Texto: Laura Cansado
Fotos: Daniel Claudin
Las madrileñas Ginebras convirtieron la sala BBK en una auténtica verbena. Si hay un grupo femenino indie que está dando que hablar, sin duda son ellas: Magüi (voz y guitarra), Sandra (guitarra solista y coros), Juls (batería) y Raquel (bajo). Después de todo el verano tocando en festivales, ayer jueves 6 de octubre, le tocaba el turno a la mítica sala bilbaína BBK.
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El concierto de las madrileñas comenzó con uno de sus temas más conocidos “Crystal Fighters”, toda una declaración de intenciones: el público iba a bailar, cantar y pasárselo bien. Después del subidón de la primera canción, contaron que tenían especial ganas de cantar en esta sala ya que, cuando anunciaron la gira, las entradas del bolo de Bilbao volaron más que en cualquier otra ciudad. Sí es cierto que las pudimos disfrutar en el festival BBK, pero como bien dijo Sandra, no es lo mismo actuar para gente que no te conoce que en un concierto propio.
Si hay algo que se les da bien a Ginebras es crear una atmósfera inmejorable, la sala estaba prácticamente llena con un público de lo más variado: desde críos con sus padres, jóvenes e incluso personas que podrían estar jubiladas. Todas ellas sonriendo y cantando sus canciones.
El concierto iba avanzando y los monólogos entre ellas y su público entregado no cesaron. Incluso se definieron a sí mismas como unas plastas, el ejemplo perfecto de que estaban cómodas y disfrutando en el escenario.
Este bolo ha sido uno de los pocos en los que han tocado toda su discografía -no hay que olvidar que Ginebras es una banda que surgió en la pandemia-: Filtro Valencia, Fan emergente, Chico Pum, Vintage, Ansiedad… y uno de los highlights del concierto fue cuando tocaron la versión de Rosalía, Con Altura.
Por supuesto también aprovecharon la ocasión para recordar que su segundo disco verá la luz a principios de 2023.
El espectáculo iba llegando a su fin y era el momento de la canción de Paco y Carmela, lo que acabó de convertir a la BBK en una auténtica verbena del pueblo, todo el mundo cantando y bailando.
Después de poco más de una hora, las madrileñas acabaron con La típica canción, con un estribillo que viene que ni pintado:
“Está sonando la típica canción que ayer
No te gustaba y ahora presumes, puede ser
Que hayas cambiado
Es lícito sentir placer
Por cosas que odias
Y reconoces que están bien”
El cierre ideal para un concierto que puede ser que ayer no te gustaran pero hoy puedes presumir de que están bien, realmente bien.