Texto: Jorge Fretes
Fotos: Xibalba
Ktulu son uno de los grandes nombres del metal español. Los de Hospitalet de Llobregat arrancaron su andadura en 1986 y llevan unos 9 discos a cuestas. Parones, reuniones, cambios de formación, de estilo, y siempre un fijo: Willy Espejo a la voz. Era momento de comprobar si la nostalgia del Día De La Bestia era suficiente para sobrevivir al mito.
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La fecha venía preparándose con mucho mimo. Anunciado hace varios meses, ese sábado de diciembre estaba marcado en el calendario para muchos a fuego, tanto para las bandas que iban a participar en el evento como para fans que o bien no habían visto nunca a Ktulu en directo, o bien llevaban más de 20 años sin verlos pisar un escenario. Incluso se había celebrado un evento de promoción en el que se había proyectado de manera gratuita el documental “Regreso Al Sótano” donde se daba fe de esa vuelta a los escenarios juntos 19 años después.
La noche arrancaba con la banda malagueña Sacristía, que ese mismo día había publicado en formato digital su nuevo trabajo ‘Despertar A La Oscuridad’. El grupo de death metal melódico lleva algo más de un año con su actual formación, que cuenta con los nuevos integrantes Isaac Nieto a la guitarra y JuanJolocaust a la batería. Se unen así a los veteranos José Manuel Plaza, y Gustavo Ballesteros en esta aventura que ya va por las tres décadas.
Su sonido recordó por momentos a los primeros Amon Amarth con un melodeath de vieja escuela y voces rasposas, especialmente en nuevos temas como “Alma Endiablada” o “Raza Corrupta”, en un set de unas 7 canciones que dedicaron casi en exclusiva al nuevo disco con canciones como “Sentencia De Muerte”, “Involución” o el single de adelanto “Herencia Trampa”. Hubo tiempo para una vuelta a su antiguo catálogo con “Dos Mil Doce” y para un frenesí de riffs en los que la voz de José Manuel fue la tónica imperante en una maquinaria bien engrasada que sentó cátedra de un directo sin fisuras.
Llegaba el turno para los también locales Verdugo, quienes siguen presentando su segundo trabajo ‘La Cara Oculta’ de 2019. La banda de metal alternativo no solo tiene una vasta experiencia para grandes ocasiones, habiendo actuado anteriormente al lado de nombres como Napalm Death o Soulfly, sino que llevan viviendo un año bastante intenso de actuaciones en el que han pisado Madrid, Granada, Sevilla y la propia Málaga anteriormente, con directos aplastantes.
El grupo se encuentra ya preparando nuevo material, y así lo hicieron saber arrancando con la nueva “Como Quieres Empezar” en el que podemos comprobar que las ideas siguen frescas en una banda que gana muchísimo en directo. La formación sigue siendo la misma desde 2013 y ello se nota en la química que derrochan sobre las tablas, donde hay espacio para la espontaneidad así como para su característico humor, pero todo viene de la soltura ganada en horas y horas de ensayo.
Taruga comanda a las voces una ráfaga de temas como “Atrapado En Mí”, “Metralla” o “Por Toda La Vida” que consiguen el mejor sonido de la noche y que van cosechando cuernos al aire, puños en alto y hasta un wall of death improvisado gracias a la complicidad Paco, Fran, Cuervo y de David con el público. “En Un Lugar” y “Opresión” con esas letras reivindicativas marca de la casa para dejar todo listo a Ktulu.
Y es aquí cuando llega el momento bizarro de la noche. De una banda que lleva más de 30 años funcionando se espera un mínimo, y Ktulu lastimosamente no cumplieron. La banda principal arrancó con su tema “Pura Vida” de 1999, todo un clásico, y fue entonces cuando empezamos a notar los problemas que acarrearían toda la noche. La banda no parecía contenta con el sonido ni con las luces, algo que hicieron notar desde el primer momento de una manera poco ortodoxa, para condicionar al todo el público para el resto de la noche.
El principal problema y gran reclamo parecía estar en las voces de Willy Espejo, el público se lo hizo saber y tras solicitar que no le enviasen nada de voces por monitores, volvió a arrancar con “Pura Vida” pero con el mismo resultado. El alejar el micro y taparlo constantemente, mientras que por la PA saliese una pista de voz gutural cuasi perfecta, arrancó sospechas de un temido playback donde no sabemos si su DJ lanzaba pistas de apoyo o no, pero que levantó más de una ceja.
Algún que otro fiel se prestó para corear al micro temas como “Justicia” o “Crisis De Fe” y pudimos comprobar que el micrófono realmente estaba operativo, algo que levantó aún más sospechas pero que no impidió que la banda siga arrojando canción tras canción intentando levantar al público en una formación en la que solo queda Willy como miembro cabeza visible de sus tiempos de gloria. Se despidieron del público hasta en tres ocasiones, y en los bises sonó el esperado “Apocalipsis 25 D”, pero sigue siendo un misterio el que una noche que empezó tan bien acabó tan mal. Las bandas locales salieron al rescate de toda una leyenda como Ktulu.
