Texto: Sickboy
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Propagandhi siempre han sido una banda peculiar cuando hablamos del punk o del hardcore melódico. Siempre he pensado que se debe a su sonido más duro, en algunos casos incluso cercano al metal, que hace que sus canciones sean mucho mas contundentes, tanto como su mensaje político. El hecho de que no vengan tanto de gira (quitando su actuación en el Gasteiz Calling) y que hayan pasado 6 años para que vuelvan a Madrid hacía que este concierto fuese más especial.
Los dominicanos afincados en EEUU, La Armada, llevan saliendo de gira con Propagandhi al menos desde el año pasado, y ahora les tocaba el turno de hacer una larga gira europea de un mes en donde también acompañaban a sus amigos canadienses. Lo suyo es también un hardcore en fusión con el metal, incluso diría que cercano al thrash y muy infuenciado por Slayer. Lo pudimos notar en canciones como “La Esencia” o “Chiraq” donde su vocalista Javier Fernandez no paraba de moverse por el escenario intentando contagiar al público de esa vibra de latin hardcore. Objetivo conseguido, nos dejaron con la boca abierta y con ganas de más.
La carrera de los vascos Adrenalized está despegando como un cohete directo a la luna, no sería exagerado decir que están ahora en su mejor momento antes de la explosión total, y por eso verlos acompañando a Propagandhi era toda una alegría. Conciertos en Eslovenia, en Francia, en Italia…pues ya tocaba por la capital. Las melodías de su nuevo álbum “Operation Exodus” encandilaron a la mayoría de los presentes, que no dudaron en arrancarse en bailes e incluso atentar sobre el escenario, y es que “Dead Inside” o “Crawling In The Ashes” no se merecían menos, y bien que se las apañaron sin uno de sus guitarristas.
Llegaba el momento de los grandes Propagandhi, muy agradecidos con su público y con un directo algo accidentado en Madrid ¿Qué pasó? Pues dos cosas principalmente: primero alguien del público que se veía bajo las influencias o bien del alcohol o bien de las drogas se atrevió a enseñar el saludo nazi a la guitarrista Sulynn Hago (algunos dicen que llegó a escupirle) con lo que las reacciones no tardaron en aparecer y el sujeto fue echado del concierto.
Lo siguiente fue un sonido algo regulero de la sala Mon (antigua Penélope). Baterías y guitarras no podían distinguirse con claridad, y lo peor es que no creo que haya sido cosa del técnico de sonido sino mas bien de la sala en sí. Una banda que puede llegar a ser algo más técnica de lo habitual en este género lo sufre mucho más, por suerte esto no logró empañar del todo el gran set que hicieron Propagandhi centrándose en su mayoría en el último “Victory Lap” pero sin quitar ojo a su vasto catálogo. No es por buscar las cosquillas, pero con un sonido adecuado aquello podía haber sido una noche mítica, y se quedó en una noche correcta, solo espero que Propagandhi no tarden otros 6 años en volver por aquí.