Por X.F. Remorse
AFM Records / Avispa Music
“The Course of the Anti-Christ” es el doble álbum en directo que Destruction acaba de publicar para conmemorar el vigésimo quinto aniversario de su creación como banda. Como parece estar de moda últimamente (Blind Guardian, Gamma Ray, Kreator…y tantos otros, curiosamente muchos de ellos también alemanes), el disco ha sido grabado en diferentes conciertos de una gira, en este caso la de 2007, entre ellos Wacken y también un lugar “mítico” para todo músico metalero que se precie como es Japón.
Hay quien prefiere que los discos en directo salgan de un solo concierto, y otros que argumentarán que es mejor que se graben diferentes lugares, porque así se escogen las mejores tomas. Hay quien preferirá que un disco en directo capte la esencia de un único concierto, incluyendo sus fallos y errores, y otros que preferirán un disco que sea representativo de toda una gira. Yo me quedo en medio: prefiero un directo “real”, con sus pequeños errores (para temas “perfectos” ya tengo el disco de estudio) pero a la vez también me gusta que se seleccionen partes de conciertos en diferentes lugares del mundo.
Destruction ha acertado plenamente con este disco. Ha acertado porque, por un lado, la producción es brutal. Hay entonces quien pensará que, para escuchar un sonido tan bueno es preferible escuchar su re-grabación de temas clásicos Thrash Anthems (2007). Pero luego te encuentras que el directo incluye detalles como colaboraciones especiales o sorprendentes medleys de sus temas, que hacen que realmente te des cuenta que estás escuchando un directo. Y un directo arrollador, donde la selección de temas es muy acertada y perfectamente representativa de sus 25 años: desde los clásicos pasando por temas “inéditos” y hasta tres canciones del último disco que, a pesar de ser un tanto decepcionante, aquí quedan perfectamente integradas.
El primero de los discos es más “convencional”. Empieza con cuatro trallazos imparables, abriendo con “The butcher strikes back” y continuando con “Curse the gods”, “Nailed to the cross” (magnífico tema que, a pesar de ser del 2001, ya se ha convertido en un clásico de la banda) y finalmente “Mad butcher”, con uno de los mejores y más reconocibles riffs de la historia del thrash. Ese inicio, con Marc Reign marcando el ritmo con el bombo, y la entrada de las notas de Mike Sifringer, hace vibrar a cualquiera. Tras estos temas, viene la primera de las “sorpresas”, como el tema “The Alliance of Hellhoundz”, del LP “Inventor of evil” (2005), con las curiosas colaboraciones de “Peavy” Wagner (Rage), “Blitz” Ellsworth (Overkill), Odleif Stensland (Communic) y Tom Angelripper (Sodom). Este primer CD incluye dos temas del último disco (D.E.V.O.L.U.T.I.O.N.) y algún que otro clásico más, como Thrash ‘till Death y Eternal ban.
El segundo CD es más “extraño”. Es difícil sintetizar 25 años de carrera, y por ello lo que hace Destruction es hacer medleys (o, mejor dicho, acortar algunos de los temas). Habrá quien preferirá la versión íntegra de las canciones, pero creo que para esto ya tenemos los discos de estudio; si en directo se hizo así, está bien que se haya conservado. No deja de ser cuanto menos curioso, por tanto, escuchar por ejemplo un “medley” de un tema como The Damned (una cover de The plasmatics aparecida en el EP “Mad Butcher” de 1987) y Cracked brain, u otro medley, en este caso de The Anti-Christ-Thrash till Death (que se repite) y Reject emotions, con tres baterías. Ya lo hizo Manowar. como se puede disfrutar en su DVD Absolute power, y ahora lo vuelve a hacer Destruction: junto con el actual miembro Marc Reign, tocan también dos de los anteriores baterías de la banda (Oliver Kaiser y Sven Vormann), acabando con una especie de exhibición percusionista al estilo de los Sepultura de la gira del Roots. Y aquí veo un inconveniente: si el concierto estuviera editado en DVD, podríamos gozar de ver tocar a estos tres baterías. Pero en CD lo que ocurre es que el sonido se enmaraña un tanto, y la caja, en este medley, no suena bien. Otra de las curiosidades es la inclusión como corista “deathmetalero” de otro de los anteriores baquetas del grupo (concretamente, el primero), Thomas Sandmann, en la magnífica Total desaster. El segundo CD se cierra con otro clásico, Bestial invasión.
Hay quien preferirá su ya clásico directo Live without sense (1989), por aquello de que el sonido “sucio” tiene más encanto, pensando que Destruction es un grupo “old school” y debe sonar como tal. Yo, en cambio, me quedo con este “The Course of the Anti-Christ”, por una sencilla razón: por fin se hace justicia al grupo. Por fin podemos gozar de unos músicos excelentes y, sobre todo, de unos riffs que no se aprecian en las precarias grabaciones precedentes. Este directo demuestra por qué Marcel “Schmier” Shirmer es uno de los mejores compositores de riffs de la historia del thrash. Unos riffs de gran calidad, y que por fin podemos gozar plenamente. Y mención aparte también para Marc Reign, un pedazo de batería que combina a la perfección la velocidad y la potencia con la técnica y el control. No sólo hay que meter caña para ser batería de thrash; el enorme Reign hace una exhibición de calidad uniendo originalidad y disciplina.
Destruction no es como Kreator. Kreator gusta mayormente, incluso a metaleros que no son demasiado fans del thrash. Destruction, en cambio, tiene muchos menos seguidores, pero me atrevería a decir que, los que tiene, son más acérrimos. Este doble directo servirá tanto a los viejos fans, para que realmente disfruten con unos temas clásicos del thrash, como para aquellos que les quieran descubrir, puesto que el sonido es de gran calidad, sin perder ni la fuerza ni la potencia que caracteriza al grupo.