Los suecos Avatar acaban de publicar su nuevo trabajo ‘Dance Devil Dance’. Unas semanas antes de su lanzamiento pudimos hablar con su vocalista Johannes Eckerström sobre salvar el heavy metal, la amistad, el circo que ha montado alrededor de la banda y sobre lo bailable que puede ser un tema de Meshuggah. Por Morpheus Misfit.
– Ya con los primeros singles de ‘Dance Devil Dance’ pudimos notar algunos cambios en comparación con ‘Hunter Gatherer’ de 2020. Para ti ¿Hay cambios muy evidentes?
Creo que la principal diferencia entre este disco y el anterior es la sensación de estar más centrados. Nos podemos remontar hasta ‘Avatar Country’, que fue un disco que hicimos simplemente para tener algo divertido y juguetón, pero por ello todo lo demás tuvo que esperar. Para el siguiente quisimos hacer todo lo opuesto, pero no teníamos claro cómo conseguirlo, y aunque es un excelente disco canción por canción en un sentido progresivo y estoy orgulloso de él, me da la sensación de que como un todo no ha quedado claro de que va ‘Hunter Gatherer’.
Ahora que no tenemos que evitar ser divertidos, ‘Dance Devil Dance’ para mi está más enfocado en lo que Avatar realmente es, una banda de metal que puede ser oscura pero que tiene un trasfondo divertido de rock n´roll con todo ese circo que nos rodea. En lugar de hacer una canción que sea rabiosa, triste y oscura, ahora hacemos una que sea rabiosa, otra que sea triste, y otra que sea oscura para meterlas en el disco. Al menos en mi cabeza con este nuevo disco tenemos un enfoque más claro que perseguir, y es un disco más lleno de rock n´roll.
– Estaba viendo el videoclip de “Dance Devil Dance”, la canción que da nombre al disco, y verles vestidos con un traje rojo y máscaras me recordó a la serie española de tv La Casa De Papel, donde usan algo similar pero con máscaras de Dalí ¿No sería genial que los fans de Avatar empezasen a aparecer así en los conciertos pero en masa en lugar de ser solo unos cuantos?
Absolutamente. De hecho ya hay gente que hace algo similar, algunos fans asisten a nuestros conciertos con la cara maquillada como me la maquillo yo para salir al escenario.
– En esa canción se respira mucho el espíritu del heavy metal de los 80’s, sobre todo en las partes de voz limpia ¿Fue algo intencionado hacer un disco más ochentero?
No fue algo intencionado tirar hacia ese lado, ni tampoco forzado, pero cuando quieres hacer metal hay tantas cosas en ese género que se hicieron de buena manera en los 80’s que es casi imposible no regresar a ello. No sé cómo explicarlo bien, pero por ejemplo canciones como “Chimp Mosh Pit” tienen para mí una vibra muy noventera, como si Oasis hiciesen metal, aunque solo funcione en mi cabeza.
Con “Dance Devil Dance” me lleva de vuelta a los 80’s y nuestro amor por Judas Priest. No voy a negar que he llegado a estudiar profundamente a Judas Priest y como componen para escribir nuestras canciones. Creo que lo que hacemos es contextualizar nuestras canciones en una época, por ejemplo los 80’s, pero arrastrándolas a una etapa actual. La voz puede ser bastante 80’s, pero va acompañada de un tono y un riff moderno. Intentamos poner las piezas de manera diferente a como lo hacen los demás, pero en el fondo sigue siendo metal.
– El verano pasado apareciste en todos los medios especializados por unas declaraciones en las que decías que este disco “debía salvar el heavy metal” o algo así como que Avatar venían para salvar el género con su nuevo álbum ¿Qué querías decir realmente?
Quería decir unas cuantas cosas, una de ellas era que me estaba divirtiendo bastante con el disco, pero que también había cosas con las que tenía problemas. Avatar no necesita salvar a Megadeth o a Gojira, hay muchísimas bandas de metal buenísimas, incluso las modernas, pero hay otra parte que creo que ha perdido el rumbo. Hay muchas bandas de metal moderno que parece que se disfrutan mejor o se hacen con la intención de que uno se siente y simplemente escuche sin interactuar. Para mí eso es un error.
El heavy metal viene del rock n´roll y el rock n’ roll es música para bailar. El metal debería poder escucharse para follar, para conducir tu coche, para ir al gimnasio, para ir a un festival y estar motivado. Debe conducirte a algo, a moverte, pero cada día hay menos de eso en el metal. Parece que todas las bandas de metal moderno quieren hacer ritmos y sonidos extraños, piensan que Meshuggah hace algo así pero lo curioso es que yo puedo bailar con Meshuggah si quiero, puedo follar con Meshuggah, así que se equivocan.
Pasa lo mismo con las bandas de death metal clásico, como Obituary. La gente se lo toma tan en serio, pero uno puede bailar con Obituary y follar con Obituary…no sé si alguien querría hacerlo, pero se puede hacer. Su música tiene muchísimo groove sin ser tan complicada, y te pierdes toda esa diversión por intentar complicar las cosas. Puedes hacer tu música con más melodía y más gancho, pero si le agregas patrones demasiado difíciles que solo los reproduce un ordenador lo que estás haciendo es matar el ADN de la música en el proceso. Para eso es mejor hacer música techno.
Las cosas tan sobre producidas de esa manera no me parecen buenas, Gojira no hace algo así, tampoco Meshuggah. Es lo que quería decir con lo de salvar el metal, porque veo un problema en eso que los demás parecen no ver. Si los demás no ven problema en ello tampoco me molesta, no tengo que justificarme porque para mí es obvio. El heavy metal me lo dio todo, me dio una identidad cuando estaba creciendo, me dio a mis mejores amigos, me dio un sueño que ahora estoy viviendo, me dio una vía de escape para mi arte, me dio una manera de dejar un impacto en este mundo…joder, conocí a mi mujer en un concierto de metal, me dio una manera de poner comida sobre la mesa.
El metal me dio todo lo que mis padres no me dieron (y me dieron suficiente), y es por eso que con Avatar quiero hacer lo que creo mejor para el metal, aunque nada sea suficiente. Para mi hay un problema general en la música, especialmente en el metal, creo hablándolo podemos conseguir que más artistas lo vean de esa manera y contribuyamos a que el metal sea más grande.
– Otra de las grandes controversias, relacionadas con eso que decías del ADN musical, es lo que las bandas hacen en directo. Por ejemplo el verano pasado una banda de metal canceló su aparición en un festival porque durante el vuelo perdieron los portátiles donde tenían las pistas de apoyo para sus directos ¿Qué piensas de estos grupos que llevan pistas de apoyo?
Depende del género musical en el que estés y lo que estés intentado de hacer. Nosotros por ejemplo también llevamos un portátil encima del escenario, pero en esas pistas no hay nada de guitarras, bajo, batería o voces. En esas pistas llevamos sintetizadores y algunos teclados, aunque en todo nuestro set solo 2 o 3 canciones tengan teclados y por ello no vamos a llevar a un miembro extra para hacer un 30% de nuestro show. Lo veo como algo normal de nuestros tiempos, la diferencia es que si perdemos ese portátil todavía podemos hacer una versión más rock n´roll de nuestros temas y no tener que cancelar.
Si estás en un festival de seguro que hay amplificadores e instrumentos de sobra que puedas prestar para seguir adelante, nos pasó hace muchos años en un festival en Suecia que otra banda había perdido su equipo y como afinábamos en la misma nota les dejamos los nuestros. Todo depende del tipo de set que se quieras hacer, nosotros en estudio usamos amplificadores de guitarra reales, pero en directo llevamos unos racks que simulan a los amplificadores y que tiene una carga digital especial…al final del día si eso se rompe todavía podemos conectar nuestras guitarras a amplificadores reales y tocar sin problema.
Yo hablo de nuestro caso, pero sigo sin entender por qué esta banda tuvo que cancelar su aparición en el festival. Si me dices que es el artista que hizo la banda sonora del videojuego Doom entendería que necesite su ordenador, pero una banda de metal como nosotros no tiene que poner lo digital como lo principal encima del escenario. No puedo hablar mucho de esa banda, podría decir “eso no es metal” y seguramente no lo sea, pero sería algo lamentable.
– Una de las cosas que hacen tan especiales a Avatar es que todo es muy diverso en el universo de la banda, nada se repite. No se repiten el tipo de canciones de disco a disco, pero creo que hasta los disfraces son diferentes en cada álbum ¿Sería un crimen para Avatar hacer lo mismo dos veces?
Para nosotros es la cabezonería de no hacer la misma cosa dos veces, o al menos esa es la explicación fácil. Mi música es mi mundo, es lo que hago, y tengo que encontrar maneras de seguir teniendo hambre de música, de seguir interesado en lo que hago, el desafío. En cierta manera siempre quiero sentirme como el que empieza en esto, como el adolescente que está grabando su primera maqueta, que no tiene un contrato discográfico y que tiene que tener otros trabajos para poder pagar una grabación barata.
Hay una magia en todo eso. Cada vez que grabas un disco aprendes más cosas, te vuelves un experto en el tema, así que tenemos que buscar maneras de recuperar esa inocencia. También volvemos al tema del metal y nuestro amor por el estilo: queremos aportar cosas nuevas cada vez que podemos. Nadie quiere una nueva versión de “Ace Of Spades”, ya existe la mejor versión posible y es la original.
– Algo que sí es una constante, al menos en los últimos discos de Avatar, es el productor Jay Ruston. Imagino que ahora mismo no hay nadie mejor para el trabajo.
Exacto. En el pasado hicimos un solo disco con Sylvia Massy y luego varios con Jay Ruston, pero nadie debería pensar que es porque no nos gustó el trabajo de Sylvia. Si eres músico y tienes la oportunidad de trabajar con ella y no lo haces, eres idiota. Sylvia Massy es una genio en lo que hace, es buenísima. Para nosotros se trató de nuevos desafíos, por ejemplo en ‘Black Waltz’ estábamos asustados por tener un productor de verdad, luego con Sylvia vinieron más cambios y sustos, teníamos que ir a Alemania a grabar y era diferente.
Jay Ruston mezcló ese disco y ‘Hail The Apocalypse’, así que para cuando llegó ‘Avatar Country’ quedó claro que era momento de tenerlo ya como productor nuestro. Algo hizo click, él es un hombre del norte como nosotros, él de América y nosotros de Europa. Nos dimos cuenta de que éramos gente similar, alta, rubia, alocada, de zonas con nieve, con valores similares, vegetarianos, amantes de los perros y con un sentido del humor algo extraño. Es el tipo de productor que aunque ya lo conozcamos, siempre encontramos maneras nuevas de trabajar, puedo trasmitirle mis ideas abstractas y encuentra una manera de llevarlas a cabo.
Se hace muy fácil trabajar con él aunque debamos trabajar duro. Normalmente cada uno graba sus cosas por separado y hace tantas tomas como tenga que hacer, pero Jay no descansa nunca mientras nosotros si lo hacemos esperando que termine el que va antes. Jay no te mete prisas, graba contigo todas las veces que necesites para conseguirlo, nosotros acabamos muertos después de cada sesión y él puede seguir sin problemas. No sé si cambiaremos de productor en el futuro, probablemente lo hagamos por diversificar, pero no tengo nada malo que comentar sobre el trabajo de Sylvia o de Jay.
– Otra de las constantes de Avatar es la formación. A excepción de Tim Öhrström que reemplazó a Simon Andersson a las guitarras en 2011, Avatar siguen siendo la misma banda desde siempre ¿Cómo mantienes a una banda unida por más de 20 años?
Tuvimos la suerte de conocernos todos a una edad muy temprana y somos amigos desde siempre. Hubo una versión muy temprana de Avatar que realizó dos ensayos antes de que yo me uniese a la banda, Johannes y John formaron el grupo pero cuando los conocí supe que estaban haciendo esto con seriedad y no por hobby. Aun siendo tan jóvenes sabíamos todos que eso era lo que queríamos hacer el resto de nuestras vidas, apenas sabíamos tocar pero estábamos decididos.
Luego vinieron Henrik y Simon, y fue lo mismo. Tuvimos la suerte de crecer juntos como personas y como amigos. Por ejemplo si pasábamos por una mala racha cuando teníamos 20 años, estábamos juntos y lo solucionábamos juntos. La vida se iba poniendo más seria, nos íbamos haciendo adultos, pero seguíamos siendo amigos porque todos pasábamos por lo mismo a la misma vez.
Hay una ley no escrita en Avatar, y es que queremos componer y tocar nuestro propio material mientras seamos amigos, y hasta ahora ha funcionado. No vamos a ser la banda más grande del mundo, pero seremos la mejor versión de Avatar que estos 5 idiotas puedan ser mientras sean amigos. Si alguien nos dice “despide a este baterista y consigue otro para ser una banda más grande” simplemente no lo haríamos, queremos ser estos 5 Avatar mientras todos estén a gusto y nadie quiera irse. Por supuesto que Simon se fue, pero Tim podría haber estado con nosotros desde el principio y sería igual.
Por suerte podemos vivir de esto, hemos hecho de Avatar nuestro trabajo, pero si las cosas no hubiesen funcionado tan bien, de todas maneras hubiésemos vendido nuestras almas a la música mientras tuviésemos que trabajar en otra cosa. Así de comprometidos estábamos desde el primer momento.
– En marzo estarán haciendo esta gira europea que pasará por España. Les acompañan Veil Of Maya y Kassogtha, bandas muy diferentes a Avatar, pero recuerdo que en las primeras giras también salían con bandas no tan acordes a la apuesta de Avatar como Impaled Nazarene. De hecho la gira debería haberse hecho antes pero fue pospuesta por el covid. En cuanto a negocios ¿Cuánto os afectó el covid?
Para esta gira no hubo tantos problemas porque no llegamos a arrancar cuando ya se pospuso, el problema real lo tuvimos en Estados Unidos cuando ya estábamos allí y me puse enfermo cuando faltaban todavía 6 conciertos más. Tuvimos que cancelarlos, el resto de la banda voló de vuelta a Europa y yo tuve que quedarme en un hotel en Las Vegas por otros 10 días. Eso fue horrible.
Por otra parte, durante la pandemia conseguimos hacer un concierto bastante exitoso en streaming que ayudó a cubrir las cosas y a mantenernos en activo. Por supuesto que si no sales de gira no ganas tanto como si lo hicieses, pero también tengo que decir que es bastante barato quedarte en casa…todavía podíamos vender camisetas por internet y esas cosas. Posponer una gira no nos podía romper, tener que cancelar fechas cuando ya estábamos en la carretera era peor y nos daba miedo.
– Ya para terminar: hace no muchos años ganaron el premio de la Metal Hammer Golden Gods Awards por mejor banda descubrimiento, aunque Avatar ya llevaban varios discos bajo el brazo ¿Crees que para estas alturas Avatar ya es una banda establecida en el negocio como para estar ganando estos premios?
Siento como que debería responder que sí a esa pregunta, pero soy consciente que Avatar es como una isla extraña dentro del metal. Tengo que creer que el día de mañana seremos una banda más grande de lo que somos hoy, pero reconozco que para estas alturas ya hemos llegado a algo.
– Ahora estás saliendo de gira con Iron Maiden, no con Impaled Nazarene.
Sí, por supuesto. Hemos llegado a algo, pero tampoco pienso en esos términos. Veo y reconozco que nuestro show se ha vuelto tan grande como el de esas bandas que iba a ver cuando era adolescente. Ahora vamos a tocar a sitios en los que antes yo iba a ver a Cannibal Corpse o Blind Guardian, y me parece genial haber llegado tan lejos.