Por Iñigo Dominguez Diaz
Olavi Mikkonen – guitarras
Johan Söderberg – guitarras
Johan Hegg – voces
Tobias Gustafsson – batería (sesión)
Ted Lundström – bajo
First Kill
Wanderer
On a Sea of Blood
One Against All
Raise Your Horns
The Way of Vikings
At Dawn’s First Light
One Thousand Burning Arrows
Vengeance Is My Name
A Dream That Cannot Be
Back on Northern Shores
Amon Amarth se ha ganado la etiqueta de viking metal como ninguna otra banda del estilo cuando en realidad nunca han practicado este estilo, siempre han sido una banda de death metal con temática vikinga en sus letras. Pues como si quisieran de una vez por todas hacer honor real a la etiqueta que con tanto empeño se les ha proporcionado, ofrecen una buena excusa para que así sea.
Jomsviking es el décimo álbum de estudio de su carrera y con él se convierten un poco en eso con lo que tanta gente les confunde, en un grupo de viking metal. Recalco que solo un poco porque la verdad es que si bien podemos considerar este trabajo como el más experimental de su carrera (ya empezaron a introducir nuevos elementos en el anterior, Deceiver Of The Gods) no pierden para nada su esencia ni los elementos característicos que les han llevado al éxito como son el unos riffs marca de la casa (al estilo de lo que pasa con el bajo galopante de Iron Maiden), doble juego de guitarras y sobre todo la potente voz de Johan Hegg.
Qué elementos diferenciadores tiene Jomsviking para que se le pueda considerar como el disco más transgresor de Amon Amarth? El primero y fundamental es que se trata de un álbum conceptual, el primero de su discografía, basado en el grupo de mercenarios vikingos que da nombre al disco de los que poco se sabe de su existencia o de si ni siquiera llegaron a hacerlo y sus sagas están basadas en leyendas. Se supone que eran una especie de caballeros templarios (salvando las distancias), con sus propios códigos de conducta y leyes, al margen de los ejércitos de los reyes de los distintos pueblos vikingos.
Hay otros elementos ya más sutiles que delatan a Jomsviking como un álbum diferente de Amon Amarth son la inclusión de ritmos folclóricos, la épica (coros, teclados y voces limpias en algunos temas) ha ganado terreno en detrimento de la contundencia siendo la línea general de los temas mucho más melódica confirmando la deriva que en anteriores trabajos ya estaba tomando la banda. Y para terminar y tal vez dónde más se nota este deje épico-folclórico es en la forma de cantar de Johan, en muchos temas aprovechando el concepto del álbum parece como si siguiera una línea argumental y parece cantar contando la historia, llegando en algunos momentos incluso a narrarla.
Uno de los puntos fuertes del álbum es lo bien enlazadas que se encuentran las canciones unas con otras para construir la historia que el disco tiene detrás y la gran variabilidad de los temas habiendo de todo un poco y para todos los gustos. Comienza con el que fue elegido como primer single, First Kill una canción muy en la línea de temas como Twilight Of The Thundergod buscando el impacto directo, Wanderer nos lleva por primera a los ritmos pausados en contraste con el anterior un medio tiempo con aire épico en el que se han trabajado muy bien las guitarras pasando después de una narración a uno de los más cañeros del disco On A Sea Of Blood rápido más en la línea habitual de la banda que tiene un estribillo muy pegadizo. One Against All es un poco más lento que el anterior pero tiene muchas mayor influencia death con riffs muy en esa línea.
Raise Your Horns es uno de los temas más atípicos, muy fiestero y con estribillo muy coreable que seguro hará las delicias en sus conciertos. Como si después de una resaca se tratara llega otro tema poco habitual Way Of Vikings escrito y ejecutado a ritmo de power metal, con teclados de fondo y solos de guitarra muy en el estilo. At Dawns First Light es el otro single extraído del trabajo un tema con muchos cambios de ritmo pero que no acaba de cuajar del todo. Siguiente sorpresa (y ya van unas cuantas) es One Thousand Burning Arrows la que si no me equivoco se puede considerar la primera balada que escucho de la banda.
Si bien puede resultar chocante y a priori pueda generar rechazo a los más acérrimos seguidores al estilo tradicional de la banda, la verdad es que el tema les ha quedado muy redondo, tiene una melodía muy pegadiza, una buena ambientación con los teclados siendo una perfecta canción de partida al Valhala.
Para hacer aún más hincapié en la variabilidad del disco, Vengeance Is My Name es total y absolutamente un tema de death n´ roll como si de un tributo al malogrado Lemmy y sus Motorhëad se tratara y como si de hacer homenaje a los clásicos se tratara, A Dream That Cannot Be cuenta con la colaboración de Doro, la voz femenina por excelencia del metal, aportando las voces limpias a un tema de corte muy heavy bien adaptado a ella a la vez que a Johan, ofreciendo ambos un duelo vocal para recordar. Para el final nos ofrecen lo mejor, un tema largo y épico a más no poder, una inmejorable conclusión de la historia que a lo largo del disco tan bien han hilvanado. Se trata de Back On Nothern Shores, una canción que sigue la iniciativa tomada en su anterior disco, que terminaba de similar forma, un final pomposo y digno de los mayores héroes vikingos.
Poco más que decir, queda patente que la banda sigue una evolución que la lleva poco a poco a sonidos más melódicos e introducir cada vez más ritmos y elementos que están dando a su música una capacidad mayor de sorprender y todo ello sin perder la solidez alcanzada a lo largo de sus años de carrera.