Texto: Mariano Bacigaluppi
Fotos: Mariano Bacigaluppi
Promotor: 13th Night Productions
Muchísima expectación tenía por ver por primera vez en un escenario a la banda israelita ORPHANED LAND. La anterior vez que habían tocado en la península, hace ya cinco años y teloneando a Paradise Lost, tuve que perdérmelos por motivos laborales, así que esta era mi oportunidad. Primero el concierto iba a celebrarse en la Sala Ritmo & Compás y a posteriori se cambió a la Sala El Grito, ubicada en Fuenlabrada, o sea en las afueras de Madrid. Si a esto le sumamos la escasa o casi nula promoción e incluso en Madrid no se vendieron entradas anticipadas y además esa misma noche había hasta tres conciertos del rollo… lamentablemente todo iba en camino de ser un fracaso.
Apenas sobrepasábamos el centenar de personas, habiendo mucho sitio en la sala pero eso no importó en absoluto… la banda principal dio un auténtico conciertazo, de esos antológicos y la banda invitada, los catalanes LEAVES, sirvieron de excelente bienvenida para los pocos que nos habíamos acercado.
Prácticamente no conocía de nada a LEAVES y comencé a escucharles al enterarme de que iban a tocar de gira con la banda proveniente de Israel. Tanto en disco, que por cierto es recomendadísimo y podréis pillar en su myspace (http://www.myspace.com/leavesbcn) como en directo, me parecieron una banda magnífica, con muchísimas tablas, potencia, contundencia y creadores de un ambiente denso, melancólico y murrio. Es difícil ubicarlos dentro de un género y eso es realmente muy notorio y bueno. Por momentos sonaban góticos, algunas pinceladas del doom, partes comerciales del Pop, pasajes con doble bombo… en definitiva… una banda para disfrutar y entender con el correr de las escuchas. A lo mejor a lo que más me recuerdan son a los holandeses The Gathering, con ese Trip-Rock tan característico, pero como he dicho son tantas las influencias y tan abierto el abanico musical de LEAVES que lo mejor es sentarse y disfrutarlos en la oscuridad de la noche.
Aprovecharon a presentar su primer larga duración llamado “While The Light Continues Spinning” editado este año y cerraron con una auténtica sorpresa. Sobre las 21.10hs comenzó a sonar la Intro e inmediatamente se fusionó con la buenísima Observed. Excelente canción para abrir su concierto. El notorio bajo de Francis y la cálida voz de Rachel son las principales señales de este tema. Lo siguiente que tocaron fue la canción homónima que da nombre a su disco While The Light Continues Spinning. Nuevamente Rachel desplegando sus alas en el escenario y cantando llena de sentimientos y esta vez resguardada por las guitarras de Manjon y Frank.
Como el tiempo apremia, seguidamente continuaron con Zero y My Own Way, para tocar la exquisita Words. Una canción realmente increíble, con unos notables ritmos de batería aportados por Jordy y las teclas de Mireia. Y si la anterior era exquisita, para Yellow se me acabaron los calificativos. Mi canción favorita de la banda y de las más aplaudidas y celebradas por el reducido público. Tanto su estribillo como el final, plagados de elegantes doble bombos me parecen sublimes y que podría otorgársele el título de canción perfecta. A Rose In Heaven, que fue la siguiente en sonar, hipnotiza desde que el piano se hace presente y donde nuevamente la voz de Rachel nos invita a soñar y a viajar. Otra grandísima canción sin lugar a dudas. Como todo llega a su fin, este era el momento de decir adiós de la banda proveniente de Barcelona y no tuvieron mejor manera que despedirse con un cover y, encima, un gran cover. Se marcaron el Teardrop de MASSIVE ATTACK. ¡¡¡ EXCELSO !!!. No dudéis en ir al myspace de la banda, conocerlos, escucharlos y disfrutarlos. Su disco vale mucho la pena.
A los pocos minutos el momento que todos estábamos esperando iba a llegar. El combo proveniente de Israel se hicieron presentes en el escenario uno a uno, comandados por su carismático líder Kobi Farhi. Su comienzo fue con artillería pesada de la mano de Birth Of The Three. Eso sonaba a gloria y desde la primera milésima de segundo el público estuvo entregado, la banda estuvo entregada… feedback perfecto. Seguidamente interpretaron Olat Ha’tamid que dieron rienda suelta al canto de todo el público y al saltar hasta el infinito.
Las percusiones sampleadas sonarían por los altavoces y darían la señal que Like Fire To Water se haría un hueco entre nosotros. La primera canción rescatada del disco “El Norra Alila” que sonaría en la noche y por suerte, no sería la única. El bajista Uri Zelha no pararía en toda la noche de hacer headbanging y de darle contundentemente a las cuerdas de su bajo, pero para contundencia mejor hablar de Matan Shmuely. Lo de ese muchacho sentado a la batería sí es que indescriptible. Que perfección a la hora de ejecutar sus milimétricos golpes y que apisonadora tiene en sus pies, durante toda la noche nos dio una sesión de doble bombos auténticamente majestuosos.
De su último disco, Disciples Of The Sacred Oath sería lo próximo en sonar. Como durante toda la noche el guitarrista Yossi Sassi Sa’aron nos mostraría la mejor de sus sonrisas. Se le ve disfrutar arriba del escenario y esa alegría innata la transmite al público. Siguiendo con su último CD arremetieron con Barakah para amalgamarla subsiguientemente con The Kiss Of Babylon (The Sins). Tremendos y penetrantes los grunts de Kobi Farhi y genial el trabajo de la guitarra de Matti Svatizky. Mucha gente podría achacarle a la banda la cantidad de samplers utilizados, pero creo que es más que comprensible ya que sería imposible salir de gira con todos los instrumentos folklóricos que podemos apreciar en sus discos, al igual que la voz de Shlomit Levi, que al ser una reconocida cantante en su país de origen es imposible que se una a las giras.
Estaría por llegar uno de los momentos cumbres en la noche. El primer single de su último CD diría presente. La interpretación de Sapari fue alucinante. Tanto el público como la banda disfrutaron de ese prodigioso momento y creo que ambos hubiéramos preferido que durara hasta la eternidad. Nuevamente Kobi Farhi metiéndose a todos los presentes en el bolsillo y demostrando que es un frontman como pocos y con un carisma ilimitado. From Broken Vessels sería otra de las canciones de su último CD que también interpretarían.
También hubo tiempo para las canciones más antiguas y primigenias de la banda y así fue que interpretaron Seasons Unite, para seguidamente volver a su última placa y tocar Vayehi Or. Luego otra de las canciones más oscuras de la banda que fue Halo Dies. Posteriormente y, nuevamente visitando el OrwarrioR, hicieron una grandísima The Path Part I (Treading Through Darkness) para llegar a otro de los momentos álgidos de la noche. Ocean Land es un pedazo de tema inconmensurable, de eso nadie tiene dudas, pero el escucharlo en directo tiene un plus extra. Excelente el solo de Matti Svatizky y la gente quería que esta noche no terminara jamás.
Si Matan Shmuely venía sorprendiendo durante toda la noche aporreando sus parches, en su Solo de Batería dejó aún más bocas abiertas. Una perfecta mezcla de rapidez y contundencia con una pegada eminente. Un grandísimo batería. Ulteriormente la tranquilidad y el climax absoluto vinieron de la mano de la sentimental M I ? y también de su último CD entonaron The Warrior.
Para la siguiente canción Yossi Sassi Sa’aron utilizaría uno de esos instrumentos de su folklore que tanto disfrutamos en sus discos, me estoy refiriendo al peculiar bouzouki, y el tema interpretado fue El Meod Na’Ala. En lo que sería la última visita a su disco editado este año nos degustaron con una grandísima interpretación de la canción In Thy Never Ending Way y así llegaríamos al tercer momento mágico de la noche.
Thee By The Father I Pray fue algo sencillamente imposible de describir con palabras. El estribillo fue cantado hasta el hartazgo por los pocos pero muy ruidosos asistentes, de tal manera fue que al acabar la canción, dicho estribillo seguía siendo coreado por el público y la banda tuvo que tocarlo nuevamente para el delirio generalizado. Grandes… muy muy grandes.
Después de casi dos horas de entrega absoluta, fantasía y alucinación colectiva, la banda se tenía que despedir y lo hicieron regalándonos el cuarto y último momento para el recuerdo de todo su show. Norra El Norra quedará en la memoria y en recuerdo de todos los que asistimos esa noche a la Sala El Grito. Todos saltando, cantando a pleno pulmón las mágicas estrofas… Nora El Nora Ata El Hai Noten Torah. Y ya ultimando y recordando sus primeros tiempos sonó Ornaments Of Gold.
Y así pasaron ORPHANED LAND por España, dando muestras de el porque son una de las mejores bandas de la actualidad. Creo que se lo han ganado a pulso por su originalidad, carisma y entrega absoluta en sus conciertos. Sólo espero que no pase mucho tiempo para que podamos verles nuevamente por estas tierras…
FOTOS: http://www.goetiametal.com/cronicas/orphanedlandenmadrid2010.html