Texto: Morpheus Misfit
Fotos: Mary Carmen Lozano
Seis ediciones lleva el Madrid Is The Dark, una fusión de promotores que ha conseguido hacerse un nombre dentro de la escena doom / metal extremo a nivel europeo. Es lo que tiene traer shows exclusivos, o nombres que reunidos pueden dejarse ver contadas veces a lo largo del año. De ahi su éxito, y llenar salas como la madrileña But con capacidad para 1000 personas. Pero más que éxito de público (con personas viajando de distintas partes de la Península y del continente para asistir a estos 2 días) hay que hablar de éxito de organización y de la apuesta en general.
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Es muy probable que la gente que asiste a eventos como Madrid Is The Dark, o al menos en su mayoría, sean personas que priman la música en sí por encima de cualquier otro tipo de espectáculo que pueda dar una banda a nivel visual o de performance (obviando a los suecos Shining, de los que ya hablaremos luego), y en ello podemos dar por seguro que para ellos ésta sexta edición del Madrid Is The Dark ha cumplido con creces.
El viernes 7 de diciembre arrancaba con la única presentación local de todo el festival, los madrileños AATHMA que por cosas del directo tuvieron que recortar su set a solo 3 canciones. Juan, Alejandro y Chamani llevaban varios minutos listos para descargar las canciones de “Avesta”, pero al parecer problemas de sonido hicieron que todo se retrasase al punto de dejar su set de 40 min en algo menos que la mitad. Esperamos poder verlos en otra edición.
Los ingleses CLOUDS dicen que su música está dedicada a quienes ya no están con nosotros, a las personas queridas que se han marchado, y el impacto de sus canciones en el Madrid Is The Dark fue potentísimo. Sin duda fueron una de las mejores bandas del festival, y es cierto que su música sabe a agoniosa y melancólica muerte. 2 colaboraciones magistrales hicieron que su última actuación de este año supiese a perfección, con un recién lanzado “Dor” y con la banda aprovechando al completo los buenos dotes sonoros de la sala BUT tras una fría luz azul que reinaba en el escenario. Ver a Daniel Neagoe (Shape Of Despair) sobre el escenario impresiona, y con menos de 5 años de formación ya han conseguido el respeto de toda la escena doom.
Luego veríamos a los italianos FORGOTTEN TOMB, en otra de las cosas que hacen a este festival único: celebrando sus 20 años de actividad tocando al completo su disco “Songs To Leave”. Si te va el depressive black metal, o simplemente el metal extremo en su punto más putrefacto, su actuación en Madrid te ha habrá dejado con el corazón cogido. Su fama está a la altura, y es que supieron conjugar correctamente la ocasión para hacer correr con velocidad la sangre tras los tempos lentos de Clouds. Tres personas fueron suficientes para alterar el ambiente y llenarlo de oscura emoción.
La nota más rockera de esta edición venía de mano de los ingleses ANTIMATTER. Si no me equivoco era su primera vez en la capital, y la expectación (al menos para este servidor) era muy alta. Lástima que decidiesen poner todo demasiado alto y casi dejarnos sordos en su set lleno de nostalgia, y no es que haya sonado mal…simplemente “over the top”. Mick Moss muy correcto, hasta en esa versión de “Welcome To The Machine” de Pink Floyd que se marcaron, y aunque lo flipamos bastante cuando a la segunda cayó “Stillborn Empires” lo cierto es que esperábamos algo “más” de esta actuación. Es algo personal, nada que reprochar a la banda.
La polémica venía de mano de los suecos SHINING, y es que ¿Qué actuación de esta banda no es polémica? Me gustaría dejar tintes políticos o el comportamiento de Niklas Kvarforth de lado, y centrarme estrictamente en lo musical (porque lanzamientos como “X – Varg Utan Flock” me parecen geniales). Si nos ceñimos estrictamente a como tocaron y presentaron sus 7 canciones, tenemos que decir que dieron un concierto lamentable. No daban ni una en guitarra, ni en voz, entrando a destiempo y dando mas cancha al caos encima de las tablas (botellas en mano, escupitajos, etc) que a lo que podía ser algo memorable. Hasta “Framtidsutsikter” aguantamos dentro de la sala, el resto de la performance la siguió dando Niklas mas tarde, esa misma noche por los bares metaleros de la zona.
Todo lo contrario ocurrió con SÓLSTAFIR, y es que la banda de Islandia puede seguir tocando el mismo set de toda gira, que seguirá gustando. Era un show exclusivo en España (también actuarían en Portugal), y supieron cumplir su rol de cabezas de cartel del primer día dando el concierto mas vistoso del viernes. Atrezzo, puesta en escena, bombillas y canciones frías que calentaron nuestro corazón durante más de una hora. 8 canciones que sonaron como en el disco, que supieron trasladar de manera participativa en Madrid, y que culminaron con toda la gloria de “Goddess of the Ages” para que no tengamos que reprocharles absolutamente nada. Los horarios se cumplieron a rajatabla, y si hubiese que reprochar algo no sería a la organización en sí sino a la sala…porque 5 euros por un tercio de cerveza nos parece abusivo se mire como se mire.
El sábado las cosas empezaban antes que el día anterior, y por varios motivos nos perdimos la actuación de los chilenos MOURNING SUN (a los cuales pedimos disculpas desde aquí). Nuestro sábado arranco con los holandeses THE WOUNDED, a quienes la organización les tenían ganas, y que vieron el cielo abierto cuando decidieron reunirse en 2016 tras 10 años de parón. Son una parte importante del sonido del rock gótico europeo en los últimos 15 años, y la voz de Marco van der Velde retumbó en toda la sala, así como esos respiros que se daba entre canción y canción, con pausas muy dramáticas. Aplaudidos por todos, incluso se atrevieron con una sombría versión de “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana, aunque nos quedamos con la primera “Wolves We Raised”. Muy grandes.
También fue muy grande lo de los australianos MOURNFUL CONGREGATION. En su funeral death / doom traen de gira a 2 músicos de sesión, ampliando la formación de directo a 5 músicos. Tras actuar 3 días antes en Italia, en Madrid lo dieron todo para ser los mejores del sábado, solo detrás de Triptykon. El pasado marzo habían publicado su quinto álbum “The Incubus Of Karma”, y el karma les devolvió la jugada de sus más de 20 excelentes años de actividad con largas interpretaciones majestrales sobre las que sobresale “Mother-Water, the Great Sea Wept”.
Ver a los americanos WHILE HEAVEN WEPT en esta edición era algo raro y especial, raro porque no se dignan mucho por aquí, y especial porque fue seguramente la última vez que se les podía ver… al menos con esta formación. Es cierto que su apuesta poderosa se salía del resto de la temática más fúnebre del festival, por es imposible no sobrecogerse con la presencia y voz de Rain Irving. Su lado doom viene más por la temática de las canciones, ya que en sonido es cierto que tienen un toque más progresivo y épico de lo que a muchos puede gustar, pero que a un servidor le supo a gloria descubrirlos en estas condiciones. Una final “Thus With a Kiss I Die” que ya quedará para el recuerdo.
Lo de ARCTURUS en el Madrid Is The Dark tiene opiniones divididas, entre los que disfrutaron como enanos de las 14 canciones que nos regalaron en tan poco tiempo, y entre los que vieron a un Vortex algo desanimado y forzado. El que escribe se lo pasó en grande, todo sonó correctamente y en las primeras filas muchos estábamos poniendolo todo perdido de babas al ver a un pletórico Hellhammer repasarse gran parte de la amplia discografía de la formación. Llevaban una década sin pisar Madrid, y con su rollo steampunk / avant garde alternaron luces y sombras todo en su justa medida. ¿A quién no puede gustarle un tema como “Hibernation Sickness Complete”?
Y finalmente TRIPTYKON, cuya actuación tampoco estuvo exenta de polémica. Tardaron mas de 20 minutos en empezar debido a ciertos problemas técnicos, pero todo se suplió con algo que pocos esperábamos: un set dedicado íntegramente a canciones de Celtic Frost. Hay dudas si tocaron alguna de Triptykon, a un servidor le parece que no, pero tuvieron que recortar 3 canciones del set que tenían preparado, debido a los mencionados problemas técnicos. Tom G Warrior estaba más receptivo de la cuenta, el actual batería Grossmann no falló ni una sola nota, y la complicidad entre Ventura y Vanja con Tom era muy palpable en el ambiente. Se notaba que todos estaban disfrutando de aquello, en más de una ocasión Tom se quedaba mirando a Vanja y Ventura con una cara de aprobación, mientras sonaban clasicazos como “Circle Of The Tyrants” o “Necromantical Screams”. Sí, puede que más de uno se haya ido decepcionado por no escuchar ni un solo tema de Triptykon, pero que sepan que lo que presenciaron (entre toneladas de humo) fue algo mítico. Celtic Frost habían resucitado por una noche, y en Madrid.
Fueron 2 días de grandes sensaciones, de grandes actuaciones, de gran respeto entre los asistentes del festival, y sobre todo de sentimiento de comunidad en unos géneros que aún a día de hoy no dejan de ser minoritarios. La buena organización y un cartel muy atractivo hacen ver que esto seguirá (y debe hacerlo) durante muchos años más.