Por Nekrokosmos
Quien no haya estado familiarizado con el término “streaming” seguramente lo habrá escuchado más de una docena de veces este año. Ante la imposibilidad de salir de gira, bandas de todos los géneros se han lanzado a este formato con mayor o menor éxito, con mayor o menor calidad, pero es indudable que el streaming ha llegado para quedarse como una opción de “concierto”.
Que nadie se equivoque, ver un concierto en la comodidad del sofá de casa o desde un ordenador jamás reemplazará la experiencia de estar en una sala de conciertos, de ver y escuchar en persona, interactuar con la banda y con los demás, pero ¿Qué nos queda cuando estamos confinados o el temor por la salud pública hace que cierren todos nuestros sitios habituales? El streaming. Más de uno tendrá un VHS o un DVD en casa de algún concierto legendario de su banda favorita, habrá visto actuaciones en festivales a través de YouTube, pero lo curioso que ofrece el formato streaming en la pandemia es la de ver a una banda tocando o bien en directo o bien en un concierto grabado hace días u horas, muchas veces con un setlist especial (como es el caso de Obituary, que estuvieron tocando su disco debut “Slowly We Rot” de 1989).
https://www.youtube.com/watch?v=oZNr2tjrFwU
Tanta es la necesidad y la demanda por seguir consumiendo música que las salas se han adaptado y a día de hoy surgen oportunidades que gracias a la tecnología se ofertan como “estudios de streaming” donde no dan un concierto para un público físico para verlo en persona (con todas las limitaciones que eso puede suponer), sino que deben grabarlo de manera profesional para que no solo se escuche perfectamente sino se vea perfectamente, que casi nada se pierda a la vista y resulte atractivo, que no haya distracciones, y que si las hubiese uno pudiese volver a revivirlo un par de veces más.
Para quien no haya visto uno de estos conciertos en streaming ni entienda el chiste, que sepan que para uno de estos conciertos exclusivos hay que pagar una entrada que da acceso a un enlace único que nos enseñará de manera online un concierto que solo se podrá ver en esta plataforma (no aparecerá luego en YouTube ni ninguna otra plataforma), que se emitirá en exclusiva a cierta hora y que solo estará disponible para quienes hayan pagado durante un tiempo limitado, para luego desaparecer. Esa es la premisa, la misma que la de asistir a un concierto en la vida real: estar allí, verlo, disfrutar, y poder decir que has estado.
Pero hablemos de Obituary, que este pasado sábado presentaban el primero de sus streamings para este año. No son tontos y querían empezar lanzando algo muy goloso, porque no todos los días los podrás ver tocar su disco debut al completo. De la formación de ese disco siguen en Obituary los hermanos John y Donald Tardy, además del guitarrista Trevor Peres, los tres pilares fundamentales de la banda que siguen sin parar desde 1988, pero que a día de hoy ven en el bajista Terry Butler y en el guitarrista Kenny Andrews un apoyo bastante sólido como para que la camaradería que se podía respirar en el streaming se sintiese real.
El disco dura unos 35 minutos y el concierto prometía casi una hora, pero no habría más canciones que las que aparecen oficialmente en el disco (ya para eso harán otros dos conciertos en streaming más los próximos dos fines de semana que le quedan a octubre). Para rellenar esos minutos el streaming empieza con los integrantes de la banda llegando al estudio donde grabarán el concierto, con el montaje del escenario y el equipo, los Tardy y sus compañeros en el backstage tratando de normalizar la situación, y una pequeña prueba antes de atacar con “Internal Bleeding”.
De primeras comprobamos que la calidad de imagen es brutal, tanto como el sonido, y que no hay cortes en la transmisión. Bueno, de hecho hubo uno pequeñito tras “‘Till Death” de unos segundos que fue amenizado por las hilarantes conversaciones que había en el panel de chat habilitado para quienes estaban viendo el streaming, y que no sé hasta qué punto fue intencionado para saltarse el orden original del disco y avanzar con “Immortal Visions” para que “Slowly We Rot” sea la canción final. Sea como sea la experiencia fue increíble, ya no solo por lo profesional de la grabación y la emisión, sino porque se veía a una banda con hambre de hacer esto, de salir al escenario y tocar esas viejas canciones, de cierto modo de seguir en contacto con sus seguidores, o simplemente desconectar de todo lo que ha estado pasando en el mundo desde marzo.
Las canciones se fueron sucediendo una tras otra, con un juego de luces que no varió mucho pero que tampoco le hizo falta, pero con un juego de cámaras bastante completo que hizo que no nos perdiésemos en ningún momento lo que los 5 estaban haciendo en los ESI Streaming Studios. Amagaron con irse tras “Stinkupuss”, pero cervezas en mano volvieron para despedir el streaming con “Slowly We Rot” y sus riffs podridos ¿Es Obituary la banda más representativa del death metal de Florida? Probablemente, y éste su disco más pesado sin duda. Hubo tiempo para agradecer a los fans, y cerrar la noche con una dedicatoria a Riley Gale de Power Trip que falleció el pasado 24 de agosto.
¿Merece la pena este tipo de conciertos? Bastante, mientras no podamos poner pie en una sala, e incluso después ya que el streaming también viene a cubrir una necesidad ya no solo para quien por diferentes factores no pueda asistir a una gira, sino a quien prefiera disfrutar esto desde la comodidad de casa. Si ya te ponen al alcance merchandising exclusivo y poder revivirlo días después a través de la misma plataforma, yo diría que es un formato muy a tener en cuenta incluso para los más old school.
Si te has quedado con ganas después de leer esto, recuerda que todavía puedes comprar tu entrada y ver el concierto, o apuntarte para los siguientes fines de semana:
Sábado 24 de octubre: Obituary tocando su álbum “Cause Of Death” al completo.
Sábado 7 de noviembre: Set de rarezas y clásicos
Todo está disponible a través de obituarylive.com
SETLIST
Internal Bleeding
Godly Beings
‘Til Death
Immortal Visions
Gates to Hell
Words of Evil
Suffocation
Intoxicated
Deadly Intentions
Bloodsoaked
Stinkupuss
Slowly We Rot