Korn – The Path of Totality

Por Morpheus Misfit

1. Chaos Lives in Everything (Featuring Skrillex)
2. Kill Mercy Within (Featuring Noisia)
3. My Wall (Featuring Excision)
4. Narcissistic Cannibal (Featuring Skrillex & Kill the Noise)
5. Illuminati (Featuring Excision & Downlink)
6. Burn the Obedient (Featuring Noisia)
7. Sanctuary (Featuring Downlink
8. Lets Go (featuring Noisia)
9. Get Up! (Featuring Skrillex)
10. Way Too Far (Featuring 12th Planet)
11. Bleeding Out (Featuring Feed Me)

Miembros
Jonathan Davis – voz
James “Munky” Shaffer – guitarras
Reginald “Fieldy” Arvizu – bajo, guitarras
Ray Luzier – bateria, percusión

Sello
Roadrunner Records
Warner Music

Website
www.korn.com

Quizás uno empiece a cansarse de todos esos intentos baratos de los norteamericanos en su fascinación por el dubstep, pero es en esa fascinación donde Korn han encontrado su gran “salvación”. Cuando uno se da cuenta que “The Path of Totality” no es mas que un falso intento de innovación es cuando surje la pregunta “¿Hacia falta esto?”…Korn ya habian jugado con la electrónica en su pasado, pero sostenerse sobre un estilo que nada tiene que ver con esa vuelta a sus “raíces” tan anunciada es todo lo que queda de una banda que movilizó a millones de personas a principios de este milenio.

Quizás toda su base de fans les dio la espalda y han pensado que en este punto era mas fácil buscar una nueva audiencia a intentar volver a seducir a su séquito (aunque si le preguntas a Jonathan Davis, Korn eran dubstep antes de que existiese el dubstep), pero por mucho que uno intente darle una oportunidad al redondo la confusión no se disipa. Las cosas claras: “The Path of Totality” es un disco construido en cansados estereotipos de una banda sin rumbo, con una cantidad igual de artistas invitados totalmente confusos y que no terminan por entender el género al que dicen pertenecer.

Se trata de un disco donde cada canción trata de destrozar a la anterior, como si de un concurso se tratase, con un potencial compositor que falla en la experimentación y termina siendo aburrido. Cada canción sigue el mismo patrón, con un montón de partes cuasi-industriales irreconocibles. No se trata de un remix, sino de dos componentes alternativos trabajando codo a codo, en una coalisión que no es ni dura ni suficientemente insistente.

Korn aqui han tratado de ser revolucionarios, pero lo son lo mismo que su “R” invertida. No los podemos culpar, ya que están en una etapa curiosa de su carrera: demasiado jóvenes para retirarse y demasiado viejos para seguir tocando un estilo que los llevó a la fama.

Todos sabemos que el dubstep es ahora un gran fenómeno en América, pero “The Path of Totality” falla en ser un disco que promete algo que no es, con una ejecución de pena y con la idea en la cabeza de que lo ha hecho un descerebrado con un portátil. Siempre nos quedará la esperanza de que alguien se de cuenta de que esto no tira para más y que hay que pasar a otra cosa. De pena.