Por Morpheus Misfit
01. Saltarme el horizonte
02. No soy tu perro
03. Sobre la arena
04. Vendida
05. 20 de abril
06. Senderos
07.Salvado por el Rock and Roll
08.A contracorriente
09.Sin miedo
10. Adicción
11.Incordio
Miembros
Alber – voz
Raúl – guitarra
Isaac – guitarra
Dani – bajo
Adri – batería
Sello
Autoproducido
Background Noise
Website
www.moskeo.com
Si nos dejamos llevar por la portada del disco, y por el principio y final del mismo (canciones como “No soy tu perro” o “Incordio”) podriamos decir que alguien de la banda lo ha pasado muy muy mal en cuanto a temas amorosos…y es que podria darse el caso, porque ya se sabe que el amor es un sentimiento que ha construido enormes discos en esto de la música. Pues bien, una vez metidos en este debut la cosa cambia, ya que en este “No soy tu perro” mas que amor vamos a encontrar actitud, mucha actitud.
Lo que Moskeo nos ofrecen aqui es un medio camino entre rock estatal y punk rock con aires de década pasada, con letras mas personales que sociales y con una gran producción que ha obviado de manera inteligente todos lo errores que una banda novel comete en este tipo de lanzamientos. Claras son las influencias que todavia denota el sonido de Moskeo, aunque no estamos aqui para realizar comparaciones, pero lo suyo como quien dice es el “rock de calle” y no hace falta inventar un universo alternativo para sobresalir en ello.
“No soy tu perro”, a pesar de estar creado por una banda con solo 4 años bajo sus hombros, denota ya bastante profesionalidad y un claro camino melódico ajustado al público al que se dirige, con temas de gancho fácil (“Sobre la arena”), otras conmovedoras (“Senderos”), algunos himnos (“Adicción” o “Salvado por el Rock and Roll”) y hasta un tributo (la archi-conocida “20 de abril” de Celtas Cortos) en el que dan rienda suelta a su creatividad para contentar por igual a fans de diferentes corrientes dentro del rock.
Mención aparte merece todo el trabajo artístico-visual del lanzamiento, muy conseguido para ser un primer trabajo y además autoproducido. Si estos chavales siguen por este camino y logran con éxito conseguir un sonido propio, serán estadios rendidos a sus pies los que los esperen