta, con muchas alternativas más allá de las actuaciones de las bandas ¿En qué se ha mejorado? Pues primero en el sonido, luego en la variedad del cartel, en las barras y su disponibilidad, la oferta de ocio alternativa al Iradier Arena, plataformas para facilitar el stage diving…pequeños detalles que hacen que un fin de semana valga la pena y nos haga volver a casa con un buen recuerdo.
Todo comenzaba el viernes en la sala Jimmy Jazz con la fiesta de presentación en un cartel con bandas que ya a muchos festivales de la Península les gustaría tener cada año. Llegamos a tiempo para ver a Authority Zero, quienes deberían de haber tocado el año pasado en el cancelado festival Sick Of Bean de Madrid. Tenían ganas, tienen buen directo y un buenrollismo que contagia a todos. Llevan un tiempo preparando su nuevo álbum (que saldrá la próxima primavera), pero antes el vocalista Jason DeVore y los suyos quisieron desgranar un set de clásicos de todas las etapas de la banda, siendo bastante celebrados sus hits “Revolution” y “Over Seasons”. Impedimentos ninguno para su guitarra Brandon Landelius, que aunque con ciertos problemas técnicos en las primeras canciones supo salir airoso de un set caluroso pero agradecido, donde Jason bajó al público mas de una vez para codearse con el público.
Los alemanes Slime, considerados unos clásicos y quienes sorprendían en el cartel de la fiesta de presentación, fueron los siguientes en salir a escena. Con varios años e historias a sus espaldas que quizás van notándose a lo largo del set, supieron sacarle brillo y lo mejor posible a temas tan míticos como “Deutschland” o “Zum Kampf”, siempre con una actitud anti-fascista por bandera, renegando de compañeros suyos de las primeras épocas que ahora están acomodados en sus oficinas y residencias mientras ellos seguían al pie del cañón.
Unos esperados Strung Out fueron quizás la nota mas amarga de la primera velada, tanto por el setlist tan bizarro que eligieron como por lo desatinado de la ejecución del mismo. Por momentos parecían no cordinar guitarras y batería, no lucían conectados con el público, y la actidud chulesca de su vocalista Jason Cruz hizo el resto para que lo suyo pasase sin pena ni gloria. Nos quedamos con las ganas.
Todo lo contrario para los cabezas de cartel Angelic Upstarts ¿Están mayores? Sí ¿Su vocalista Thomas ‘Mensi’ Mensforth no aguanta todo el set sin asfixiarse? Sí, pero también es cierto que no necesitan mucho para poner a toda una sala a botar a ritmo de temas como “Last Night Another Soldier” o “Anti-Nazi” donde vale mas la maña que tenga uno encima de las tablas que la calidad que le pueda aplicar a su ejecución. Parones incluidos, todos disfrutaron como niños chicos, tanto como de la pinchada posterior a cargo de Rockzone donde se dejaron caer clásicos del ska-punk y hardcore melódico de los 90´s. Amenizados por las fiestas Jagermeister dentro de la sala, era hora de descansar para el día grande.
Como comentaba antes: no todo eran las actuaciones en el Iradier Arena. Desde por la mañana nos esperaban actividades alternativas como conciertos acústicos donde personajes como Dani Llamas de G.A.S. Drummers hacían sus delicias en una sesión de Vermut…o si lo tuyo es el rollo skate también tenías un campeonato organizado por Vans donde varias figuras del deporte patrio se daban cita ¿Aburrimiento? Ninguno, al igual que en la calle Cuchilleria de Vitoria, donde gran parte del festival esperaba la apertura de puertas a las 16:00.
Y fue entonces cuando saltaban los andaluces G.A.S. Drummers al escenario para dar un repaso a su último “We Got The Light” con aún escaso público pero un sonido destacable. En la ocasión también presentaban su nuevo directo, el cual con tirada limitada a 300 copias vendían ellos mismos en el puesto de merchandising. Correcto arranque para un día que prometía.
Los norteamericanos The Interrupters daban su primer concierto en España en el Gasteiz Calling (al día siguiente harían lo suyo en Barcelona) y a juzgar por la reacción de la gente lo suyo gustó bastante. El ska y el punk rock mas bailable se apoderó del calor de Vitoria donde temas como “A Friend Like Me” o “Take The Power Back” sonaron de escándalo al igual que la alegría que derrochaba su vocalista Aimee Interrupter. Una banda de Hellcat Records a la cual hay que seguirle la pista muy de cerca, de momento vuelven a Europa en enero como teloneros de Green Day.
Anti-Nohwere League le daban el punto gamberro y punk clásico de tachas y cuero al festival, con un sonido algo mejorable pero con una actitud que no pasó desapercibida. Nadie se puede quedar en su sitio al escuchar temas como “Pig Iron” o “So What” (que unos años después Metallica harían popular), y la cita incluso le dio la oportunidad a la banda de quitarse el estigma de “homófobos” que algunos seguidores les habían atribuido con motivo de algunas canciones. Cartel en apoyo a los gays y bandera del orgullo en el escenario, lo hicieron todo correcto.
Lastimosamente nos perdimos la actuación de Lendakaris Muertos para poder entrevistar a Ignite en el backstage, entrevista que pronto podrán escuchar y leer en GoetiaMedia.com. Youth Brigade alegraron corazones y arrancaron lágrimas nostálgicas entre los seguidores mas curtidos del Gasteiz, dando cera a ritmo de “Alright Then” o “Guns Are For…”. Brillante show que se hizo ameno y corto a partes iguales.
La noche empezaba a caer e Ignite hicieron acto de presencia en Vitoria. Su último “A War Against You” quizás no haya sido del gusto de la mayoría (era difícil superar ese “Our Darkest Days”) pero a pesar de contar solo con un guitarrista para la ocasión salieron a matar con una inicial “Veteran” que hizo las delicias de los stagedivers desde primer momento. Clásico tras clásico, sonó hasta ese “Sunday Bloody Sunday” de U2 con mensaje incluido para los refugiados de Siria, cerrando una actuación brillante con “Bleeding”. No hubo participación con Pennywise, pero Zoli se quedó bastante contento entonando el estribillo de “Fuck Authority”.
Y por fin los esperados Gorilla Biscuits salieron a escena, sin fotógrafos y directos a la yugular. Es cierto que quien toque al completo una obra maestra como el “Start Today” se merece al menos el respeto y la atención de un público entregado (que lo fue), pero la sensación general de este servidor fue el de una banda a medio gas. Quizás tanta expectativa arruinó lo que hubiese sido un concierto correcto, pero dicho lo dicho no fueron más que otros nombres de la siguiente generación.
Pennywise se establecían como uno de los cabezas de cartel del festival, y no era para menos tras la vuelta de Jim Lindberg a las voces. Lástima que para entonces la cúpula del Iradier Arena ya hubiese cerrado puertas (imaginamos que para no molestar a los vecinos) haciendo de efecto rebote con el sonido de la banda. Poco importó cuando canciones del “About Time” empezaron a caer como martillos. El baile desenfrenado ocurrió con infaltables como “Same Old Story” o “Fuck Authority”, manteniendo la banda todo el momento el contacto con el público. Nos regalaron hasta una versión del “Blitzkrieg Bop” de Ramones y del “Do What You Want” de Bad Religion.
Lo de Cock Sparrer no es normal. Todos nos esperábamos un buen directo, pero estos señores de 61 años lo elevaron al máximo posible al punto de crear el mejor directo de todos los vividos ese día. Bengalas, cánticos, sudor y personalidad cockney donde casi nos dejamos la voz en temazos como “Runnin´Riot” (su primer single, antes de Sex Pistols y otras historias), “What´s It Like To Be Old?”, “Argy Bargy” o “England Belongs To Me”. Nadie quería que se fuesen, ni siquiera ellos, y al parecer su set se alargó de tal manera que afectó a quienes cerraban el festival: Turbonegro.
Los de Oslo subieron desenfadados al escenario para dar un concierto rápido, directo, para cortar cabezas y dejar claro quienes son los putos amos del rock macarra con tintes de punk y glam a partes iguales. No tardaron en caer “All My Friends Are Dead” o nuevas como “Hot For Nietzsche”, todo con un sonido perfecto y el show garantizado por Anthony Madsen-Sylvester (quien no será jamás Hank pero no lo hace nada mal), Euroboy y Happy Tom (menos participativo ésta vez, quizás por la presión de tener un set mas corto). No faltó tampoco el himno vasco “Cocaína” (a ritmo de “La Cucaracha”) pero sí muchos extrañamos “Get It On” o el final con “I Got Erection” como es habitual. Una final y majestuosa “The Age Of Pamparius” hizo la magia, y cuando todos los esperábamos de nuevo se encendieron luces que anunciaban el final del festival.
Y así se acababa una nueva edición de nuestra ya cita favorita de punk rock, con la consecuente after party en el Jimmy Jazz. Dos días repletos de kalimotxo, pintxos y un festín de punk/rock/hardcore sin igual en la Península. Lo están haciendo bien para competir a la par con los grandes nombres del negocio. Enhorabuena a la organización, los abandonados del punk rock hemos encontrado un nuevo hogar festivalero.