Según wikipedia el emo “es un género de la música rock que realiza un enfásis pricipal en la expresión emocional, a través de letras que son más bien como confesiones”. Vale, lo damos por válido, pero tampoco nos dice mucho, porque no es ni la punta del iceberg…y dejame decirte que no todo el emo es malo, ni todo lo que piensas que es emo realmente lo es. Su embrión surgió en la escena hardcore punk a mitad de los 80´s, y realmente se formó con el rock alternativo de los 90´s, con sus propios sellos independientes y seguidores que tampoco se preocupaban tanto por como peinarse o vestir. No están todos, ni de cerca, pero te traemos 10 discos que te pueden hacer mirar el emo con otros ojos.
Mineral – The Power of Failing (1997)
La mayoría trata a Sunny Day Real Estate como los padres de todo esto, y en ciertos aspectos no les falta razón, pero quienes realmente lo elevaron al infinito fueron estos chicos de Austin. La convicción de las canciones de “The Power Of Failing” es algo que pocas veces se ha conseguido con este tipo de música, y en momentos puntuales hasta dejaron de lado su lado dramático para empujar sus habilidades musicales al máximo. Canciones como “Gloria” o “Parking Lot” hacen que el resto de dosis de shoegaze tengan su justificación en la euforia que les sigue. Este disco es como el ABC del emo.
Thursday – Full Collapse (2001)
Por mucho que a la gente le cueste aceptarlo, fue este disco y “Understanding In A Car Crash” lo que hizo que el post-hardcore sonase en la radio. La resignación existencial que respiran estas canciones le da ese toque emo y frágil que tanto amamos de él, y que cambió por completo la vida de su frontman Geoff Ricky. De tocar en sótanos a afrontar sus propias giras por todo EEUU como cabezas de cartel. Sin duda mucha culpa la tuvo la voz de Geoff, y lo sentimental que pueden llegar a ser canciones como “Standing On The Edge Of Summer”. Gracias a Dios se han vuelto a juntar, por una última vez.
American Football – American Football (1999)
Es EL disco a escuchar cuando estás pasando por una ruptura. Quizás lo sea porque Mike Kinsella justamente lo compuso cuando terminó el insti y tenía el corazón completamente roto. Esas desgracias juveniles las supo recoger de manera perfecta en 1999, gracias a la ayuda de Steve Holmes que le da este toque de math rock y emo que construye la tensión hasta que todo explota y se deja ver. Si las palabras pueden llegar a matarnos, con estas perlas nos herimos de muerte y pedimos más. Se reunieron en 2014 y el resto ya lo sabes.
Rites of Spring – Rites of Spring (1985)
Pocos lo saben pero la misma palabra emo para categorizar a una banda surgió como un insulto hacia estos chavales de Washington. Su mezcla de confusión y tristeza no fue bien interpretada por los punks locales, ni tampoco sus acordes y las pausas que aplicaban en esas épicas voces revolucionarias. Guy Picciotto siempre odió que se pensase del emo como un género musical, pero si lo fuese sin duda él tendría muchísima de la culpa. No por nada fueron el germen de Fugazi.
https://www.youtube.com/watch?v=B_0KfDMN6eM
Coheed and Cambria – Good Apollo, I’m Burning Star IV, Volume One: From Fear Through the Eyes of Madness (2005)
Una banda de emo encubierta bajo el rock progresivo y los conceptos sci-fi que en su momento desafió todo lo establecido por la MTV y nadó contracorriente. La imaginación de Claudio Sanchez nunca campó tan a sus anchas como en este disco, que ve al grupo caer en picado hacia lo mas visceral del rock emocional. Incluso hay una novela gráfica que lo demuestra, y es que sin duda alguna es uno de los discos más completos de los 2000.
At the Drive-In – In/Casino/Out (1998)
Pocas bandas han llegado a ser tan eclécticas como At The Drive – In, pero fue en esta pieza de finales de los 90´s cuando realmente nos enamoramos de ellos. Según sus creadores lo parieron de prisa, con mucha presión encima, pero llegó a tocar todos los botones correctos. Cedric Bixler-Zavala nos dio una bomba nuclear y las guitarras hicieron el resto ¿Que no le ves el punto emo? Ponte de nuevo el “Pickpocket” y deja que Omar Rodriguez-López haga su trabajo.
Drive Like Jehu – Yank Crime (1994)
El grunge llega a su punto más alto y empezaba a morir cuando en San Diego John Reis y Rick Froberg desmontaban su banda Pitchfork para regalarnos Drive Like Jehu ¿Podía existir rock más abrasivo en 1994? Aunque no lo consideres emo, sí que fue uno de los pilares fundamentales de la comunidad emo de los 90´s. Sin ser tan ambiciosos, ese duelo de guitarras y ritmos de “Yank Crime” está entre los mas imitados (y nunca igualados) por miles de jóvenes con inquietudes y preocupaciones antes de la existencia de la redes sociales.
Jawbreaker – Dear You (1995)
El que no tuviesen a nadie diciendoles que hacer, ni una gran multinacional presionandoles para entregar algo específico, este cuarto y último disco de Jawbreaker sigue cosechando fans más de 20 años después. La honestidad fundida con la oscuridad de “Jet Black” es un fiel reflejo de lo que Adam Pfahler quería expresar y que dejó como epitafio para un desastre exitoso. Vale, hay mucho de pop-punk aquí, pero nadie puede negar que fue otro de esos discos que definieron el movimiento cultural que vino después. Ahora su reunión y que vengan al Groezrock 2019 nos emo-ciona 🙂
Sunny Day Real Estate – Diary (1994)
En Seattle no todo era grunge, también estaba ésta arma secreta un falsetto casi imposible. Eran la respuesta al catálogo de Dischord, pero con mucha más delicadeza. Son las letras de Enigk, que se haya grabado justo después de su primera gira nacional, o todos los sentimientos contradictorios que ocasionó tras publicarse. Ya hemos perdido la cuenta de las bandas que han intentando replicar la magia de “Seven” o “In Circles”…sin duda EL disco que tienes que escuchar para hacerte respetar en el emo.
The Used – In Love and Death (2004)
Desde Utah vino la respuesta mas oscura y violenta para el emo que se estaba gestando en esos años, nada de ñoñerías (o quizás un poquito) y más confesiones sobre depresión, abuso, suicidio y muerte. Nadie se deja la voz y los pulmones como Bert McCracken en este disco, solo hace falta escuchar lo que hace en “Take It Away”. En el mismo disco meten baladas, ganchos melódicos y hasta el hit “All That I´ve Got” que nos aburrimos de ver en la MTV en esos años. ¿Se puede mezclar el pop, el hardcore y el emo? Este disco lo demuestra.