Texto: Mariano Bacigaluppi
Fotos: Mariano Bacigaluppi
Promotor: Rock n Rock
Una nueva cita con la buena música nos esperaba pero el día y la hora, domingo a partir de las 19 horas, me jugaron una mala pasada. Tardé más de dos horas en llegar a la sala, soportando monumentales atascos de domingueros en retorno, ingreso/egreso a los centros comerciales de la zona sur de Madrid y, como si fuera poco, casi media hora para aparcar en las cercanías de la sala, que está ubicada en pleno centro madrileño (a escasas calles de la famosa Plaza España). Todo esto, hizo que no pudiera ver a la banda que abrió la noche, los franceses ARTWEG de los cuales tan sólo pude hacerles un par de fotos mientras terminaban su presentación. De lo poco que pude apreciar, y muchos conocidos me lo confirmaron después, era la banda que menos pegaba en el cartel porque hacían una especie de Rap-Thrash-Metal con dos vocalistas, uno cantando en inglés y otro en francés y en ciertos pasajes musicales recordaba un poco al Punk. Lamentablemente poco más puedo decir de ellos, el vivir en la capital y ser víctima de los atascos fueron los principales culpables.
Los que si pude presenciar, vivir y delirar fue con los tunecinos MYRATH. Sinceramente llevo un buen tiempo disfrutando de este tipo de bandas que al Metal le adicionan condimentos folklóricos de la parte del mundo de donde provienen ya que pareciera que los israelíes ORPHANED LAND abrieron la veda y ahora es más fácil acceder a ellos. MYRATH practican un interesantísimo y virtuosísimo Metal Progresivo de altísima calidad con grandes dosis de música oriental. Hace pocos meses sacaron a la venta lo que es su tercer disco, el excelente “Tales Of The Sands” y así fue que basaron su presentación en él con la excepción de una sola canción de su anterior entrega discográfica.
Desde los primeros acordes de Sour Sigh nos dieron a entender que la propuesta que nos iban a entregar sería de un altísimo nivel proviniendo desde las seis cuerdas del bajo de Anis Jouini, la guitarra de Malek Ben Arbia, las excelentes aportaciones sinfónicas desde las teclas de Elyes Bouchoucha y la increíble voz del carismático Zaher Zorgati que por muchos momentos me recordó al Roy Khan de CONCEPTION ya sea por su registro y por sus manifestaciones sobre el escenario. Por problemas de agenda de su batería original, para esta gira europea contaron con la ayuda del batería francés Morgan Berthet que dio la talla en todo momento. Continuaron su periplo musical con Braving The Seas y Merciless Time y en cada parón que tenían, el vocalista no dejaba de manifestar lo feliz que estaba por estar en España y agradecido por los cerca de ciento cincuenta asistentes que éramos, sin lugar a dudas éramos pocos pero ruidosos.
La canción que abre su último disco, Under Siege, fue la siguiente y sonó magistralmente bien. En todo momento desde los instrumentos de los tunecinos se desprendían delicadas y fabulosas melodías y que demostraban lo grandes músicos que son. Prosiguieron con Wide Shut y con la canción que da nombre a su último CD, Tales Of The Sands y después le tocaría el turno a la única canción que no aparece en su último disco y esta fue Madness que la encontraremos en Desert Call. Mágicas las aportaciones desde el teclado de Elyes Bouchoucha junto con unos cuidadísimos coros.
Como todo llega a su fin, lamentablemente, MYRATH tuvo que despedirse y para tal cometido eligieron la soberbia canción Beyond The Stars. Después de su concierto tuve la oportunidad de hablar con ellos y la verdad me parecieron gente muy sencilla, agradable y que prometieron volver lo antes que pudieran y espero que sea así ya que tan sólo cuarenta y cinco minutos fueron demasiado poco para tan grande y magnífica banda. Espero que el futuro musical, tan injusto generalmente, se equivoque por una vez y le depare a la banda el éxito y el reconocimiento que se merecen.
Los siguientes en salir a escena fueron los franceses con raíces argelinas ARKAN. Sinceramente era una banda que había escuchado muy poco ya que por lo menos en disco no me convencían demasiado y en directo me quedé con la misma sensación. No soy un gran entusiasta del Death Metal, eso por delante, principalmente cuando este estilo es el pilar fundamental de la música de la banda en cuestión. Lo que me ocurre con ARKAN es que son tantas las partes de Death Metal existentes en su música que se me torna algo aburrida y monotemática quitándole protagonismo a los ritmos árabes y a la dulce y encantadora voz de Sarah Layssac, vocalista secundaria tras la voz principal y la guitarra de Florent Jannier. Para gustos los colores, ya todos lo sabemos, pero sin lugar a dudas yo disfrutaría más de esta banda si lo principal fuera la parte oriental y no el Death Metal o quizás que las voces masculinas sean algo más melódicas y sin tantos grunts.
La banda apoyó su repertorio principalmente en sus dos últimas entregas discográficas, Hilal de 2008 y el último Salam editado unos meses atrás. El puntapié inicial fue con Blind Devotion donde la vocalista Sarah Layssac además de asombrarnos con su voz nos regalaba unos sensuales bailes orientales que fueron muy disfrutados y alabados por la mayoría del público, masculino eso si. Me sorprendió bastante Foued Moukid desde la batería imprimiéndole a las canciones una potencia innata sobre todo desde el doble bombo. Origins fue la siguiente en sonar con un gran final instrumental y vocal y seguidamente sonó Tied Fates con una grandísima introducción de colorido arabesco que fue apagándose con la aparición de los grunts.
Con esta banda percibí lo alto que estaba el sonido en general, creo que demasiado alto para el espacio útil de la sala y la poca afluencia de asistentes. Inner Slaves comienza con unos susurros de la vocalista y con un logrado ritmo sincopado desde la batería para que a posteriori entre la banda al completo y es una de las canciones donde predomina la voz de Sarah Layssac y por lo tanto que más disfruté al igual que la siguiente, que fue Groans Of The Abyss con cierto regustillo a lo MOONSPELL.
Lords Decline y Deus Vult fueron con las que continuaron y para el final la seleccionada fue Chaos Cypher. Sin lugar a dudas, pese a que no sea una banda que me gustase en demasía, debo reconocer que dieron un gran concierto y que fueron una grandísima presentación para que el plato principal de la noche se adueñara del escenario.
ORPHANED LAND tocaría nuevamente para nosotros con la enorme y atrayente excusa de la edición de su CD/DVD bautizado como The Road To OR-Shalem. La verdad que ya me había quitado la espinita de verlos por primera vez allá por abril del 2010, en la que incluso éramos menos personas que en esta oportunidad, pero siempre es un grandísimo placer poder disfrutar de una de las mejores bandas de los últimos años.
El puntapié inicial lo dieron con Halo Dies (The Wrath Of God) y al igual que la primera vez que los vi y he podido corroborar en el DVD en cuestión, Kobi Farhi ataviado con su túnica y descalzo, es un enorme frontman que con un sólo gesto ya tiene a todo el público en el bolsillo y así fue durante toda la noche. El segundo de los disparos, certero y al medio del cerebro por cierto, fue con una de mis canciones favoritas de la banda Birth Of The Three (The Unfication). Genial las aportaciones guitarrísticas de Matti Svatizky y sobre todo del carismático Yossi “Sassi” Sa’aron. Momento memorable y para capturar en una infinita instantánea cuando todos, banda inclusive, saltábamos con el pegadizo coro de la canción. Con Olat Ha’tamid seguimos cantando, saltando y delirando. ¿Tres temas y ya estamos exhaustos? ORPHANED LAND son muy grandes.
Prosiguieron con Barakah donde el excelente batería Matan Shmuely demostró una vez más lo prodigioso que es atrás de los parches. Inmediatamente una nueva vuelta al discazo Mabool y arremetieron con The Kiss Of Babylon (The Sins) que sonó poderosísima hasta límites insospechados y con una nueva muestra de virtuosismo innato del vocalista Kobi Farhi. Con un previo paso por A Neverending Way a posteriori vendría uno de los puntos álgidos de la noche y sería con el mega-éxito Sapari y seguidamente sin descanso alguno el temazo llamado From Broken Vessels, que si hay una palabra que le viene como anillo al dedo es épica absoluta. The Path (Part 1) fue la siguiente del setlist y seguidamente Ocean Land (The Reveletion) donde una vez más quedó latente la versatilidad asombrosa del vocalista israelí. Vayehi Or sirvió como presentación de otro gran tema, The Warrior canción que contiene uno de los mejores solos de guitarra de la historia de la banda y que por suerte pudimos ser partícipes de eso.
El Meod Na’Ala fue la que sonó antes de In Thy Never Ending Way, canción que se percibió realmente mágica y con un excelente trabajo desde las guitarras. Así fue como la banda proveniente de Israel se fue del escenario, pero tan sólo fueron unos pocos instantes. Volvieron casi inmediatamente con la añeja The Beloved’s Cry y acto seguido el himno por excelencia que la banda tiene. Norra El Norra comenzó con Kobi Farhi cantando a capella y todos nosotros aplaudiendo y posteriormente saltando hasta llegar al mismo techo de la madrileña sala Ramdall. Un momento mágico, casi místico y religioso al igual que la canción elegida para dar fin a su concierto, la emblemática Ornaments Of Gold.
Nuevo advenimiento de la banda y nuevo triunfo por que sin lugar a dudas ellos son el metal que viene. Como siempre lo digo, un estilo que sea reacio a fusionarse o a mezclarse con otras músicas, es un estilo condenado a la desaparición. Gracias Orphaned Land, Myrath y Arkan por permitir que esto siga creciendo y por dar a conocer tan peculiares y originales propuestas al resto del planeta.
**** Muchas gracias a Rock n Rock por las acreditaciones ****
FOTOS: http://www.goetiametal.com/cronicas/orphanedlandenmadrid2011.html