Gamma Ray + Freedom Call + Secret Sphere en Madrid (Sala La Riviera, 13/02/2010)

Texto: Mariano Bacigaluppi
Fotos: Mariano Bacigaluppi
Promotor: Production Manager / RRS Promo
Videos: Youtube

Creo que todos esperábamos una gran noche de METAL y afortunadamente fue lo que las tres bandas nos regalaron. Cada una con sus particularidades, con sus aciertos y sus virtudes pero, sin lugar a dudas, conformaron un power trio, un combo sonoro que se convirtió en un bálsamo auténtico para las mil y algo almas sedientas de metal en la noche madrileña.

Puntualidad inglesa a la hora de la apertura. El reloj marcaba las siete de la tarde cuando las puertas de La Riviera se abrieron y los headbangers comenzaron a entrar. Poco menos de treinta minutos tuvimos que esperar para poder ver a los transalpinos SECRET SPHERE, banda absolutamente interesante si las hay. Tuve la oportunidad de verles por primera vez hace casi un año gracias a la iniciativa de unos ‘locos’ que con la excusa de su boda, un enlace Heavy en toda regla, apostaron por traerles a España a tocar por primera vez y sinceramente se marcaron un conciertazo.

Fue muy triste enterarme que su cantante Ramón Messina no iba a tocar en varias fechas de esta gira a causa de una fuerte bronquitis, casi al borde de la pulmonía como me confirmó al término del concierto el guitarrista de la banda, Aldo Lonobile. Increíblemente su puesto fue ocupado por un tremendo Alessandro Conti, cantante de los también italianos TRICK OR TREAT. Fueron tan sólo 5 canciones y principalmente basándose en sus dos últimos discos editados hasta la fecha, pero intensísimas, con mucho poderío y abundante virtuosismo. Abrieron fuego con From A Dream To A Nightmare de su disco “Sweet Blood Theory”. Gran trabajo de su guitarrista Alessandro Conti y bien secundado por el otro seis cuerdas de la banda, Marco Pastorino.

Los teclados de Gabrielle Ciaccia abrieron las puertas de su segunda canción, Bring On. Grandiosa la cabalgata desde los bombos de Federico Pennazzato de una actuación espléndida durante toda la noche. La gente respondía de una estupenda manera, pese al no saberse las canciones, les vitoreaban y aplaudían y la verdad fue algo que me gustó muchísimo. Siempre he dicho que Secret Sphere es una banda grandísima, con todas las de ganar para triunfar, espero que este año sea el definitivo para encumbrarles. La pegadiza y ganchera Welcome To The Circus fue la próxima en sonar y fue otra muestra más de la entrega del público. De otro planeta el solo del guitarrista Aldo.

Para sus dos últimas canciones eligieron llamar a la puerta de su disco editado en 2004 y que lleva por título “Heart & Anger”. La grandísima Loud & Raw fue la primera y seguida por Dance With The Devil.

El vídeo que veréis de la banda al final de la crítica os servirá para comprobar que mis palabras no son un engaño. La gente les dio su apoyo y la banda respondió con lo que mejor sabe hacer, obsequiar canciones de la más alta calidad. Como ya he dicho, corto pero intensísimo… así fue el paso de SECRET SPHERE por la capital del estado.

Fue casi inexistente la espera para que los alemanes de FREEDOM CALL subieran y se devoraran el escenario. Si hay algo que la banda de Chris Bay siempre hace es cumplir en sus conciertos y hacer que sea una verdadera fiesta y eso fue lo que vivimos. We Are One fue el primero de los cañonazos que la banda tocó y desde ese mismísimo instante la gente se entregó por completo. Junto al líder de la banda se encontraba el jonvencísimo Lars Rettkowitz a la otra guitarra y el simpático bajista Samy Saemann, pero seguramente al igual que yo muchos se habrán preguntado ¿Dónde está Daniel Zimmermann? Su reemplazante era nada más ni nada menos que Klaus Sperling, ex–PRIMAL FEAR y en la actualidad en las filas de SINNER. Él mismo me contaría después del concierto, que iba a estar tocando durante toda la gira con la banda, ya que Mr. Zimmermann no podía tocar con las dos bandas.

United Alliance fue el segundo de los éxitos que se dispusieron a tocar. Después de esto llegaría un triunvirato sonoro que serviría para presentar su última placa discográfica “Legend Of The Shadowking”, disco que si no habéis escuchado ya estáis tardando, es un auténtico bombazo. Lo primero fue Thunder God. Canción creada para el directo al ciento por ciento. Ese magnetismo banda-público fue notorio y pasadas casi veinticuatro horas de aquello, todavía sigue sonando en mi cabeza aquello de ‘Gods Of Thunder.. Swords Of Fate.. Storm Wind And Fate…Sent To Devastate’ coreado absolutamente por la gente.

La segunda de ese trío fue Tears Of Babylon. Tal vez no tan directa como su predecesora, pero sí una gran canción que los presentes supieron disfrutar y agradecer. Y ya la última de la terna fue Merlin – Legend Of The Past, otra carne de cañón para el directo. Cabalgante ritmo, melodías pegadizas y que te hacen mover la cabeza hasta el borde de los problemas cervicales. De verdad, si no habéis escuchado el último disco de la banda, no tardéis en hacerlo es muy recomendable. Sin pausa alguna, la próxima que tocaron fue Hunting High And Low, también muy coreada por los metaleros que invadieron La Riviera.

We Are Warriors, Born From The Light. Otra de las hímnicas canciones de los teutones que tienen la magia y el poder de hacer divertir y divertirse ellos mismos arriba del escenario. Como diría Wayne y su secuaz Garth… Party Time! Excellent!. Pero todos queríamos que la fiesta no acabara jamás… así fue que llegó el momento de Land Of Light. Genial Samy Saemann desde las cuerdas de su bajo y un carismático Chris Bay haciendo al público partícipe de la celebración.

Lamentablemente todo llega a su fin y, para tal motivo, desde su disco “Crystal Empire” eligieron la canción que da nombre a la banda para acabar su concierto. La movediza Freedom Call terminó de volar las cabezas de los heavys, si es que quedaba alguna en pie a esa altura de la noche. Hablando con su cantante a la salida, me comentó que había grandes posibilidades de que la banda vuelva a España después del verano, pero esta vez como cabezas de cartel. Que estaban en trámites con las promotoras, para dejar cerrado eso. Os digo la verdad… no paro de contar las horas de que llegue ese momento.

Casi ciento cincuenta minutos después de comenzada la velada, el plato fuerte de la noche y la banda que todos estaban esperando se hizo presente. Como viene siendo costumbre en el último tiempo, la intro Welcome, sirvió de excusa para abrir fuego y Gardens Of The Sinner fue el trallazo elegido para el comienzo. Sonó a gloria esa canción rescatada del “Power Plant”. ¿El público? Desde el primer riff de ese dios terrenal llamado Kai Hansen entregado y extasiado por completo.

Las dos siguientes canciones que tocaron sirvieron para presentar en directo su último disco salido hace pocas semanas y bautizado a fuego como “To The Metal!”. La primera que tocaron fue Empathy que funcionó muy bien con la gente, mismo caso el de Deadlands. Tal vez ésta última fue un poco más coreada, ya que su estribillo se queda con bastante más facilidad.

La velocidad absoluta de la mano de Fight, fue el siguiente paso que dio la banda. Otra auténtica bomba festejada hasta el hartazgo por los asistentes. Los bombos de Daniel Zimmermann sonaban como una auténtica ametralladora y como siempre bien resguardados por las veloces cuerdas del bajo de Dirk Schlächter. Una nueva canción de su último disco, Mother Angel, fue lo siguiente que ejecutó la banda y con un gran solo de los habilidosos dedos del guitarrista Henjo Richter.

Sin querer develar mucho, os diría que si no fuera por el final absolutamente apoteósico que se marcaron, la siguiente canción fue una de las más festejadas y cantadas de toda la noche. Precedida por The Saviour, Abyss Of The Void fue algo grandioso, de esos que dejan boquiabierto y sin palabra. Gloria perpetua para el dios Kai y sus discípulos.

Posteriormente pudimos disfrutar de un singular solo a cargo del maestro Dan Zimmermann. Primero el típico solo, pero a posteriori tocando encima de una base pregrabada que no era otra cosa que la famosísima Marcha Turca de W.A.Mozart y seguida del divertido y contagioso Can Can.

En un nuevo viaje al pasado, la banda se dio el lujo de tocar Armageddon. Increíble canción extraída de ese gran disco llamado ‘Power Plant’ editado en los últimos coletazos de la década de los noventa. Hail… Hail…To The Metal!. Otra de las nuevas canciones, y primer single del último CD, que funcionó a la perfección con el público madrileño. Con simples acordes pero contundente y con un grandísimo feedback entre la gente y la banda.

Como el mismísimo Kai lo anunció llegaba el ‘Ballad Time’. La elegida para ese melancólico momento, fue otra del nuevo disco No Need To Cry. Sinceramente no me parece una mala canción, aunque en su colección tienen grandísimas baladas y mucho mejores que ésta. Seguramente la presentación del último disco sea la excusa para haberla tocado. Eso sí, pudimos ver a Dirk Schlächter armado de una guitarra acústica y cantando su parte, al igual que en el disco y no de una manera tan afortunada.

Después de ese momento baladístico, llegaría otro de los momentos cumbres de la noche y sería por partida doble. Rebellion In Dreamland es de esas canciones inolvidables suyas, esos himnos del metal que todos cantamos alguna vez con los cuernos apuntando al cielo. Y así ocurrió… una vez más. Pasan los años y esta mágica canción sigue intacta y causando el mismo efecto en los conciertos… locura generalizada. La Riviera estaba patas para arriba.

A continuación tocaron Man On A Mission y ya a todos nos tuvieron que recoger en pedacitos del suelo. Al igual que la anterior, cantada por todos hasta llegar a la afonía generalizada. Con ese trallazo la banda se iría del escenario, para como todos sabéis volver a los pocos instantes y tocar New World Order. Otra buenísima canción de los alemanes que todos agradecieron.

Y quedaría la última de las canciones, o por lo menos según el Setlist que la banda tenía. Como el mismísimo Dan Zimmermann me contaba entre risas en la entrevista que le hice horas antes del concierto, no sabía exactamente que tenía Send Me A Sign. Me decía que era una canción simple, para nada compleja pero que siempre la tenían que tocar porque el público la pedía. No me extraña.. es un temazo absoluto que en directo hace que todos nos volvamos locos. De esa forma la banda se despidió del escenario, pero contra todo pronóstico volverían.

La Riviera entera a grito pelado obligó a la banda a volver para tocar ese himno del Heavy Metal llamado I Want Out. De verdad, fue ensordecedor el pedido del público, tanto que la banda se hizo eco de tal pedido y complacieron a los asistentes tocándolo. Delirio generalizado una vez más.

Al término de ésta, la gente comenzó a pedir Future World y nadie creía que eso fuera posible, pero lo fue. Después de unos años en esto, sabemos que Dios Kai Hansen lo hace todo posible. Previo a una breve advertencia de que no podían tocar más por las restricciones de la sala, e incluso la misma policía, se despachó un auténtico y reivindicativo Fuck The Police! y la tocaron.

Que más decir… fue una noche mágica, una noche como hacía mucho no presenciaba y creo que todos salimos contentos, felices y satisfechos de haber presenciado tan magno evento que se escribió con verdaderas letras de METAL.

Ya que hablo de agradecimientos, no quiero olvidarme de Lorenzo de RRS Promo por tratarnos estupendamente y por facilitarnos la entrevista con la banda y a Production Manager por darnos la acreditación y el Photo Pass para poder disfrutar de este conciertazo.

FOTOS: http://www.goetiametal.com/cronicas/gammarayenmadrid2010.html