Nevermore – The Obsidian Conspiracy

Por X.F. Remorse

1. The Termination Proclamation
2. Your Poison Throne
3. Moonrise (Through Mirrors of Death)
4. And the Maiden Spoke
5. Emptiness Unobstructed
6. The Blue Marble and the New Soul
7. Without Morals
8. The Day You Built the Wall
9. She Comes in Colors
10. The Obsidian Conspiracy
11. Crystal Ship (The Doors cover)
12. Temptation (The Tea Party cover)

SELLO
Century Media

WEB
myspace.com/nevermorefans

FORMACIÓN
Warrel Dane: voz
Jeff Loomis: guitarra
Jim Sheppard: bajo
Van Williams: batería

Nevermore representan un caso curioso dentro del mundo del metal. Para muchos aficionados nunca han llegado a obtener el éxito que según ellos merecían, a pesar de que la calidad del grupo es innegable. Quizás por tener un estilo demasiado particular, tocando muchos palos sin tener un estilo bien definido, pero la cuestión es que su propia evolución es muy particular. A primer vistazo, parece ser que sólo hay dos maneras de que las bandas cambien: o bien simplificando su estilo o bien complicándolo. Por ejemplo, muchas bandas de thrash de los ’80 tiraron hacia el groove, restringiendo los riffs clásicos a favor de una “hardcorización” más simple. Por otro lado, muchas bandas, incluídas las de heavy metal clásico, han tendido hacia el recargamiento y la complicación en su estilo, digamos que lo han “progresivizado”. Nevermore es un caso aparte porque ha evolucionado en ambos sentidos, sin que esto parezca un contrasentido.

Siempre con la inconfundible voz de Warell Dane como nota predominante, Nevermore pasó de ser una banda de thrash/power americano al uso para ir creándose, durante la etapa actual, un estilo mucho más personal. El trabajo de Dane siempre se ha mantenido, pero en las guitarras del magnífico Jeff Loomis han penetrado nuevas influencias, su forma de tocar se ha abierto a otros estilos y no han hecho ascos tanto a modernizar su sonido como a progresivizarlo, ganando también en atmosferas y ambientación. En mi opinión, el de Nevermore es un magnífico caso de evolución bien entendida, hasta llegar a un estilo muy característico, y no todas las bandas pueden decir lo mismo.

Y llegamos a este Obsidian Conspiracy, que me atrevo a afirmar que es uno de los discos del año a pesar de que aún estamos en mayo. En él los de Seatle dan otro paso adelante respecto a su anterior trabajo, el celebrado “This godless endeveour”, y de la mano de los reputados Peter Wichers en la producción (que ya había trabajado con Dane en su álbum debut, “Praises to the war machine”) y Andy Sneap en las mezclas, con el plus de calidad añadido de la portada de Travis Smith, se marcan un disco francamente muy bueno y, sobre todo, muy personal.

Obsidian Conspiracy no tiene la contundencia ni la velocidad de su anterior disco, a pesar de que el inicio del primer tema, “The termination Proclamation”, es sencillamente demoledor, con un riff-punteado digno de los mejores Testament y acompañado con un endiablado doble bombo de Van Williams, un batería tan bueno como injustamente desconocido y que es quien más colabora al toque progresivo –quizás no de virtuosismo, pero sí de concepto- que acompaña en todo momento al disco, sabiendo siempre cuándo meter caña y cuándo meter técnica para que cada tema tenga su propio carácter.

Ya en el corte inicial, especialmente en su pausado estribillo, vemos algunos de los aspectos claves del álbum: combinación de estrofas cañeras con estribillos tranquilos (pero que, a pesar de estas diferencias, los cambios nunca son forzados, y sí muy conseguidos), melodías vocales muy inspiradas y riffs creativos. “The poison throne” sigue la misma linea, con un estribillo con coros que hará las delicias del público, aunque es en el tercer tema, “Moonrise”, donde la banda alcanza la excelencia. De nuevo una estrofa cañera, en este caso tirando más hacia un thrash moderno (con un riff que podrían haber firmado perfectamente los Sepultura del Chaos AD o del Roots) viene seguida de un estribillo melódico y arpegiado, con un trabajo vocal magnífico de Dane, y esta misma estructura se repite en el siguiente corte, “And the maiden spoke”: un riff brutal en la estrofa y un estribillo lento y sentido. “Emptiness unobstructed” es un tema que se sale de los parámetros del álbum, puesto que no contiene ningún riff thrasher, y sí una base muy moderna, algo metalcore, de acordes rasgados y distorsionados. “The blue marble and the new soul2 es una bonita balada, con un magnífico solo del Sr.Loomis, mientras que el siguiente corte, “Without morals”, contiene un estribillo bastante efectivo. “The day you built the wall”, el octavo track, es de los mejores del LP, con una estrofa muy hipnótica y un estribillo con una melodía muy conseguida. “She comes in colours” es un tema con dos partes diferenciadas: balada al principio y cañera posteriormente, aunque tampoco no representa ninguna novedad. “The obsidian conspiracy”, el tema-título que cierra el disco, sí que nos recuerda más a los Nevermore anteriores, siendo quizás la canción más cañera del álbum, especialmente en sus riffs principales.

En definitiva, el nuevo trabajo de la banda se podría decir que no es apto para todos los oídos, puesto que hay que escucharlo sin prejuicios y con la mente abierta, incluso (o, sobre todo), para sus fans más acérrimos. Es un disco donde no hay velocidad, donde no oiréis ningún deje melodeath como sí tenía This godless endeveour, donde casi todo son temas lentos o medio tiempos (aunque tiene lógicamente sus momentos tralleros y pesados) y donde el thrash clásico se combina con el thrash moderno y ambos se entrelazan con guitarras tranquilas y arpegiadas. Y, sobre todo, donde Warrel Dane desarrolla más que nunca su personalidad musical, dotando a los temas de una voz sugerente, hipnótica, quasi operística, envolvente, sentida y fría a la vez, que convierte a este trabajo en una obra con personalidad única e inspiradísima.