Texto: Morpheus Misfit
Fotos: Antonio Casas
Promotor: Heart of Gold
Luego de una larga semana cargada de excelente música en diferentes tonalidades (Mother Gun / The Fleshtones / Lagartija Nick) tocaba cerrar con un broche de oro: Havalina celebrando su décimo aniversario en Granada. De nuevo el Planta Baja el sitio elegido para la ocasión, y vaya si fue un excelente cierre de semana de directos, porque Havalina son una clase maestra de como con poco se puede hacer mucho, y ser tan relevante. Havalina son un guitarra, un bajo y una bateria…pero buscas mas debajo de la superficie y podrás encontrar un corazón, una mente y varios sueños pasados a través de la trituradora del stoner y del doom.
Venian de dar mas conciertos en el sur de la Península, pero si estaban cansados eso no se les notó para nada. No hubo todo el público que merecían (aunque tampoco hubo poco) pero es lo que tiene hacer música como la que hacen Havalina: que coquetea entre lo masivo y la minoria sin llegar a formar pactos con ninguno. Como me decía un amigo en el concierto :”Es increible como con el simple cambio de guitarras le saca un sonido distinto a cada canción” (cosa que se puede entender como que cada una estaba afinada de manera distinta), frase que guarda mucho de verdad…Havalina son una banda que con pocos recursos logran demasiado, que con una sola guitarra crea muros impenetrables de riffs, que con una sola voz (a veces apoyada en coros) llena toda una sala, que con medios tempos y arreglos doom logra acelerar el pulso de los corazones…si, podría decirse que es lo mas cercano a crear arte de aquel que te deja maravillado con su grandeza.
Lograron arrancar un gran sonido del Planta Baja, estaban de buen humor y el público les respaldó en ello (exceptuando a un par de impresentables que no paraban de soltar sandeces…vergüenza ajena le entra a uno cuando es el músico – especificamente el bajista – el que tiene que mandar callar a alguien durante una de sus canciones), y por eso fueron grandes triunfadores en una noche para recordar.
Para oídos pocos acostumbrados a estas atmósferas cargadas puede resultar algo pesado, pero para quienes disfrutamos sin compasión bebiendo de la sensibilidad del grupo simplemente es algo que nos hace entrar en trance. Parece fácil lo que hace el señor Manuel Cabezalí tras esas seis cuerdas, pero sin lugar a dudas se trata de un gran guitarra y una muy buena voz que sabe transmitir cada palabra de lo que está cantando. Ese efecto de sonido que aplican a los micros durante todas las canciones les sienta de muerte, el zumbido de sus guitarras es hipnótico, y apoyados por un percusionista de alto vuelo simplemente son irresistibles.
Gran noche y gran momento se marcaron interpretando una versión completa de “Incursiones”, en la cual hasta se mezclaron con el público en plan jam session para dejar marcada en la retina una gran fotografia de quien se sabe grande pero mantiene un espíritu underground. Solo esperemos que nos esperen mas décadas de buena música como ésta.
FOTOS: http://www.goetiametal.com/cronicas/havalinaengranada2012.html