VEMA es un nuevo proyecto malagueño de post-rock instrumental. Hace unas semanas publicamos su single debut “Baikal” y hemos podido escuchar al completo su EP “Ocean Gyre” que saldrá este año. Con integrantes de Tálamo y Glasswork, ahora nos explican de que va su apuesta y como han llegado hasta aquí. Por Morpheus Misfit.
– Vema como banda ¿Cuánto tiempo lleva? ¿Es un proyecto que salió del confinamiento o ya venía de antes?
Quini: Surge porque a mí después de Tálamo siempre me quedó la espinita de seguir con la música de este estilo, y después de darle muchas vueltas me decido a poner un anuncio en Facebook. Tenía algo de miedo porque en facebook hay mucho loco, hay mucha gente hecha polvo y ellos lo saben porque lo hemos vivido en el local con otra gente. Se ríen porque lo saben. Pongo el anuncio allá por agosto de 2019 y me escribió Miguel Ángel, me sorprendió bastante que me escribiese el baterista de Glasswork. Es una banda que conozco, que sigo, que he visto en directo, y como hubo buenas sensaciones decidí borrar el anuncio.
Decidimos entre los dos empezar a meterle mano a lo que eran los primeros temas del grupo. Yo tenía varias ideas grabadas en casa, así de forma casera. Se las enseñé, le gustó, empezamos a meterle mano y así empezamos a construir los temas. Cuando ya vimos que teníamos una estructura como para probar a enseñársela a alguien más, decidimos otra vez meternos en la aventura de poner un anuncio en el Facebook.
Evidentemente volvieron a salir varios locos, pero entre toda esa gente hecha polvo apareció Alejandro. Fue probar con él y casi en el primer ensayo decidimos que este tío encajaba perfectamente en lo que buscábamos. Probamos un par de ensayos, vimos que había conexión, le dijimos que si se quería quedar y así surge. La verdad que en ese aspecto fue bastante rodado. En si la formación debían ser 3 o 4, ahí dudamos más, pero hablando de los hechos polvo que hay en Facebook probamos con un cuarto miembro y eso fue lo que nos llevó a ser tres.
– Te iba a preguntar eso, que si al ser originalmente un dúo no pensabas seguir solo con guitarra y batería. Hay muchas bandas que son solamente dos.
Quini: No, siempre tuvimos claro que teníamos que ser al menos una formación de tres. Yo quería que fuésemos cuatro pero esta gente me convenció de que tres era la clave, y si ellos lo veían claro pues adelante.
– En este rollo de post-rock es que se suele llevar dos guitarristas. Eso o mucho efecto.
Quini: Sí, depende al final del grupo. A nosotros por ejemplo nos gusta mucho Russian Circles, que son tres, o Le Temps Du Loup que también son tres. A gente dentro del género la ecuación de tres le funciona.
– Las canciones que nacieron en el verano del 2019 ¿Son las 6 que vamos a escuchar en este EP? ¿Ya estaban más o menos los esqueletos de esas canciones o se hicieron una vez que ya estaban los tres?
“Baikal” ya estaba casi lista a falta de una línea de bajo en condiciones y una batería en condiciones. Las guitarras sí que se han conservado prácticamente iguales, para “Rivea” yo tenia ideas sueltas que al final fue con Miguel Ángel que las pusimos los dos en orden y vamos, esa se la enseñamos a Alejandro bastante cruda. Él tuvo que meterle mano, y de hecho cambiamos cosas ya con él . “Baikal” fue la única que vino desde cero y las otras sí que ya desde el esqueleto les hemos metido mano entre los tres.
– “Baikal” es la única canción vuestra que ahora mismo está disponible ¿Por qué habéis elegido esa precisamente? Escuchando el EP creo que hay otras canciones que pueden parecer singles mas evidentes.
Miguél Angel: En mi caso “Baikal” fue el primer tema no prácticamente completo que me pasó Quini, y la verdad es que me encantó. Yo recuerdo cuando, volviendo un poco al origen de la banda, vi el anuncio y dije “ostras” porque yo no sabía que él era el guitarra de Tálamo. Cuando ví el anuncio me dije: “sí, instrumental”, que era como una espinita que tenía clavada desde hace tiempo, por la razón que fuera. Cuando me envió “Baikal” yo lo único que hice fue reordenar un par de cosillas y alargar un silencio o así, y ya me fui a la batería.
Le metí una línea de batería con los micros en el local y se la pasé, nos gustó a ambos. Creo que ofrece una especie de resumen de lo que uno se va a encontrar en las canciones posteriores, porque además “Baikal” va al principio y en esencia creo que ese es el motivo, pero fue difícil la decisión. Costó porque desde nuestro punto de vista todos los temas tienen algo que contar. “Baikal” sigue siendo mi favorita del Ep.
– Miguel, vienes de Glasswork que de por sí ya se ha hecho un nombre en la escena malagueña ¿Decidiste separar a conciencia lo que haces en Glasswork y hacer algo diferente en tu manera de tocar en este proyecto?
Miguel: Es diferente en sí porque el contraste entre los dos proyectos lo considero grande. Es verdad que con Glasswork pasamos quizás una etapa en la que nos apetecía dar un poquito más de caña, en ese sentido de distorsiones y demás, pero es muy diferente sobre todo el acercamiento. Para empezar no tengo que cantar, con lo cual no me tengo que preocupar por las líneas vocales o las melodías. Eso es un cambio radical de 180 grados, porque te deja como más libre y luego en general, al ser un grupo en el que sólo tengo dos compañeros hay menos peso. Tengo que estar pendiente de menos cosas, el acercamiento es más loco, es como más descarado. La exigencia y las dinámicas de Vema son distintas. Se van buscando como dos cosas distintas en cada uno de los dos proyectos.
– Te toca Alejandro. A Quini lo conozco de Tálamo, a Miguel de Glasswork, a ti creo que no ¿Habías formado parte de alguna otra banda antes? Cuéntame un poco tu background.
Alejandro: Ya estuve en alguna otra agrupación por el estilo y llegó el momento en el que por cuestiones del entorno cada quien tuvo que separar caminos. Yo creo que en este grupo me siento más cómodo. Antes lo que hacía era como freelance, y aunque no hacíamos música propia, tenia otro objetivo en mente. Llevo tocando desde 2005, pero es con Vema la primera vez que puedo decir que tengo material propio y que voy a echarle ganas. Con Vema era el momento y es complicado conseguir gente con la que uno se lleve bien, porque al final en una banda una de las cosas más importantes es que las cosas fluyan y que haya ese tipo de retroalimentación. Es bueno de que en cierta forma haya una competencia en pos de todo el grupo y básicamente eso es lo que ha pasado aquí.
– El EP se grabó en Victoria Épica Studios. Ahora mismo no ubico donde está ¿Es un estudio nuevo?
Quini: Es un amigo mío que se decidió a embarcarse un poquito en este tema y está comenzando ahora mismo. Se llama Rafa, era guitarrista de un grupo antiguo de Málaga y para no desvincularse mucho de la música ha decidido emprender esta aventura. Me dijo, incluso antes de cerrar la formación, que si alguna vez formaba el grupo que contara con él para grabar algo. A lo largo del verano me volvió a escribir, yo se lo propuse a ellos, les pareció bien y hemos decidido probar. Yo hablo por mí, estoy bastante contento con el resultado final. Creo que hemos conseguido plasmar el sonido que más o menos buscábamos y para ser el primer trabajo está bastante bien por ambos lados.
– Si, Rafa Salgado ¿Hay más bandas que hayan grabado ahí o Vema son los primeros?
Quini: Creo que somos la primera banda al completo que ha grabado ahí. Él luego sí que ha grabado cosas para algunas chicas que cantan versiones, incluso les ha proporcionado la base instrumental. Diría que como banda somos la primera. A ver si con nuestra promoción hacemos que le lleguen más grupos.
– ¿Tenías bien claro desde el principio que no querias meter voces? Porque como dice Miguel Ángel, él está acostumbrado a cantar en Glasswork y podría haber sido una opción.
Quini: Si fuese por mi no tendríamos cantante, mí me mola lo instrumental. A ver qué opinan el resto.
Miguel: Yo creo que desde la primera vez que hablamos aquel día, que nos tomamos un par de cervezas, me comentó que lo quería instrumental. Respondí al mensaje porque era un proyecto instrumental, decía literalmente “post-rock instrumental tirando a durete” y me pareció que lo tenía claro desde el principio. Hay que ir siempre poco a poco, no cambiando por cambiar sino buscar desafíos distintos y pensé en ese momento que hay montones de grupos instrumentales buenísimos, o con vocalistas donde lo instrumental ocupa más del 80% de las canciones.
Fue un desafió, pensé en como podría crear interés sin un vocalista a una persona que te está viendo tocar durante más de 6 minutos, o los 10 minutos que dura “Rivea”. Decidí coger el desafió, estuve totalmente de acuerdo en ese sentido. A veces sí que es verdad que, aunque sea tirando de oficio, dices pues aquí una voz… pero rápidamente dices no, está bien.
– Hay muchas bandas que son un 85/90% instrumentales y luego meten alguna voz etérea o algún efecto tipo God is an Astronaut, practicamente instrumentales pero en algún momento para hacer énfasis meten una voz. Quien sabe, a lo mejor para un futuro lanzamiento de Vema.
Quini: Lo tengo que pensar, no soy tan cerrado de mollera.
Miguel: Está complicado (risas).
– “Ocean Gyre” es el nombre del EP ¿Tiene ya fecha de publicación? ¿Alguna idea de cómo lo quieren hacer? ¿Digital o físico?
Alejandro: Hay que ir escalando por la parte digital. Obviamente tenemos muchas ganas de lanzarlo en físico, pero vamos a empezar por las plataformas digitales. De momento las cosas se han ido dando lento y no queremos prometer algo que no va a suceder pero de verdad, pero no tardaremos mucho en sacar algo físico.
– ¿Esa publicación digital tiene fecha o saldrá tema a tema?
Quini: Estamos pendientes todavía de cerrar algunos flecos y yo no me quiero adelantar demasiado pero yo supongo que de aquí a un mes debemos tener ya casi seguro la fecha decidida.
– Miguel Ángel tiene ya experiencia con esto de conciertos en la pandemia con Glasswork ¿Se ha planteado hacer una presentación del grupo en este tipo de formato o sería precipitado para el debut en directo?
Quini: No se que piensan los demás, porque todavía no lo hemos hablado.
Miguel: No sé si fue el viernes o el sábado que tocaron Adrift en Madrid, lo veía pensaba que sí era posible hasta en ese tipo de música, como nosotros que lo hicimos en verano, pero te planteas si es rentable o si es seguro. Das 4 o 5 conciertos y te sientes muy afortunado realmente porque hay gente que no ha podido dar ni un solo concierto. El otro día vi que publicaste que el último Goetia Sessions fue Times of War y Muerto en Vida hace ya un año, que es una pasada de tiempo.
Mi opinión personal es que hay que intentarlo, pero claro, luego ves que hay muchos sitios que están cerrando. Al aire libre sería lo suyo, pero todavía no lo sé. A mi las ganas me pueden y sí me veo tocando con Vema en directo aunque sea con restricciones.
– Es un tema complicado, porque el año pasado pensábamos que para esta fecha ya volvierían los conciertos, pero como están las cosas creo que será otro verano y otro otoño igual. En el caso de Vema es complicado al no haber tocado nunca, pero puede que cuando puedan tocar ya habrá pasado más de 6 meses del lanzamiento del EP.
Miguel: Eso iba a decir, si me lo permiten los compañeros. Es que se te pasa el arroz porque tú tienes cosas en mano, cuando estás grabando, cuando estás componiendo y cuando estás terminando. Creo que a todos nos pasa, te entra como una especie de obsesión y estás como metido ahí, tocas los temas en el estudio y algún día te vas muy contento, diciendo que esto es una pasada, pero eso no dura mucho. Dura lo que dura. Y es verdad que estamos ante un desafío para las bandas realmente importante.
– ¿Hay mucha gente que ha escuchado el EP y les ha podido dar una opinión sobre el mismo o se ha mantenido en el círculo interno de la banda?
Quini: El círculo más cercano. Yo por lo menos no se lo he pasado a demasiadas personas porque quiero que sea algo un poco más exclusivo. Tanto incluso los cercanos míos, cuando lo escuchen, que lo escuchen al completo cuando esté porque creo que al final hemos trabajado para que sea algo conceptual. Tiene un inicio, tiene un fín y tiene una parte por el medio que cuenta algo. Entonces ¿De qué sirve al final pasar una canción o dos sueltas? Yo prefiero que se escuche al completo y que se entienda como un trabajo completo. Esto somos Vema y esto somos Vema durante 2020, que ha sido así de guay para todos.
– Esto se grabó en octubre del año pasado, estoy casi seguro que para ahora ya hay nuevos temas.
Estamos en ello, sí. Es inevitable.
– En cuanto a sonido ¿Los nuevos temas son una continuación de “Ocean Gyre”?
Alejandro: El detalle es ese que al final, siempre hemos ido tanteando el terreno y se han ido dando cosas de tal manera que ahora hemos hecho canciones como que no tienen la misma intención que las otras que teníamos. Hemos optado por ir dejando que todas las cosas fluyan sin forzarlas tanto. Simplemente hemos ido componiendo, hemos ido aportando ideas. Cada quien da un poco de un riff, una base en la batería. De momento tenemos material adelantado de lo que quedó después de haber grabado “Ocean Gyre”, esas cosas las iremos viendo y les iremos dando un sitio, cada cosas tiene su intención y queremos hacer las cosas de manera que tengan un mensaje que contar. Que no sea solamente tener una canción tras otra, sino que sea un paisajismo evocador.
– A ti Quini es el que te pilla más cerca por estilo a algún proyecto pasado, por lo que hacías con Tálamo ¿Lo ves como una continuación o quieres dejar claro que esto es borrón y cuenta nueva?
Quini: Aver, tampoco puedo separar quien soy. Formé parte de Tálamo y esto pues no lo veo como una segunda parte, lo veo como otra etapa simplemente. Ahora estoy con otros compañeros y ya está, pero vamos, que nunca voy a renegar de haber pertenecido a Tálamo.
– Es cierto que la popularidad de Toundra ha creado un boom en cuanto a post-rock instrumental en España ¿Se sienten identificados con alguna otra banda de la escena española? ¿Alguna con la que vean similitud?
Quini: Aquí en España hay un montón de grupos bastante interesantes. Para mí Le Temps du Loup, más que se parezcan a nosotros es que nosotros nos parecemos a ellos. Ya han marcado esa línea y la verdad es que me parecen un grupazo con todas las letras. También me gustan mucho Viven, me parecen una brutalidad, mezclan al final lo que es el post-rock instrumental con una voz bastante pegadiza que al final llama a muchos públicos a la vez. Y podría ponerme a mencionar aquí a todos los grupos de España que has traído aquí, que a casi todos los he visto al final. Te puedo hacer una lista infinita.
Miguel: Le Temps Du Loup, que los trajo vuestro colectivo de locos, que no sé cómo seguís. Yo un poco coincido con Quini.
– Pues hay una cola de conciertos que quedaron pendientes, esperamos poder reactivarlos pronto.
Miguel: Yo creo que el estilo en sí está vivo. Quizás vengo de un estilo un poco más apartado. En los últimos años, con las fusiones con el stoner, como que este rock instrumental o post-rock o como lo llaméis, ha tenido como una segunda vida y hay muchísimos grupos de primer nivel. En ese sentido Toundra es referencia y encima nacional.
Quini: Toundra abrieron el camino aquí.
– Como que han visualizado que una banda instrumental de post-rock podía asomar un poco del underground y llegar a un seguimiento masivo dentro del rock. Eso ha llevado a que otras bandas se animen, porque bandas de post-rock han habido siempre.
Miguel: Iba a comentar que así, por ejemplo, vas recordando cómo va la gente a festivales grandes y te encuentras a El Altar del Holocausto tocando para bastante público. La gente está allí viéndolos. Es verdad que hace unos años, lo que tú comentabas, no te imaginabas tú que Toundra podría telonear a Tool pero así está el juego ya.
– Ya para terminar la entrevista os dejo las últimas palabras. ¿Qué queréis decir de Vema que no se haya dicho todavía?
Alejandro: Hay como cierto paralelismo del nombre de la banda Vema, que también se sabe muy poco del asunto y al final es un poco eso, lo que hemos consolidado en este primer single. Pues yo creo que eso es un poco lo que se va a poder apreciar un poco más adelante, hay algunos temas que son un poco más heavy, pero también hay otros que son como más horizontales o más melódicos.
Transcripción por María Guerrero Vega.