[review] Acid Mess – Sangre De Otros Mundos, sobreviviendo al hype

Por Nekrokosmos

Miguel Ruiz – Guitarra, voz
Borja Vázquez – Bajo, voz
Antonio Tamargo – Teclados, coros
Juan Villamil – Teclados, sintetizadores

1. El Reflejo De Su Piel 08:54
2. Fuego Al Templo 06:09
3. Hechicera 09:06
4. Futuro Sin Color 07:24
5. Salvaje historia 04:34
6. Hijos Del Sol 04:23
7. Infierno Gris 07:27

Muchas cosas pueden pasar en cinco años, y sobre todo cambiar. Los asturianos Acid Mess sorprendieron muy gratamente en “II”, donde ya empezaron a experimentar con el progresivo setentero pero todavía con un pie anclado en el stoner, y aquí además dejan entrar otra gran paleta de colores que un servidor no sabe muy bien como tomárselo. Sin duda han querido experimentar hacia un psych más melódico y en momentos cercano al rock/pop alternativo del que muchas bandas indies luego se han beneficiado, todo con resultado dispar en lo que muchos llaman su disco más completo.

Lejos quedan los temas oscuros y jams improvisadas que se alargaban hasta los 10 minutos, aquí podemos encontrar píldoras bien preparadas que sin miedo alguno introducen ritmos latinos, gotas del rock andaluz, jazz y una luz cegadora de melodía que los convierte totalmente en otra banda, una que intenta hacer muchas cosas a la vez y que con la introducción de voz (especialmente con efecto) cede menos protagonismo a las guitarras y más a los teclados/sintetizadores. “Hechicera” es un perfecto ejemplo de esto, donde el equilibrio entre lo pesado y lo liviano de sus anteriores composiciones es casi inexistente, y donde se lanzan de lleno al progresivo de sonido dulce que recuerda a la juventud alemana kraut de los 70’s.

Todavía se puede encontrar algo de su melancolía y misterio en los primeros momentos de “El Reflejo De Su Piel” o en pasajes instrumentales de “Infierno Gris”, pero el resto del álbum torna en una especie fiesta histérica inducida por el ácido que en lugar de arrastrarte al abismo y a la introspección te transporta una rave futurista de sonidos psicodélicos bailables. Siempre se celebra el cambio, y nadie es nadie para ponerle puertas al campo, pero quizás el resultado hubiese sido otro en tono instrumental, y sin tanto hype de una banda que ya se hizo nombre en otro estilo.