Eric Gales – Story of my Life

Por Antonio Duncil

Provogue Records

No me canso nunca de oír a Eric Gales. Llevo como siete u ocho años pendiente de lo que hace este hombre negro que resulta una excepción a la música que practican los hombres de su raza en Estados Unidos. Eric Gales hace rock duro, lo mezcla con blues y con algo de funky (no mucho, no estamos ante unos comerciales Red Hot Chilli Peppers ni nada por el estilo, más bien se semeja a Vernom Reid de los increíbles Living Colour), y crea una música que ahora mismo, en Estados Unidos, practican muy pocos músicos de color. Sí, estamos de acuerdo en que sigue existiendo, a nivel subterráneo, una saludable escena blues comandada por sellos como Alligator Records, pero si hablamos de ese sello tenemos a músicos muy puristas, como Monster Mike Welch u Omar and the Howlers, que están centrados en el blues en sí mismo, con toques de rock and roll, claro, pero es que lo que hace Eric Gales es mucho más rock que blues, mucho más eléctrico que Omar and the Howlers.

Cójanse un tremendo disco de este último, de Omar, como el excelente “Boogie man”, y súbanle la velocidad y la distorsión en un cien por cien: así podrán hacerse una idea aproximada de cómo las gasta el bueno de Eric. Son tres los discos que he oído de este hombre, el anterior salió hace muy poco, cosa de doce meses a lo sumo, y uno se queda de piedra viendo cómo la música de este tipo no sufre la más mínima devaluación por, podríamos decir, culpa de sacar tanto y tanto trabajo. El nivel sigue siendo altísimo en este “The story of my life”. Y una cosa curiosa, y a pesar de lo comentado de los músicos de blues en Estados Unidos: puede que de los tres trabajos que he oído de Eric, este sea el más blues de todos. El hombre se marca sus temas rockeros, por supuesto, pero ha metido también unas canciones blueseras que beben de la tradición de músicos como los nombrados. Ojo, que quede claro que eso no es ni la tercera parte del redondo, los otros dos tercios (largos) de este estupendo cedé se completan con temas eléctricos, buen hard rock en formato de trío a la Jimi Hendrix Experience, y cosas por el estilo; mucha distorsión, mucho wah wah y una voz, la del mismo Eric, que además compone y toca todas las guitarras, que se une con la guitarra rítmica y solista de este atronador artista para dejarnos con uno de los redondos más increíbles de rock duro en estado puro que han caído en mis manos. Desde los tiempos de Living Colour y (antes) con Thin Lizzy, y si hacemos excepción del señor Doug Pinnick de King’s X, no se veía a un negro tocar de esta manera rock duro.