[crónica] Rushmore + Stratovarius en el BCP (Paraguay)

LA OLA FINLANDESA QUE PASA POR ASUNCIÓN ARRASTRÓ A STRATOVARIUS

Por Fabiola Halley

El panorama está claro, es evidente, Paraguay dejó de ser tierra olvidada por el metal del resto mundo. Una prueba más de ello es lo que aconteció el pasado jueves 16 de mayo en el local del gran teatro del Banco Central del Paraguay (BCP); nuevamente cuna de un concierto que fue una pieza más de la tremenda evolución que vive este país, específicamente en el ámbito musical.

“¡Bolúdo, te acordás cuando teníamos 13 años y escuchábamos esto en cassette!”, fueron algunas de las eufóricas frases que se escuchaban dentro de esta masa espesa de gente que se conformó para ver a esta veterana banda de power metal, por primera vez en sus 29 años de trayectoria.

La ola finlandesa que está pasando por Asunción, esta vez trajo consigo a Stratovarius.

Este frío jueves de otoño, propició una vez más un paisaje emblemático en la escena metalera local; largas filas de atuendos negros invadiendo las veredas del BCP.

La baja temperatura no fue impedimento para que cientos de fans se instalen desde tempranas horas a esperar que se permitiera el ingreso al local, es así que la organización fue aprobando el acceso paulatinamente alrededor de las 20hs.

Puntualmente a las 21hs, la banda telonera Rushmore rompía el silencioso frío de la noche, con un show que se extendió por casi 40 minutos. El metal nacional sacudió las melenas de cientos de fans que siguen a esta banda conformada por Julius Peralta y Paulo Santos en las guitarras, César Nicolicchia en la batería, Fernando Paredes en el bajo, y Gustavo Torres con su alto registro vocal.

Luego de más de 6 años de trayectoria y decenas de presentaciones, esta legendaria banda nacional que acompañó en su Gira Sudamericana a Paul Di’anno en el 2008 sumó un logro más a su agenda, al telonear a estos referentes del power metal en el mundo.

Paneles y una gran bandera con la portada del disco Némesis de Stratovarius, que pareciera representar una especie batalla del fin del mundo con intervención de sensuales ángeles guerreras, ya se podían apreciar desde antes de la presentación del grupo telonero.

Corrían las 22hs. puntualmente cuando sonaba una expresiva melodía introductoria al concierto, que anunciaba que el “Némesis” había comenzado. La bien lograda melodía liberadora Abandon fue el puntapié inicial a todo lo que fue este gran espectáculo. Seguidamente y sin interrupción llegó el súper hit, Speed of light, como para iniciar la noche llenos de adrenalina.

La emoción del público por ver a sus ídolos era evidente, en el cual se mezclaron fans de todas las edades. En un asiento cantaba un joven adolescente, mientras que a su lado un hombre mayor disfrutaba del mismo espectáculo y cantaba las mismas canciones..

Seguidamente, Timo Kotipelto saludó al público paraguayo remarcando que es la primera vez que visitan nuestro país y agradeció con gestos de reverencia, luego llegó la primera canción del último disco; Halcyon Days, que colmó el predio con el estilo rico y potente que caracteriza a todo el nuevo material de los finlandeses.

Sin dudas, canciones del disco Episode tuvieron un lugar destacado en este show, una muestra de ello es el tema que vino luego. La primera balada de la noche envolvió el teatro con la canción Eternity.

Volviendo al último disco, los repetitivos coros de “Dragons” colmaron los oídos por unos minutos para luego dar lugar a un complejo solo de batería, de la mano del joven Rolf Pilve, quien se unió a la banda el año pasado.

La noche alcanzó unos de los hitos más altos al dar lugar a otro hit que demuestra -entre otras tantas canciones- la inspiración que halla esta banda en la naturaleza. Luego de una década de su lanzamiento y acompañado del regocijante “rohayhu” (“Te quiero”, en Guarani) de Kotipelto, “Eagleheat” sonó en vivo en Asunción, Paraguay.

Timo comentó en el micrófono que ellos vienen de un país muy frío y resaltó en tono jocoso que nuestro invierno es muy poco frío en comparación con el de ellos.

De vuelta al 2013 retumbaron las melodías de “Fantasy”, seguidas de la cautivante y dulce introducción que abrió paso al sonido marcadamente power de “Destiny”, para luego viajar unos 16 años atrás y presentar la canción del disco Visions; “Forever free”.

Luego de esto se vivió sin dudas el momento más mágico de la noche, un hecho que promete ser una de las anécdotas más comentadas del metal nacional. Se podría decir que el bajista Lauri Porra tomó al público paraguayo y se los metió en el bolsillo.

Su destaque comenzó con una exclamación inesperada. Al “Ha upei, Asuncion?” (¿Y después, Asuncion?, en Guarani), le siguió un solo de bajo que se componía de complejas escalas técnicas. Lo que aparentemente terminaría en una aburrida demostración de habilidades, se convirtió en una inmejorable muestra de gratitud con el público nacional; los sonidos del tecnicismo fueron reemplazados por los de la emblemática canción tradicional, Pájaro Campana.

Corría más de una hora de show, y el público no había gritado tan fuerte hasta este momento. Fue muy emocionante oír una canción folclórica de nuestro país, ejecutada por una estrella de metal, sin dudas, Porra logró una conexión con el público como ningún otro.

Inevitablemente opacado, pero igualmente admirado, llegó Jens Ola Johansson con su solo de teclado que fue la antesala a la aclamada y popular canción, Black Diamond.

En esos momentos, Timo continuaba alimentando la alegría desenfrenada de los oyentes, al trastabillar estas confusas pero ovacionadas palabras; “¡De-de-De la gran puta!”, un término muy coloquial de los paraguayos que expresa admiración y alegría.

Los músicos intentaron retirarse pero el público no lo permitió. Firmes en sus lugares, los oyentes aclamaron por que siga el show, lo cual fue correspondido positivamente y la fiesta continuón con Forever, Paradise, cuando un “Hola lo perro” (“Hola muchachos”, en términos coloquiales locales) abrió paso a otro hit de nombre “Will the sunrise”.

“Es una canción muy importante para mi y la letra tiene un significado muy personal. A veces puedes salirte de la niebla del día a día y ver lo que es importante. Y cuando estás en ese momento especial, cuando tienes ese sentimiento especial, eres invencible, inquebrantable. De verdad debes detenerte y disfrutar la sensación. Incluso, si todo el mundo se desarmara mañana”, es como describe, -según Wikipedia- el guitarrista de la banda Matias Kupiainen a la penúltima canción de la noche; “Unbreakable”.

La fiesta se volvía más y más divertida en los últimos minutos, para cerrar la noche Timo encabezó una interacción muy entretenida con el público. Acompañando a la canción Hunting High and low, incitó al público a cantar con ellos cada vez más fuerte.

“¿¡Tú crees que están cantando lo suficientemente fuerte!?”, preguntó Timo a los demás integrantes del grupo, los cuales incitaban a su vez al público a cantar más y más fuerte. Hasta que finalmente el show llegó a su fin y ellos se tomaron su primera foto con la bandera y el repleto local del BCP detrás.

La interacción de la banda con el público fue muy marcada y amena, en un momento dado el vocalista confesó que tenían un poco de incertidumbre acerca de qué es lo que encontrarían en un país tan desconocido, dijo que temían que haya poca gente en el show y que nadie conozca sus temas. En otro momento dado recalcaron que se trata del primer país de esta gira sudamericana, siendo las siguientes paradas Brasil, Uruguay y Argentina.

Para acrecentar aún más la dicha de los metaleros presentes, terminó su pequeño discurso expresando su alegría por haber encontrado un público tan receptivo como lo fuimos, agradecía fervientemente, hacía gestos de admiración de hacia su público y hasta él mismo filmó parte del concierto con su cámara personal. “Estamos muy felices porque son un público maravilloso”, expresó Timo.

Como mencionaba al principio, no quedan dudas de que Paraguay está en una etapa de transición maravillosa e inesperada. Está pasando de ser un país escondido para las bandas más grandes de metal y rock, a ser parte de la hoja de ruta de los más grandes, que cada vez que vienen, probablemente se preguntan… ¡¿Por qué no vinimos antes?!