[crónica] King Crimson en Madrid – Palacio de Congresos, 22/11/2016

Texto: Luis Monge

Un cartel de Sold Out acompañaba a las dos fechas madrileñas de la gira de King Crimson. Hablamos de los padres del progresivo.

El grupo que con el lanzamiento de su primer álbum, el aclamado In The Court of the Crimson King, revolucionó el mundo de la música y que hizo nacer en los críticos la necesidad de crear un nuevo término para describir aquel sonido trasgresor.

Trece años después de su última visita a España, los británicos volvían a pisar nuestro país para hacer las delicias de los amantes del más exquisito rock progresivo.

Para poner un poco en situación haré un breve repaso de la formación actual de King Crimson. Son muchas las encarnaciones, disoluciones y reuniones que ha tenido esta banda desde su fundación en 1969, siendo su guitarrista Robert Fripp el único miembro que ha permanecido siempre en ella. En la actualidad tiene una peculiar formación de septeto que incluye tres baterías.

Los integrantes son: Robert Fripp a la guitarra y teclados. Jakko Jakszyk a la voz y guitarra, antiguo integrante del supergrupo The Tangent y 21st Century Schizoid Band. Tony Levin al bajo y Chapman stick, quien formó parte de la banda durante los años 80 y su tercera reunión hasta el 98, aunque también es conocido por su trabajo como solista y en Liquid Tension Experiment. Mel Collins a los vientos, integrante de King Crimson en su segunda encarnación, desde 1970 hasta 1972. Pat Mastelotto al batería y percusiones, que ha sido miembro del grupo desde la reunión de 1994. Gavin Harrison, quien fue batería de la conocida banda británica de Metal Progresivo, Porcupine Tree, liderada por Steven Wilson. Y finalmente Jeremy Stancey a la batería y teclados, siendo la última incorporación de la formación tras la salida de Bill Rieflin a finales de 2015 para tomarse un tiempo sabático.

La gira de The Elements, iniciada en 2014, recupera muchos clásicos de los primeros trabajos de la banda, no obstante dejan a un lado los trabajos de los años 80. El setlist va cambiando cada noche y lo deciden la misma mañana del evento. Si bien los temas insignia los tocan siempre, los demás van variando.

El Martes 22 acudí a mi cita con su “Majestad Carmesí”. Era la segunda de las dos noches que tocaron en la capital. Las butacas del Palacio de Congresos iban ocupándose con velocidad. Había desde sexagenarios hasta veinteañeros. El entusiasmo era palpable. Padres que seguramente transmitieron a sus hijos la pasión por esta banda y ahora van juntos a vivir la experiencia de verles en directo. Sobre el escenario reposaban las tres impresionantes baterías y tras ellas, un poco más elevados, los instrumentos de Collins, Levin, Jakszyk y Fripp.

Un aviso grabado recordó a los asistentes la estricta prohibición de usar móviles o cámaras durante la actuación. La noche daba comienzo.

Los siete músicos aparecieron sobre el escenario vestidos de chaqueta, mientras el público rompía en aplausos. Vi los rostros iluminados de la gente que me rodeaba. Todos albergábamos el mismo sentimiento. No era la primera vez que les veía, pero me sentía tan ilusionado como la primera.

Los tres baterías rompieron en un impresionante solo, con una cortante precisión, absoluta sincronización y gran elegancia. Terminada la pieza de percusión, llamada ‘Hell Hounds of Krim’, dieron paso a ‘Pictures of a City’. Bastaron pocos segundos para dejarnos a todos maravillados. Sonaban impecables, era una maquinaria bien engrasada y puesta a punto. Había dado comienzo la magia de King Crimson, un deleite para todos los sentidos.

Era apasionante ver a Mastelotto tocando las numerosas piezas de percusión que formaban su batería y todos los artilugios que iba sacando. Muy similar a lo que Jamie Muir hacía durante su corta estancia en la banda entre 1972 y 1973.

Del sonido setentero de In The Wake of Poseidon y Lizard pasaban al noventero del THRAK, para luego regresar a sus primeros trabajos. Quiero destacar la majestuosa interpretación de ‘The Court of the Crimson King’, posiblemente mi canción predilecta de cuantas tienen. Stancey demostró una gran versatilidad tanto a la batería como a los teclados.

Las complejas polirritmias a dos guitarras y Chapman stick llegaron con ‘The ConstruKction of Light’. Los soundscapes emitidos por la guitarra de Robert envolvieron toda la sala durante ‘Interlude’, mientras Tony tocaba el contrabajo eléctrico y Jakko y Mel  interpretaban un dúo de flauta travesera. A continuación sonaron algunas de sus composiciones más actuales, como ‘Meltdown’ y ‘Radical Action II’, y cerraron la primera parte de la actuación con la apoteósica ‘Level Five’.

Tras el intermedio regresamos a nuestras butacas, ansiosos de seguir degustando aquel manjar. ‘Peace: An End’ abrió la segunda parte del recital, que venía  bien cargada de grandes himnos.

La inconfundible intro de ‘Indiscipline’ comenzó a sonar y uno tras otro los baterías fueron realizando múltiples solos, que se extendieron durante varios minutos. Al contrario que en la versión original, en la que Adrian Belew recitaba la letra hablando, Jakko la canta sobre una línea de voz completamente nueva. ‘Indiscipline’ está siendo la única pieza de los 80 que tocan en la gira.

Uno de los momentos álgidos de la noche llegó de la mano de ‘Epitaph’. La triste y emotiva balada, majestuosamente interpretada, hizo que a más de uno se nos saltasen las lágrimas. Terminada, muchos se pusieron en pie, aplaudiendo con los ojos enrojecidos. Tampoco faltaron joyas como ‘Easy Money’, ‘Red’ o ‘Lark’s Tongues in Aspic (part II)’, y para sorpresa de muchos ‘A Scarcity of Miracles’, tema perteneciente a uno de los proyectos paralelos de King Crimson, denominados Projekcts. Estos están formados por Fripp junto con otros miembros de la banda, aunque su material no se considera oficial de King Crimson.

Las primeras notas de la melodía de mellotrón de ‘Starless’ causo conmoción en el auditorio. Para muchos, una de las mejores composiciones de King Crimson y de la historia del rock progresivo. Conforme se acercaba el final, la iluminación de la sala comenzó a cambiar. Los focos tiñeron de rojo el escenario a la par que el tema rompía con la agresiva y afilada guitarra de Fripp. Alcanzando el clímax de la pieza y de la noche. Me aventuro a decir que al igual que yo, la inmensa mayoría de los presentes contemplábamos absortos la impecable interpretación de tan magistral canción. Al terminar el público estalló en aplausos. Los británicos saludaron y desaparecieron entre bastidores.

Pero la velada no había concluido. Los siete músicos reaparecieron sobre el escenario para tocar la última pieza de la noche: su archiconocido himno ’21st Century Schizoid Man’, con un extenso y magnífico solo de batería de Gavin intercalado a la mitad, en el que hizo alarde de su maestría. Un broche de oro para una noche que seguramente ninguno de los allí presentes olvidaremos.

La conclusión que saco de este concierto es sencilla: King Crimson son, a día de hoy, la mejor banda de rock progresivo de los 70.

Al contrario que sus contemporáneos que permanecen activos, tales como Yes o Jethro Tull cuyo deterioro es más que perceptible, KC ofrecen un directo que me atrevo a decir que casi roza la perfección. Fripp siempre ha sabido rodearse de los mejores, y si bien es conocido por su enorme nivel de exigencia, es precisamente lo que ha permito a KC seguir brillando con el paso de los años.

Si tenéis la oportunidad de verles no lo dudes ni un segundo. Ojalá podamos seguir disfrutando de esta maravilla mucho más tiempo.

Sólo me queda decir ¡larga vida al Rey Carmesí!

Setlist (Martes 22 de noviembre)

  1. Hell Hounds of Krim
  2. Pictures of a City
  3. Cirkus
  4. Lizard (‘The Battle of Glass Tears – Part I: Dawn Song’)
  5. Suitable Grounds for the Blues
  6. VROOOM
  7. The Court of the Crimson King
  8. The Letters
  9. The ConstruKction of Light
  10. Interlude
  11. Meltdown
  12. Radical Action II
  13. Level Five
  1. Peace: An End
  2. Indiscipline
  3. Easy Money
  4. Epitaph
  5. Devil Dogs of Tessellation Row
  6. Red
  7. A Scarcity of Miracles
  8. The Talking Drum
  9. Lark’s Tongues in Aspic, Part Two
  10. Starless
  1. 21st Century Schizoid Man

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