El pasado 19 de febrero, Onirophagus publicaron su segundo álbum llamado Endarkenment (Illumination Through Putrefaction), tras 6 años de espera. Con motivo de su salida y de su actuación junto a Saturnus y Helevorn, tuvimos una breve charla con Edu y Carlos, cantante y guitarrista de la banda respectivamente, en la que nos cuenta en qué estado se encuentra y qué hay detrás de este segundo disco.
Acabáis de publicar Endarkenment (Illumination Through Putrefaction), por lo que todavía está bastante fresco, aunque supongo que algo de feedback habréis recibido. ¿Os ha llegado ya feedback de prensa, o de momento solo habéis recibido de los más cercanos?
Buenos hemos recibido reseñas de un par de blogs, de algún medio de comunicación y, sobre todo, como es muy pronto, el disco acaba de salir y apenas se ha podido mover un poco, básicamente mucha crítica y mucha reseña de compañeros de la escena, tanto músicos como colegas. Y la verdad es que la reacción del público de momento está siendo muy muy buena.
Tengo entendido que lo grabasteis hace un año por lo que para vosotros si que está bastante asentado. ¿Cómo lo veis ahora que ha pasado un tiempo y lo habéis vuelto a escuchar? ¿Es lo que realmente queríais conseguir con este disco?
Sí, ósea, ha habido muchas fases. Como tú precisamente has dicho ha pasado tiempo y algunos de la banda incluso nos lo habíamos puesto ya en la nevera y habíamos dicho no volverlo a escuchar. A mí la verdad es que me ha sorprendido porque cambiamos muchas cosas cuando estábamos en el estudio respecto a lo que teníamos planeado y hay trozos que decimos “ostras esto lo hemos cambiado” … Y es toda una experiencia. Y sí, nos gusta. Además, como lo habíamos grabado hace tiempo también lo habíamos enseñado a gente cercana y ya teníamos un buen feeling y para nosotros es muy personal.
Sí, creemos que además de por todo el tiempo que ha pasado, pero sobre todo por todos los problemas que ha habido, porque básicamente han sido problemas: problemas de diseño de la portada, del diseño de bootleg, de que se nos echaba el mundo encima porque ya llegaba verano y ya no era plan de editarlo, pero como dice Carlos, sí. Es el disco más personal e incluso varias reseñas nos dicen eso, que es el disco más ambicioso y más personal que llevamos hasta la fecha.
Seguramente para muchos de los que lean esta entrevista, Onirophagus será una banda bastante desconocida para ellos, porque también ha pasado bastante tiempo entre vuestro debut y este álbum, por lo que esto podría ser una oportunidad para presentaros… decir de qué va vuestro disco y qué diferencias hay en comparación con vuestro debut, diferencias con respecto a los inicios de la banda y en qué momento se encuentra Onirophagus ahora mismo.
Endarkenment sale de la idea de la iluminación a través de la putrefacción, que es un poco el título. Nosotros llevábamos mucho tiempo queriendo explorar esa parte mucho más oscura, ya que normalmente se habla mucho de ocultismo, esoterismo, pues esta era una vertiente poco transitada de varias doctrinas místicas y orientales, y encajaba mucho en lo que sentíamos nosotros. Onirophagus siempre lo hemos visto como algo no humano, con algo que no tiene nada que ver… que es prehumano, como, por ejemplo, en el “Prehuman” es la idea que teníamos pensado llevar a cabo, en el “Defiler of Hope” hablábamos más de entidades como espirituales… Y en este hemos querido ir hacia esa oscuridad. Hemos ido más lento, los trozos agresivos son mucho más discordantes, mucho más cacofónicos, y ahí donde el Prehuman era más death, más cañero, este está más torturado yo creo.
Yo lo que diría es que la principal diferencia que le veo entre los primeros Onirophagus y los actuales, es que quizás los primeros eran más cafres, si que tenían ese rollo doom, ciertas partes tristes, pero sonábamos más cerdos, más punkis, en las partes más rápidas habían blast beats, en Endarkenment no hay un solo blast beat. Hay momentos de furia, momentos de rapidez, etc., porque es algo que no queremos perder, pero sí que Onirophagus se ha vuelto pues lo que dice Carlos, más oscuro, más triste, pero sin perder esa vertiente del death metal que llevábamos en los inicios.
Como veo que no tenemos mucho tiempo, ¿me podríais decir en qué se diferencia Onirophagus del resto de bandas de doom del país?
Bueno, sin desmerecer a ninguna de ellas, por supuesto, porque por ejemplo creo que Evadne y Helevorn son unas grandes bandas, hemos tocado varias veces con ellos y tenemos muy buen rollo. Pero creo que la mayor diferencia, te digo Evadne y Helevorn porque creo que son las más conocidas dentro del rollo death/doom nacional, la diferencia entre nosotros es que ellos probablemente tengan una vertiente más melódica, más melódica en el sentido para el público que escucha Swallow the Sun, My Dying Bride… que nos encanta ese estilo también eh, pero ellos tiene ese punto melódico más del rollo pues eso, Swallow the Sun, Saturnus, Officium Triste… nosotros quizás seamos una vertiente más oscura de ese death/doom. Aunque cojamos esos elementos de melodía, porque melodías tenemos, y tengamos esos elementos de tristeza de My Dying Bride o Paradise Lost, siempre nos inclinamos para ese death/doom de principios de los 90: primeros My Dying Bride, Anathema o Paradise Lost, etc. Yo creo que es la única diferencia que tenemos con ellos.
De hecho, nosotros es algo que muchas veces hablamos, que nos han comentado en más de una ocasión “Pues para ser un grupo de doom muchas veces parece que estéis de cachondeo en los ensayos”. Y nos lo hemos preguntado, ¿somos una banda de doom? Nos mola el rollo y tal, pero por ejemplo este disco tiene trozos hasta casi black metal. Pero no nos lo hemos preguntado nunca. Es algo con lo que estoy muy contento con la banda, no nos decimos “vamos a hacer algo de este palo”, si no que nos sale algo y nunca solemos ponerle un filtro que nos preguntemos “¿pero esto no es muy black?” o “¿esto no será muy rockero?”. Y es verdad, una de las reseñas nos decía que teníamos un riff que era muy Black Sabbath. Pues nosotros internamente le llamábamos el riff Black Sabbath.
Las influencias siempre están.
Esto era algo que internamente habíamos dicho que queríamos hacer. No queremos que las etiquetas nos limiten. Para nosotros es un piropo que nos digan que somos doom o death/doom pero no queremos encasillarnos y es importante entenderlo como concepto.
Para dar por finalizado, ¿vuestro disco favorito del año pasado?
El mío es el de los daneses Slægt, el disco es “The Wheel”, que es un death/black con toques muy Tribulation, muy rockeros y para mí es el disco del año.
Pues me pillas en blanco… Yo lo que más he estado escuchando ha sido el Incubus of Karma de Mournful Congregation. Que creo que sí que salió en 2018.