Por X.F. Remorse.
Parecían olvidados estos powermetaleros germanos que vivieron su momento álgido en el momento de máximo apogeo del género, allá por finales de los ’90 y principios de este siglo, cuando aparecieron miles y miles de bandas, muchas copias las unas de las otras, y muy pocas han pervivido. Iron saviour se ha ido manteniendo, quizás porque su estilo se desmarcaba un tanto de las bandas punteras del momento, tanto a nivel instrumental (no había grandes orquestaciones, ni teclados, ni doble-bombo a toda pastilla) como a nivel temático (en lugar de sobre la Edad media, sus letras hablan sobre el futuro y la ciencia-ficción).
Además, la voz de Sielck tiene un punto semi-grave que también se desmarcaba, y aún lo hace, de los tonos típicamente agudos de los cantantes de power metal. Sin duda el metal de Iron Saviour tenía una influencia mucho más marcada de sus compatriotas y pioneros Helloween, por no hablar lógicamente de bandas como Judas Priest y Iron Maiden, con lo que el metal clásico era más patente en ésta que en otras de las bandas coetáneas que prácticamente monopolizaron la escena metalera hace una década.
Iron Saviour, desde la “segunda divisón” del power metal, nunca crearon ninguna obra maestra, aunque sus dos primeros discos están plagados de muy buenos temas. La banda fue desapareciendo de la escena y, así, al llegar este álbum, “me temía lo peor”, sobre todo al ver los títulos de las canciones (“Starlight”, por ejemplo… ¿cuántos temas ya se llaman así?, o “Heavy metal never dies”, donde la banda sigue la línea de Helloween o Gamma Ray, que en sus últimos discos han metido canciones alabando al género).
Pero a pesar de esto, Iron Saviour ha aprobado con este disco, que gustará a los amantes del power con toques más “heavys”, puesto que si una cosa sabe hacer Sielck es combinar buenos riffs con unas melodías vocales que enganchan. Además, se nota que ha sabido evolucionar, puesto que hay algunos toques rockeros y hard-rockeros muy interesantes. Se trata de un disco muy variado, algo irregular pero donde tiene cabida todo lo que se espera del power metal: temas rápidos (destacando el propio “Starlight”, “Moment in time”, con la mejor melodía vocal de todo el disco, en la estrofa y “Faster tan all”), temas épicos (muy interesantes los temas “Hall of the héroes” y “No guts, no glory”), medios tiempos (la inicial “The saviour”, otro buen tema aunque quizás demasiado lenta para iniciar el disco) y por supuesto una balada, algo irregular, que no podía faltar (“Before the pain”).
El tema antes mencionado, “Heavy metal never dies”, es bastante infantil y la letra ya se puede intuir por donde va. Es la misma temática que “R U Ready”, donde además se hace un homenaje a bandas de rock y de metal incluyendo en las frases títulos de temas memorables (desde Born to be wild a Breaking the law, pasando por Smoke on the wáter y Highway to hell), aunque este tema no da tanta vergüenza ajena como el anterior, sobre todo por el aire “rockerillo” que se marca y que está muy bien encontrado.
En definitiva, un disco que sin ser la panacea, gustará a los amantes del heavy metal clásico y del power sin aditivos. Es un disco irregular pero con buenos momentos, a pesar de que se nota ya que la banda se va quedando sin ideas (en muchos momentos las melodías vocales recuerdan sospechosamente a la de otros temas; así, vas escuchando “The saviour” o “Starlight” y te vienen en mente canciones como “Atlantis falling” o “The forces of rage”, de discos anteriores). Álbum pasable, variado y que mantiene a los Iron Saviour vivos, a pesar de que no se les puede pedir mucho más, ni tampoco se espera mucho más de ellos.