Texto: Morpheus Misfit
Fotos: Vega Photo
Ya hace bastantes años que se ha impuesto una política del miedo por parte de las instituciones públicas y parte de la sociedad, algo que afecta a varios artistas de diferentes estilos y en toda la Península, con principal énfasis en casos recientes como la detención de César Strawberry de Def Con Dos o la cancelación de conciertos de Soziedad Alkoholika en Madrid. Pero el pasado viernes no estábamos en Madrid, sino en Málaga para la segunda fecha de una mini-gira andaluza de los vascos Soziedad Alkoholika, tras pasar por Granada, y antes de culminar el periplo andaluz en Sevilla.
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Ya hemos podido disfrutar de S.A. unas cuantas veces en Andalucía, aunque quizás esta actuación tenía un tinte especial siendo la primera vez que los teníamos en sala una vez confirmada oficialmente la salida de su batería Roberto para dar paso Alfred Berengena tras los parches (Roberto dejó de salir de gira con la banda en 2012 tras una lesión en el hombro). Aunque claro, estamos hablando de Juan y los suyos, y cualquier ocasión (ya sea la presentación de un nuevo disco o simplemente la prolongación de una gira) es buena para disfrutar de tralla y vómito contra lo establecido.
Arrancaban la noche los también vascos Childrain. Los de Vitoria-Gasteiz acompañaban a S.A. en toda la gira, y venían presentando su cuarto álbum “Matheria”. La gente iba colmando de a poco la sala París 15 para entrar en calor en una fría noche a ritmo de melodeath de escuela sueca, y groove americano á lá Lamb Of God. Su show está bastante cuidado y milimetrado, no son nuevos en ésto y las tablas se notan tanto en el manejo del ritmo de sus guitarras Iker y Álvaro, como en el desempeño de su vocalista Iñi.
Metal machacón con la ambición justa y con pocas sorpresas, pero convincente y sincero. Abrir para una banda que levanta tantas pasiones como S.A. no tiene que ser difícil, tampoco para un público mayoritariamente punk, pero en poco mas de 40 minutos supieron dejar en claro que canciones como “Awakening” o “The Wolf” son un reflejo de su buena apuesta en directo.
Y tras una breve pausa salieron a escena los reyes de la noche, los grandes S.A. que se han enfrentado contra viento y marea, han sido tratados como delincuentes, y siguen dando guerra aunque todo se ponga en su contra. Tanto sonido como set fueron una mezcla de antiguo y moderno, sin dejar de lado grandes clásicos desde 1990 a nuestros días, y la energía fue la justa para dejar un buen recuerdo en todos los presentes. Es cierto que quizás al público le costó las primeras 5 canciones en meterse de lleno en el concierto (siendo éstas todas de sus últimos lanzamiento), pero una vez explotaron desde las tablas canciones como “Ratas” o “La Aventura del Saber” pocos eran quienes no hicieron su versión particular de un moshpit.
Con una discografia tan amplia lo normal es que a modo personal a cada uno le falte algún “clásico” de la banda, canciones que a lo largo de los años han ido dejando de lado en favor de meter nuevos singles, pero en un show compacto de hora y media (que pudo saber a poco) sembraron el caos y la diversión a partes iguales, demostrando seguir siendo una apisonadora en directo sin perder el carisma de quien se sabe grande habiendo empezado desde lo mas bajo.
Ya pueden tocar ante 30.000 personas en un festival en Colombia o ante 400 en una sala de ciudad, que su mensaje sigue llegando de la misma manera, y quizás lo crucial: sigue siendo tan crudo y creíble como el primer día. Ojo con el golpe que mete Berengena en la banda, una infusión de mas mala leche de lo habitual si nos remontamos a los directos grabados y lanzados oficialmente por la banda. No por nada este chaval tiene un Grado Superior de Jazz y Música Moderna con Medalla de Oro y la especialización de batería.
