Profusion – Rewotower

1. Ghost House (4.13)
2. Taste OF Colours (Part One) (3.48)
3. Taste OF Colours (Part Two) (3.04)
4. Treasure Island (5.04)
5. So Close But Alone (4.46)
6. Tkeshi (1.59)
7. Chuta Chani (6.12)
8. The Tower (Part One) (4.38)
9. The Tower (Part One) (5.30)
10. Turned To Gold (4.22)
11. Dedalus Falling (11.30)

Miembros
Luca Latini – Voz
Thomas Laguzzi – Guitarras
Luca Cambi – Bajo
Vladimer Sichinava – Batería
Gionatan Caradonna – Teclados

Sello
ProgRock Records

Website
http://www.profusion.it

Cuando escuchas un álbum por primera vez y tienes la certeza que será un candidato fijo a ser uno de los discos del año las vibraciones son más que buenas y si además lo sigues escuchando día a día, convirtiéndose en casi una adicción, ya no sólo es cuestión de vibraciones, es cuestión de que los italianos PROFUSION han creado una magnífica y sublime obra.

Sinceramente era una banda completamente desconocida para mí, pese que este “RewoTower” es su segundo larga duración (el primero se llamó “One Piece Puzzle” y fue lanzado hace seis años) y como he mencionado más arriba, desde el momento en que los he descubierto prácticamente no pasa día en que no escuche su nuevo disco. Los italianos se mueven como verdaderos peces en el agua entre el Heavy y el Rock Progresivo, pero también absorbiendo influencias del Jazz, de los Ritmos Latinos y también de la música folklórica del Cáucaso. Las distinguidas melodías también son una seña de identidad, más que nada por el excelente trabajo ejecutado por el teclista Gionatan Caradonna.

La primera de las canciones que sonará por nuestros oídos es la contundente Ghost House, donde los teclados netamente setenteros no sólo nos darán la bienvenida sino que nos acompañarán durante casi todo el tema. Otra cosa que nos llamará la atención es la melódica y notable voz del cantante Luca Latini, que desde la primera palabra que aporta en el disco nos dejará extasiados, llenos de emoción y placer auditivo supremo. Si a todo eso le sumamos unos ritmos de batería súper trabajados de la mano de Vladimer Sichinava la conclusión es una sola… habemus magnum opus.

A las siguientes dos canciones les une el mismo título, Taste Of Colours, ya que estamos hablando de dos partes distintas de un mismo todo. La primera de ellas comienza de una forma susurrante y a posteriori un teclado súper progresivo y lo que proseguirá será digno de atención y alabanza. La voz del cantante arropada por un clásico y exultante piano y segundos después unos de los mejores estribillos de todo el disco. El cantante realmente sobresale y llega hasta cotas de calidad cercanas a la perfección. Nuevamente el piano será el que nos informará que ya estamos en la segunda de las partes y ahora la luz que brilla en la oscuridad es el solo de guitarra de Thomas Laguzzi y de nuevo ese mágico, fascinante y cristalino estribillo.

Treasure Island tiene todo ese halo de misterio que su título conlleva. Con sonidos marítimos y piratas en su comienzo, la máquina progresiva comienza a realizar de nuevo su perfecto engranaje y el vocalista nos da una nueva cara, algo más agresiva por momentos, pero nuevamente volverá a atraparnos con su místico y atractivo tono en un nuevo y extraordinario estribillo. Antes de que la canción siga su curso, hay una exquisita parte donde el vocalista se acerca al Pop y particularmente me recuerda a los ochenteros Simple Minds, para reiteradamente volver a los intrínsecos ritmos sincopados y progresivos.

El momento de relax y de ensoñación llegará de la mano de So Close But Alone que es la única dulce y delicada balada que encontraremos en el CD. En su ecuador encontraremos algunos ritmos latinos e incluso jazzeros que gracias al polifacetismo del enorme cantante hace que la canción se convierta realmente en emocionante.

Pasando la mitad del disco llega uno de mis momentos favoritos. Tkeshi tiene tan sólo dos minutos de duración, pero en el se combinan sonidos de la naturaleza, guitarras acústicas, violines, percusiones y unos coros con cierto tono ritualístico que sirven de presentación para Chuta Chani (ჭუტა ჭანი) que es el primer single del álbum y para el cual la banda italiana ha grabado un video. La canción es la recreación de una nana proveniente del folklore de la joven República de Georgia (Ex-URSS) conservando algunas frases en su original idioma georgiano (lengua con siglos de existencia y vigencia).

Aunque el Folk Caucásico será lo que reine en el sonido, los condimentos progresivos también estarán a la orden del día y ambos formarán un resultado inmejorable y que convierten al tema en mi favorito dentro de este “RewoTower”. Podremos escuchar violines, violoncellos y a todos los integrantes de la banda haciendo un grandioso coro pero sin duda alguna, lo mejor será el refinado y elegante solo de teclado.

La banda continuará con dos nuevas canciones que nuevamente compartiran nombre. Las dos partes de The Tower son bastante distintas entre sí. La primera comenzará con un delicado piano y, previo a un paso progresivo, se tornará cercana al Funk. Nuevamente el vocalista haciendo las delicias de nuestros oídos, y el guitarra y sobre todo el bajista Luca Cambi volviendo a los setenta para rescatar todo ese espíritu funkie de la época.

Los violines esta vez nos dirán que la segunda parte ha comenzado y de una magnífica y exuberante forma, la batería le acompañará logrando un sonido pomposo y teatral. Otra vez los teclados progresivos dominarán nuestros sentidos y junto a una insuperable guitarra serán casi los actores principales de esta obra que es prácticamente instrumental exceptuando los últimos sesenta segundos.

Turned To Gold es un medio ritmo, con comienzo de balada, donde aparecerán nuevamente algunos matices funky desde la guitarra y a posteriori sonidos más clásicos desde el piano para morir con la dulce voz del cantante y así llevarnos hasta la última y majestuosa canción. Dedalus Falling sobrepasa los once minutos y en ella encontraremos todos y cada uno de los condimentos que ya saboreamos durante todo el disco. En ella y contando la fatídica vida de Dédalo, según la mitología griega, podremos apreciar como en el comienzo Thomas Laguzzi nos regala el que quizás es su mejor solo desde las seis cuerdas de todo el álbum. La canción irá alternando puntos culmines y algunos más tranquilos, rítmicamente hablando, y principalmente otorgados por el grandísimo vocalista Luca Latini.

Promediando los cuatro minutos, el progresivo se adueñará del campo sonoro por completo, primero algo más rockero (recordándonos un poco a Premiata Forniera Marconi uno de los pioneros del movimiento de Rock Progresivo Italiano) pero después las teclas y sobre todo la guitarra irán endureciendo poco a poco el sonido. Después de unos exhaustivos siete minutos percibiremos sesenta segundos de silencio pero la música volverá.

El hidden track, de tres minutos de vida, que encontraremos en su comienzo sonará infinitamente místico y progresivo, casi new age, pero la entrada de la batería dará la señal de alarma y nos recreará nuevamente uno de los mejores pasajes de todo el disco, el estribillo de la primera de las canciones Ghost House. El álbum comienza donde termina como si de un uróboros se tratara.

No me cansaré de decirlo. Me parece un disco excelente, lleno de virtuosismo, calidad y súper imaginativo y no debería de pasar de largo para los amantes del Rock/Heavy Progresivo. Visitad la web de la banda comprad sus dos discos porque así estaremos contribuyendo a que dentro de algún tiempo tengamos otra maravilla que sea el sucesor de este magnífico RewoTower.