Promotora: MADNESS LIVE!
Redaccion y fotos: X.F.Remorse
Sirva esta crónica con dos finalidades básicas, y seré muy directo: por un lado, reivindicar al que para mí es la banda de thrash más injustamente infravalorada quizás del mundo entero. Por otro, criticar la actitud y mentalidad de mucha gente, que se queja del precio de una entrada para luego gastarse lo que vale en tres cubatas. Porque lo vivido en Razz 3 no tiene nombre: no llegaban a 30 las personas que fueron a ver a Heathen. No sirve de excusa que fuera un miércoles. Son unos clásicos de la Bay Area y para mí han sacado el mejor disco de thrash de los últimos diez años, el excepcional “The evolution of chaos”. Como lo leéis: 30 personas de público.
Por motivos laborales me perdí a los jóvenes alemanes Dust bolt y gran parte del concierto de Generation Kill, con el voceras de Exodus Rob Dukes al frente. Tampoco no me perdí mucho, no destacan demasiado y lo poco que oí no me dijo nada.
Lo de Heathen….pues lo dicho, sin palabras. Además, la media de edad era de unos 35 años…había más veteranos que jóvenes…¿dónde estaban los thrashers que se pirran por Evile, Havok y bandas así, que para mí aportan mucho menos y en cambio traen cuatro veces más gente? Fue penoso.
La banda lo dio todo, sobre todo Dave White, un auténtico profesional que, a pesar de la poca gente (y la mitad apalancada), no paró ni un instante de animar; se notaba que quería que la gente disfrutara y en ningún momento se desmotivó al ver el panorama. Lee Altus sí que estuvo más pasivo. Por cierto, el batería era Jon Dette, quien ha sustituido a Lombardo alguna vez en Slayer…una máquina que además clavó los temas.
El concierto fue muy corto, de hecho recortaron un par de temas del set list previsto, que pillé por ahí. No sé si cortaron el set list porque estaban hasta los huevos o porque cerraban la sala. No hicieron ni Fade away (tampoco me perdí mucho ahí, es de las más flojas de su último trabajo) ni Mercy is no virtue. Tocaron Control by chaos y Dying season para empezar, continuando con Open the grave de su primer disco Breaking the silence (y del cual también hicieron Goblin’s dance y Death by hanging…vamos, los tres temas habituales). Tocaron Hypnotized como único representante del Victims of deception, además de Arrows of agony (la que más disfruté) y No stone unturned (que, pese a su larga duración, no hizo bajar el ritmo del concierto) de su último álbum. Me hubiera encantado ver A hero’s welcome o Red tears of disgrace….pero sobre todo, me hubiera encantado ver más público apoyando a una banda que se lo merece.
Me fui con una sensación agridulce…yo, como todos allí, disfrutamos muchísimo, pero con el sentimiento de ver la injusticia de una banda tan buena y a la vez con tan poco seguimiento. Éramos una especie de “elegidos”, conscientes de la situación y por ello nos volcamos con la banda, comprando luego camisetas, pósters firmados y demás merchandising…un poco a modo de agradecimiento y como diciéndole a la banda, y citando a Jesús, refiriéndose a todos los metaleros de Barcelona que no acudieron al bolo, “perdónales porque no saben lo que hacen”.
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