Por Nekrokosmos
‘La Noche De Halloween’ de 2018 había dejado un final abierto que continua en este ‘Halloween Kills’ no solo en la trama sino también en la decepción. El director David Gordon Green ha pasado de inagotable energía de la familia Strode como combustible para hacer pagar a Michael Myers por sus crímenes, a un frenesí justiciero de todo el pueblo en una mezcla de gore y comedia. El resultado es malo, muy malo.
A falta de la última para terminar esta trilogía y posiblemente la franquicia, ‘Halloween Kills’ tiene algún que otro momento grotesco pero mucho de su minutaje más que ponerte piel de gallina te dejará preguntando si la actuación y el guion es peor que ‘Halloween III’ de 1982. Su dirección puede que capte de manera certera muertes incómodas, pero el gore sin suspenso no es tan efectivo como uno puede pensar.
La torpeza de todo en ‘Halloween Kills’ resta ese aire mitológico al personaje de Michael Myers, pero sobre todo falla enormemente en colocar al personaje de Laurie Strode en segundo plano, recluida en una sola habitación casi toda la película. Falta atmósfera y si lo mejor (que lo es) son los nuevos personajes de Big John y Little John es que estamos viviendo la total decadencia de algo que se vendió como un gran homenaje a los fans de la primera entrega de John Carpenter.
No sabemos bien si se trata de una sátira de la sociedad o una película de terror donde lo importante son las muertes. Toda esa frescura y vitalidad que emplearon Carpenter y Debra Hill en su visión original desaparece de la franquicia, con una falta de tensión que la convierte en una película más lenta que el andar de Myers. Ni siquiera las sobrias actuaciones salvan lo vacío de esta historia que se preocupa más en explicar la naturaleza del terror que de asustar de verdad.