[el cinéfilo] The Passenger, de Carter Smith

Por José A. García

Blumhouse Productions, los responsables de franquicias como Paranormal Activity o Insidious, a veces hacen las cosas bien. The Passenger es una película de terror de bajo presupuesto que demuestra que una buena idea vale mucho más que todos los efectos especiales del mundo. El director Carter Smith y el guinista Jack Stanley han creado un horror psicológico en donde revivir errores del pasado es mucho más terrorífico que los breves (pero intensos) momentos de violencia de la película.

En el film conocemos a Randy Bradley, un joven de 21 años que trabaja en la hamburguesería local y cuya timidez hace que todos los adultos a su alrededor controlen al completo su vida. Las cosas dan un giro siniestro cuando su compañero de trabajo Chris se embarca en un frenesí de violencia gore para intentar hacer algo mejor la vida de Randy. Este intento de ayuda se convierte en un secuestro y en una aventura por sacar lo mejor de cada uno, de la peor manera posible. ¿Dicen que el amor puede ser duro? Esta terapia lo es.

Con una estructura y trama minimalista, The Passenger es una pequeña película que aprovecha lo mejor de sus recursos tomando ventaja de un gran guión y de dos actuaciones estelares en los roles principales. Berchtold y Gallner, Randy y Chris en el film, son tan efectivos y naturales que asusta. La autenticidad y la química entre estos personajes cubre el resto de fallos que podrás encontrar. A pesar de su poco presupuesto, no hay nada amateur en The Passenger, una aventura bien construida.

Tras un inicio apabullante puede que la parte media del film se haga algo pesada, sin tanta fluidez y luchando por seguir el paso iniciado, pero quienes tengan paciencia serán recompensados con un final bastante tenso que desembarca en una evolución emocional de las que dejan huella. The Passenger trasciende los límites del género al buscar un significado más allá del simple susto.