Texto: Nati P. Taviel de Andrade
Fotos: Nati P. Taviel de Andrade
Una noche cargada de buen rollo, temas bélicos que nos transportan a la época de los templarios y mucha energía. Tres ingredientes que consiguieron hacer de la velada todo un éxito; sin olvidar mencionar la gran compenetración que hay entre los miembros de la banda, lo cual acentúa aún más el buen rollo que transmiten.
El pasado jueves, una gran marea de personas de diferentes edades se aglutinaban en la mítica sala Huxley´s Neue Welt de Berlín para disfrutar de una noche cargada de buen metal y energía. Una noche que a los más veteranos les transportó a un pasado glorioso y a los más jovencitos les hizo disfrutar de una de las bandas con las que se han abierto al mundillo musical. En definitiva, una noche para disfrutar y recordar.
Y es que si bien Hammerfall es una banda que en países como España se han quedado más obsoletos, aquí siguen triunfando y gustan muchísimo, ya que el público alemán se caracteriza por estar muy arraigado a la música del pasado. No en vano estamos hablando de la tierra que vió nacer grupos como Helloween, Blind Guardian ó Gamma Ray. Un país en el que los clásicos no pasan de moda.
Con un público que superaría las 1000 personas y un ambiente bien caldeado, la primera banda de la noche, Serious Black, apareció en escena. Esta banda fundada a principios del 2014 cuenta con músicos de la talla de Roland Grapow (ex Halloween, Masterplan) , Thomen Stauch (ex Blind Guardian, Savage Circus) y Mario Lochert (Emergency Gate, ex Vision of Atlantis), una mezcla explosiva para hacer de su primer disco, “As daylight breaks”, un estupendísimo trabajo que no nos deja indiferentes. Y no es ese disco lo único que podemos alabar: la puesta en directo del grupo me dejó francamente sorprendida. No sólo se notó una gran compenetración entre todos los músicos y disfrutamos de un Thomen Stauch entregadísimo que dió lo mejor de sí con su potente puesta en escena, sino que además el show fue acompañado de un muy buen sonido y juego de luces que realzó de gran manera la gran calidad por parte de los músicos. Además, cabe a destacar la complicidad mostrada entre Grapow y el otro guitarrista de la banda Dominik Sebastian (Edenbridge, Thirdmoon), así como la estupenda presencia y voz de Urban Breed (Trail of Murder, Project Arcadia) que puso un gran empeño en animar a un público que, desde el primer momento, se mostró muy entregado. Un grupo que consiguió ponernos a mil con temas como “High and low” ó “Older and wiser” y que supo poner toda la carne en el asador.
La siguiente banda fueron los alemanes Orden Ogan, grupo que lleva dando caña desde 1996 a base de una mezcla de folk y power metal bien lograda y que despertaron un gran entusiasmo desde el primer momento. Y es que los chicos de Arnsberg, si bien al principio empezaron un poco flojos, a medida que el show avanzaba supieron sorprendernos con su increíble fuerza y garra, haciéndonos cabecear como locos con temas tan estupendos como “F.E.V.E.R.” ó la esperadísima “The things we believe in”, tema que todo el público coreó y en el que se fundió gritando al unísono: “and so we are: cold, dead and gone” (pelos de punta de solo recordarlo…). Cabe a destacar la enorme simpatía de su vocalista Sebastian Leverman, que no solo tiene una gran voz, sino que además cumple con las características de un buen frontman y sabe animar al público en todo momento. Leverman aprovechó varias ocasiones para hacer alguna broma acertada ó animar a hacer headbanging a ritmo de un potente guitarreo. En definitiva, una banda con mucho potencial para seguir haciéndose un hueco en su género.
Pero la noche pertenecía a los veteranos Hammerfall y el público así lo demostró. Entre gritos de júbilo y acalorados aplausos aparecieron Oscar Dronjak y los suyos, abriendo su puesta en escena con una de las canciones de su último disco “(R)evolution”, “Hector´s hymn”. Y si, no vamos a negarlo: da igual escuchar “Hector´s hymn” que canciones tan míticas como “HammerFall”, ya que pese a los muchos años que han pasado, en el fondo siguen siguiendo la misma línea y no han innovado en absoluto. Sin embargo, no podemos negar que aquella persona que va a ver Hammerfall, sabe lo que hay, y que pese a la línea monótona en sus canciones, los suecos saben ganarse al público y darle lo que quieren: una noche cargada de buen rollo, temas bélicos que nos transportan a la época de los templarios y mucha energía. Tres ingredientes que consiguieron hacer de la velada todo un éxito; sin olvidar mencionar la gran compenetración que hay entre los miembros de la banda, lo cual acentúa aún más el buen rollo que transmiten.
Pese a los años, pudimos disfrutar de un Joacim Cans que se dejó la voz y derrochó simpatía en el escenario, así como de un entregado Oscar Dronjak, que dió lo mejor de sí pese a que nunca se haya caracterizado por resaltar mucho en el escenario. No podemos olvidar el estupendo setlist del que hicieron gala, el cual en mi opinión dió muchísimo de sí: no faltaron temas tan sonados como “Renegade” (del disco “Renegade”, 2000), “”Let the hammer fall” (Legacy of Kings, 1998), HammerFall (Glory to the brave, 2007) y la esperadísima balada del mismo disco, “Glory to the brave”; además de despedir bien la noche con uno de sus canciones estrellas “Hearts on fire” (“Chrimson Thunder, 2002). Un setlist con el que consiguieron meterse al público en el bolsillo y una actuación que dejó buen sabor de boca a todos los presentes, tanto por las ganas y entusiasmo que pusieron, como por el buen rollo que transmitieron al público berlinés.
En definitiva, Hammerfall es un grupo que no ha perdido su autenticidad con los años y que sigue ofreciendo de un buen directo. Una banda que, de alguna manera, es capaz de arrancar una sonrisa a muchas generaciones.
Setlist
Hector´s hymn
Any means neccesary
Renegade
BYH
Blood bound
Heading the call
Let the hammer fall
Live life loud
400 meter medley
Raise the hammer
Threshold
Last man standing
Glory to the brave
We won´t back down
HammerFall
Templars of Steel
Bushido
Hearts on fire